¿Quién roba a quién? | Damián Beneyto
España, súbdita del secesionismo
¿Quién roba a quién?
DAMIÁN BENEYTO
El secesionismo patrio, ya desde sus albores ha sido bastante peculiar. No les basta con buscar la separación política y administrativa de la nación a la que llevan perteneciendo más de 500 años, necesitan también, fruto de su odio irracional a todo lo que representa España, intentar por todos los medios, ‘balcanizarla’ y acabar con el estado más antiguo de Europa.
Además, el separatismo ‘a la española’, tiene otra característica que lo hace singular: sus pretensiones imperialistas; pretende anexionarse otros territorios limítrofes, no usando el poder militar o económico, que es lo habitual, sino manipulando y haciendo creer que lo que se quieren anexar fue siempre parte de un todo.
Tanto Cataluña como el País Vasco pretenden, amen de ser independientes, anexionarse otros territorios argumentado 'derechos históricos' que carecen de veracidad"
En ningún país del mundo se ha tergiversado tanto la historia como en España y siempre lo han hecho los que más se han aprovechado de ella; catalanes y vascos han utilizado el ‘victimismo’ y el ‘España nos roba’ con una desvergüenza obscena, mintiendo de forma canallesca mientras se aprovechaban de los recursos del país, incluida su mano de obra.
Ya en el siglo XIX se produjeron una serie de decisiones políticas de los distintos gobiernos que beneficiaban claramente a Cataluña y a la provincia de Vizcaya. Desde imponer aranceles a los productos textiles, favoreciendo a la industria algodonera catalana en contra -por ejemplo- de la industria del lino gallega o de los paños de Palencia y Béjar, hasta ser la región donde primero se instalaron los adelantos de la incipiente revolución industrial.
Damián Beneyto Pita es natural de Carcaixent (Valencia), pero extremeño y residente en Plasencia desde 1977. Profesor de Enseñanza Secundaria. Fue Director del Centro de Artes Escénicas y de la Música, CEMART, entre 2007 y 2011. Director también de la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura entre 2007 y 2010, Diputado en la Asamblea de Extremadura por el Partido Regionalista Extremeño, PREX, entre 2011 y 2015.
Así, el primer ferrocarril de España fue la línea Barcelona-Mataró, en 1848; Galicia no tuvo ferrocarril hasta 1885. La primera empresa de producción y distribución de electricidad, Socidad Española de Electricidad, se instaló en Barcelona en 1881; la primera ciudad española con alumbrado eléctrico fue Gerona, en 1886. No se quedaron atrás los vizcaínos, que ‘arramblaron’ con toda la industria del carbón y del acero gracias al proteccionismo arancelario y la apuesta por el puerto de Bilbao en detrimento del de Santander.
En el siglo XX, el secesionismo catalán y vasco siguen utilizando sus afanes separatistas para llevarse la mayoría de las inversiones importantes. La apuesta del PNV y de ERC por el Frente Popular en la II República sólo fue con la intención de, aprovechándose de la coyuntura, conseguir la independencia, después de haber conseguido ser los grandes beneficiarios de la revolución industrial de primeros de siglo.
En 1943, Franco establece por Decreto que solo se pueden hacer ferias importantes en Barcelona y Valencia; este monopolio durará 36 años. Las primeras autopistas se construyen en Cataluña. La fábrica SEAT, que inicialmente se iba a instalar en Castellón de la Plana, acaba, por arte de ‘birlibirloque’, en Martorell. Los Juegos Olímpicos de 1992 fueron un proyecto de Estado que pagamos todos los españoles y del que solo se benefició Cataluña.
En 1994, Felipe González, vendió Enagás a una gasera catalana por un precio inferior al 58% de su valor. En la primera década del siglo XXI, todas las capitales catalanas estaban conectadas por AVE mientras otras comunidades, como Extremadura, tenía y todavía tiene trenes tercermundistas.
El voto de los españoles no vale lo mismo según dónde se vote"
Los modelos de financiación autonómica han contado siempre con la consulta y aprobación previa de catalanes y vascos para ser puestos en funcionamiento y, así, mientras Cataluña, desde 2012, ha ‘arramblado’ con más de 100.000 millones de euros del Fondo de Liquidez Autonómica, FLA, -en ese periodo Extremadura recibió 5.000 millones (un 5% ‘pelao’)- gastados sin ningún control del Estado en ‘embajadas’, propagando secesionista -incluyendo TV3- y suéldazos a políticos corruptos y ‘felones’.
Los vascos siguen con su régimen foral e incumplen sistemáticamente la cuota que deben pagar al Estado. Pero, sin embargo, aumentan sus competencias y controlan fondos europeos mientras se quedan con parte del Patrimonio del Estado como, últimamente, el Cuartel de Loyola.
Como les decía unas líneas más arriba, el secesionismo en España es, además, imperialista y, tanto Cataluña como el País Vasco, pretenden amen de ser independientes, anexionarse otros territorios argumentando ‘derechos históricos’ que carecen de veracidad, los mires por donde los mires, y que son una ofensa a la inteligencia del resto de España.
Así, los vascos pretenden, y de hecho casi han conseguido, anexionarse Navarra y, seguramente después irán por La Rioja y parte de la provincia de Burgos. Los catalanes, empeñados en la existencia de una corona catalano-aragonesa que nunca existió, pretenden llevarse a su ‘república catalana’ a la Comunidad Valenciana, Islas Baleares y parte de Aragón. Se trata, como he dicho, de ‘balcanizar’ España después de haberla ordeñado convenientemente.
Pero si hay algo que ha dado alas al secesionismo ha sido la Ley Electoral en vigor, que beneficia claramente a ciertas Comunidades Autónomas. Hay un tratamiento asimétrico a favor de los partidos nacionalistas y en contra de los partidos de ámbito nacional. El voto de los españoles no vale lo mismo según donde y a quién se vote. Esta Ley, que tuvo su utilidad al principio de la democracia, ha debido ya modificarse para evitar el chantaje continuo del secesionismo y también para favorecer la existencia de gobiernos fuertes que puedan llevar a cabo sus programas electorales sin la amenaza de coaliciones ‘contra natura’ que solo buscan intereses, muchas veces espurios, que atentan contra la democracia y el estado de derecho.
Está claro 'quién roba a quién' y quiénes son los que utilizan sistemáticamente el chantaje para salirse con la suya"
El último ejemplo de pleitesía hacia el independentismo del gobierno ‘felón’ que tenemos ha sido hacer ‘rendibú’ a las pretensiones del ‘charnego’ secesionista, Sr. Rufián, personaje del ‘vodevil cutre’ de la España profunda, que se ha manifestado de forma chabacana y ácida contra la política fiscal de la Comunidad de Madrid. Acusar a Madrid de ser un ‘paraíso fiscal’ es una ‘gilipolluá’, que diría mi paisano Tip; pero pretender que el gobierno de España ejerza de ‘mamporrero’ de los madrileños saqueando sus bolsillos es de una necedad que asusta.
Detrás de esta pretensión no hay más que querer justificar el deterioro social y económico que sufre Cataluña desde que el independentismo campa por sus respetos mientras otras regiones han mejorado sensiblemente con política económicas que evitan el derroche y favorecen la inversión y la creación de riqueza y empleo.
Creo que está claro quién roba a quién y quiénes son los que utilizan sistemáticamente el chantaje para salirse con la suya. La violencia terrorista de los unos y los golpes de estado y algaradas de los otros, han conseguido que los distintos gobiernos de los últimos años hayan cedido en mayor o menor grado parte de la soberanía del Estado a gobiernos autonómicos, cuyo único anhelo era y es acabar con la unidad de España y, mucho me temo, que el gobierno frente-populista actual se va a llevar la palma de la ignominia y va a convertir España en una ‘república de repúblicas bananeras‘, donde las diferencias entre los territorios se agudicen y comunidades como Extremadura, con el beneplácito del PSOEx, no tengan ningún futuro.
Damián Beneyto