El peligro de las conclusiones precipitadas | Alberto Astorga

Feb 28, 2017

El peligro de las conclusiones precipitadas

ALBERTO ASTORGA

Ante cualquier circunstancia, tendemos a sacar conclusiones y a crear opinión con los primeros datos con los que nos encontramos. Son datos que percibimos antes que cualquier otro. Los captamos en nuestra primera visión porque nuestro cerebro, por diversas razones, lo hemos inconscientemente condicionado más hacia ellos que hacia el resto, obviando y pasando por alto los demás factores, quizás más relevantes, que nos ayudarían a conformar una interpretación más completa y objetiva.

Interpretar la realidad no es fácil. Requiere un proceso más complejo que la simple primera impresión. Hay muchos matices que están ahí y que deberíamos considerar a la hora de actuar. Nada más falso que el dicho español ‘la primera impresión es la que cuenta’.

No hay duda de que el cerebro es una máquina impresionante de la que todos disponemos. Sin embargo, no es perfecta. El proceso evolutivo ha ido construyendo un cerebro a base de parches y atajos, que han resultado útiles para adaptarlo a las necesidades que han ido surgiendo a lo largo de la existencia, pero que han empobrecido notablemente su diseño. Se pueden detectar numerosos defectos que facilitan que el propio cerebro nos engaña con facilidad; y lo hace más a menudo de lo que podemos pensar.

El peligro de las conclusiones precipitadas - Visioncoach

Todos estamos condicionados por nuestras creencias; estamos sujetos a la manipulación, a la superstición y a dejarnos confundir con las falacias"

Todos estamos condicionados por nuestras creencias; estamos sujetos a la manipulación, a la superstición y a dejarnos confundir con las falacias.

Incluso una pequeña información o una sola palabra que esté flotando en nuestras conciencia es suficiente para modificar la percepción de la realidad hasta el punto de que cambie la primera impresión que nos causa una persona o situación.

A éste respecto, recuerdo una anécdota política protagonizada, a principios del siglo XX, por el Diputado en Cortes por Palencia don Abilio Calderón, destacado luchador contra la corrupción de la época. Visitaba una ciudad castellana el día de la Inmaculada y caminaba junto al alcalde en dirección a la sede de su partido. Al toparse ante un cartel que anunciaba ‘Bienaventurada sea tu Pureza’, Abilio, condicionado por su inconsciente, le dijo al alcalde, que le acompañaba,: ‘¡Hombre, alcalde! ¡Muchas gracias, pero no es para tanto!’

Leves indicios sirven de base al cerebro para que construya ‘lo que viene a continuación’. Y es porque el ser humano es una animal que aprende, memoriza lo aprendido y, finalmente, es capaz de trasladar ese saber a situaciones nuevas. Y esa mecánica puede llevar, también, a la equivocación.

¿Cuántas veces nos suceden ese tipo de cosas? ¿cuántas veces el bostezo de la otra persona lo hemos interpretado como aburrimiento, cuando en realidad bien era agotamiento por haber tenido que atender circunstancias personales, familiares o profesionales importantes e ineludibles? ¿cuántas veces acusamos, con un solo primer indicio y sin hacer mayores averiguaciones, sino dando por ciertas las inferencias que nuestro cerebro hace?

Nuestra lógica deja mucho de ser impecable. Solemos formar nuestras opiniones, creencias y convicciones a través de informaciones arbitrarias, irrelevantes y sesgadas. Nuestra propia comodidad hace que ‘no vayamos más allá’ para acercarnos a la objetividad.

¿Cuántas veces acusamos con un solo primer indicio y sin hacer mayores averiguaciones, sino dando por ciertas las inferencias que hace nuestro cerebro?"

la manipulación de la prensa y las conclusiones precipitadas

Conocer esta ‘inclinación’ del cerebro humano puede ser un arma demoledora para quien hace de la difamación, la intriga, el rumorología y la sospecha su quehacer diario. Van sembrando en el inconsciente conexiones interpretativas que son difíciles de reparar e imposible hacerlo cuando no existe interés en ello. Da lugar a conflictos familiares, malentendidos en el trabajo, linchamientos sociales, el efecto ‘acusador’ del telediario, disputas deportivas, religiosas o raciales, fundamentalismos, nacionalismos, totalitarismos e, incluso, la guerra.

Los ‘once principios de la propaganda nazi’ cultivados por Joseph Goebbels, están orientadla en esa línea. Generar en los ciudadanos las creencias necesarias para que prejuzguen cualquier circunstancia sin hacerse más preguntas.

Cuidemos nuestras creencias, preguntemos, obtengamos información diversa que nos permita contrastar. Estamos en un mundo maravillosamente intercomunicado y globalizado; pero también peligroso. El riesgo por los avances tecnológicos sirven también para manipularnos de forma masiva; ya se han hecho presentes en las elecciones presidenciales norteamericanas. Y eso puede ser el principio de que quedemos ‘a merced’ de indeseables sin escrúpulos.

 

Alberto Astorga

Un PP regionalista, por Damián Beneyto

Un PP ‘regionalista’ en Extremadura | Damián Beneyto

Una de las claves de que el actual Presidente del Partido Popular, Sr. Núñez Feijóo, consiguiera cuatro mayorías absolutas en Galicia fue, sin lugar a dudas, su galleguismo. El PP gallego, sin dejar de ser un partido españolista, supo conciliar lo nacional con lo...

Tributos y mayores | Carmen Heras

Creo que cualquier partido que quiera ganar las próximas elecciones generales, deberá enfrentar en su programa (entre otros) dos asuntos importantes, aunque solo sea porque matemáticamente afectan a un gran número de personas. El primero es el que se refiere a las...
El oro de Moscú, por Damián Beneyto

El oro de Moscú | Damián Beneyto

La llegada a mis manos del libro de Mariano Ansó, ‘Yo fui ministro de Negrín’, aunque publicado hace ya algún tiempo, ha despertado en mí un cierto interés por lo que para algunos ha sido el mayor robo ocurrido en España en toda su existencia y para otros tan solo una...
El PP que viene, por Damián Beneyto

El PP que viene | Damián Beneyto

Siempre pensé que el sucesor de Rajoy debería haber sido el Sr. Feijóo y, estoy casi seguro, que si no dio el paso adelante fue por el guirigai que había en el partido después de la esperpéntica moción de censura. Las primarias a tres bandas dejaron tocado a más de...
Malos derroteros, por Carmen Heras

Por malos derroteros | Carmen Heras

Con verdadera curiosidad escuchaba yo las declaraciones de un alto cargo del ministerio de Irene Montero. Explicaba su propósito de introducir variantes en la ley para conseguir declarar objeto de baja laboral la regla mensual de las mujeres en aquellos casos de...
Los sindicatos, por Damián Beneyto

Los sindicatos | Damián Beneyto

El sindicalismo en España siempre se ha caracterizado por su politización, su sectarismo y por su incoherencia. La aparición de los sindicatos ‘de clase’ a finales del siglo XIX (UGT) y principios del XX (CNT), que deberían haber sido fundamentales para mejorar las...
Camarada Putin; de Damián Beneyto

Camarada Putin | Damián Beneyto

La madre Rusia, como era llamada con veneración por aquellos pobres campesinos de la época zarista, vuelve a las andadas esta vez de manos de un iluminado, cruzado entre el sifilítico Iván IV, ‘El Terrible’ y el genocida Stalin. Tanto la Rusia zarista como la...

¿Quieres suscribirte?

* campo necesario