Vivir en la ignorancia vs. Vivir de la ignorancia | Damián Beneyto
Vivir en la ignorancia vs. Vivir de la ignorancia
DAMIÁN BENEYTO
Cuanto más se adentra uno en la historia de nuestro país -gran desconocida para la mayoridad-, más se da cuenta de que desde los más remotos tiempos en España, sus habitantes, excepto honrosas excepciones, se han dividido, y no de forma equitativa precisamente, entre los que viven en la ignorancia y los que viven de la ignorancia de sus paisanos.
El español es mayoritariamente espabilado, pícaro y con una inteligencia natural notable, pero en bastantes casos es un vagazo de primera división. Esta condición de gandul le aboca, casi sin remisión, a ser, sin percatarse de ello, bastante inculto, ‘cualidad’ que ejerce con absoluto desparpajo y sin ser muchas veces consciente de que la posee.
El español es mayoritariamente espabilado, pícaro y con una inteligencia natural notable, pero en bastantes casos es un vagazo de primera división"
Es cierto que durante siglos el acceso a la cultura era complicado y sólo algunos podían permitirse el lujo de ilustrarse, pero al menos la ignorancia y la incultura se vivía en muchos casos con vergüenza y no se presumía de ser un patán como ahora. Hoy se jacta el personal de no haber leído un libro nunca y de no querer saber nada de todo lo que huela a cultura a pesar de que prácticamente todo el mundo ha tenido una educación obligatoria hasta más allá de la adolescencia. Se saca pecho por ser un garrulo y se desprecia el conocimiento y todo aquello que exija un mínimo esfuerzo intelectual.
Hemos creado una nueva mayoría, la de los analfabetos funcionales que, aunque saben leer y escribir, no ejercen. Para estos se ha montado todo un circo mediático que ofrece distracción desde lo morboso, lo vulgar y lo obsceno. Los distintos canales de televisión realizan programas a la medida de esta nueva mayoría que no lee, que no entiende y que sólo quiere divertirse.
Damián Beneyto Pita es natural de Carcaixent (Valencia), pero extremeño y residente en Plasencia desde 1977. Profesor de Enseñanza Secundaria. Fue Director del Centro de Artes Escénicas y de la Música, CEMART, entre 2007 y 2011. Director también de la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura entre 2007 y 2010, Diputado en la Asamblea de Extremadura por el Partido Regionalista Extremeño, PREX, entre 2011 y 2015.
Por otra parte, los partidos políticos han colocado de cabezas de cartel a personajes populacheros, auténticos charlatanes de feria con un nivel intelectual ínfimo que dirigen sus mensajes, eslóganes y ocurrencias a una caterva de garrulos cada vez más numerosa.
Mientras gran parte del pueblo soberano vive en la ignorancia, los poderes fácticos de la política y la economía progresan adecuadamente, es decir, viven opíparamente de la ignorancia social cada vez más generalizada.
Llegar a concienciar a las masas que lo deseable es ser un ignaro ha sido fruto de un proceso que sigue hoy aún desarrollándose. Se ha comenzado por eliminar la cultura del esfuerzo, del trabajo y del sacrificio, todo se puede conseguir sin pegar un palo al agua. Estudiar y trabajar es un atraso, una pérdida de tiempo y para muestra la cantidad de paletos, zafios y yermos que, a base de echarle cara, triunfan en los medios de comunicación despellejando al personal o, lo que es peor, despellejándose a sí mismos por unos miles de euros.
Los partidos han colocado en su carteles a auténticos charlatanes de feria con un nivel intelectual ínfimo, que dirigen sus mensajes, eslóganes y ocurrencias a una caterva de garrulos cada vez mayor"
Sólo se trata de ser o haber sido pariente de alguien del mundo de la farándula o del arte de Cuchares para que, aunque seas un patán con traje de faralaes, te conviertas en referente moral y emocional de millones de aborregados compatriotas.
Otra forma de llegar a ‘triunfar’ es participando en algunos concursos televisivos donde el mérito está en ser lo más chabacano, grosero e impúdico posible. No hay nada que distraiga más al personal que ver al prójimo en situaciones que antes formaban parte de la intimidad de cada uno.
Hay otra profesión que se está prodigando y para la que no se requiere nada especial salvo algo de picardía, falta de escrúpulos, buenas tragaderas y mucha cara. Me refiero a ‘la carrera de político’, una de la más demandada en la actualidad. Mucho se despotrica de la ‘casta’, pero todos quieren acabar siéndolo. Se trata de llamar a las puertas de un partido “con posibles” y no a uno de esos de chicha y nabo y afiliarse desde bien jovencito.
Con un poco de suerte, y a poco espabilado que seas, puedes llegar a vivir toda tu “vida laboral” del momio de la política de forma muy desahogada. Eso sí, debes apostar siempre por el caballo ganador, tragarte sapos un día sí y otro también, ser obediente hasta la pleitesía y no contradecir ni criticar al macho alfa del partido.
Los que viven de la ignorancia del pueblo soberano tienen muy claro que cuantos más mostrencos haya a ellos les va a ir mejor, por eso la tendencia es poner en funcionamientos programas educativos que cada vez formen menos y adoctrinen más. Esto quién lo hace muy bien son los poderes fácticos de la izquierda implantando a través de sus políticos planes educativos donde lo de menos es el aprendizaje. Se trata de adoctrinar en la burricie y en lo políticamente correcto; lo de aprender es secundario.
No se premia el esfuerzo, se premia la ‘actitud’. Aprobar no es lo importante de ahí que la promoción no esté sujeta al conocimiento adquirido, sino a unos valores esotéricos sólo entendibles por sesudos pedagogos. Para muchos jóvenes saber manejar un teléfono móvil o una tableta es el sumun del conocimiento.
Gran parte del pueblo soberano es ignorante e inculto y lo tiene a gala. Están convencidos de que la libertad individual y el espíritu crítico son algo prescindible mientas 'papá estado' los mantenga a base de dádivas, subsidios y otras francachelas"
Veía hace un rato un vídeo donde una locutora de televisión, con motivo de la fiesta del 2 de mayo en Madrid, decía sin despeinarse que el pueblo madrileño se levantó en 1808 contra Franco. Mal estar que esta ‘buena mujer’ por ignorancia o por mala fe diga semejante disparate y no sea cesada ipso facto, pero lo que sí que es tremendo es que muchísimos españoles se lo hayan creído, pues ni siquiera saben que existió la Guerra de la Independencia y mucho menos cuál fueron sus causas.
Gran parte, y cada vez más, del pueblo soberano es ignorante e inculto y lo tiene, en muchos casos, a gala. Están convencidos de que la libertad individual y el espíritu crítico son algo prescindible mientras ‘papá estado’ los mantenga a base de dádivas, subsidios y otras francachelas. Es el comunismo del siglo XXI o el nuevo despotismo ilustrado. No sepas, no pienses, no decidas otros te dirán lo que debes saber, pensar o decidir. Como dice Pérez Reverte, “la incultura es una bestia manipulada por los fanáticos y los canallas”, un pueblo culto no se deja manipular.
Lo peor de esta situación es que a la hora de elegir a nuestros representantes el voto de la ignorancia cada vez pesa más y estamos llenando las instituciones públicas de pícaros analfabetos cuyo único mérito es figurar en una lista dónde hasta una cabra, cabrito o cabrete saldría elegido diputado, diputada o diputade o incluso ministro, ministra o ministre ¿o no…? Pues eso…
Damián Beneyto
IMAGEN. La imagen que encabeza el artículo esta tomada de la portada del libro ‘La ignorancia’, de Milan Kundera, Editorial Tusquets.