Violencia y acoso a las mujeres políticas peruanas | Nadia Ramos Serrano
Mujeres políticas peruanas
La violencia y acoso a que están expuestas
NADIA RAMOS SERRANO
En América Latina se cuenta con un marco normativo que promueve la participación política de las mujeres. En este 2019 podemos señalar los avances y retrocesos en cuanto a la cifra de mujeres autoridades, por ejemplo: no tenemos Presidente Mujer en ningún país de la Región, pero se incrementó la cantidad de Vicepresidentas.
Sin embargo retrocedemos en cuanto a la cifra de mujeres autoridades en los Gobiernos intermedios del continente y la gran pregunta es ¿por qué no logramos aún la paridad en el número de autoridades mujeres y varones en el continente?
En este momento nos queda evidenciar dos de las tantas dificultades que atraviesan las mujeres y que tiene que ver con la violencia de género en política y acoso político. Cabe señalar que en algunos países se logró legislar y aprobar la Ley de Acoso político, herramienta jurídica que previene la violencia y acoso político de las mujeres políticas en la competencia político-electoral.
Urge contar con legislación que prevenga, atienda y sancione el acoso político contra las mujeres políticas"
En el caso de Perú, no contamos con una Ley de Acoso Político. Mientras tanto, nos toca ser testigos de situaciones en que las mujeres políticas se ven vulneradas en sus derechos políticos y no pueden ir a ninguna instancia a denunciar este tipo de abusos porque se encuentran desprotegidas jurídicamente.
En el 2018 se llevaron a cabo las elecciones a nivel Regional y Municipal, donde el porcentaje de autoridades femeninas electas no llega ni al 5%, aunque en el país la población de mujeres (14.931.127) suele ser superior a la masculina, no ocurre lo mismo durante la participación política. Sin embargo contamos con una Ley denominada Cuota Electoral de Género, que fue aprobada en 1997, donde se estableció inicialmente un porcentaje mínimo de 25% de mujeres u hombres en las listas de candidatos/as al Congreso.
Posteriormente, este porcentaje se incrementó al 30% y se amplió la medida para las elecciones para las alcaldías, las regidurías y los gobiernos regionales.
Pasaron varias elecciones y a partir de ahí se evidenciaron casos de violencia y acoso político, por lo que .se presentó varias iniciativas legislativas relacionadas a los temas de Acoso, Paridad y Alternancia. Han pasado casi 3 legislaturas y siguen sin aprobarse ninguna de estas propuestas de Ley. Mientras tanto las mujeres políticas en el país no tienen un marco jurídico para poder defender su derecho de participar en política libre de violencia y acoso.
Por otro lado la Comisión Interamericana de Mujeres de la Organización de los Estados Americanos, CIM/OEA, ha logrado conceptualizar el término de “Acoso político” a través de la Declaración sobre la Violencia y el Acoso Político contra las Mujeres, en la que afirma lo siguiente:
“… que tanto la violencia como el acoso político contra las mujeres, pueden incluir cualquier acción, conducta y omisión entre otros, basada en su género, de forma individual o grupal, que tenga por objeto o por resultado menoscabar, anular, impedir, obstaculizar o restringir derechos políticos, conculca el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia y el derecho a participar de asuntos políticos y públicos en condiciones de igualdad con los hombres”.
En el Perú, se presentó el proyecto de Ley sobre Acoso Político en el 2012, precisamente porque ese año la Asamblea de Bolivia había aprobado la Ley de Acoso Político. Teniendo ese precedente jurídico, durante la elaboración de la “Ley de Acoso Político” (2012), se incorporó cuatro acciones específicas: la amenaza a la integridad física, psicológica o sexual; las agresiones físicas, sexuales, psicológicas o verbales y las imposiciones, solicitudes o requerimientos que la inducen a la comisión de errores administrativos sancionables, que finalmente no fueron aprobadas. Y lo mismo sucedió con las siguientes propuestas de Ley en los años posteriores.
Urge contar con una legislación que prevenga, atienda y sancione el acoso político contra las mujeres políticas. Aún no entendemos porque hay tanta resistencia sobre el tema en el pleno del Congreso de la República del Perú a aprobar una ley de esta naturaleza.
Mientras tanto, sólo queda organizarnos para promover el compromiso de los actores claves asociados a la dinámica política en el país como son: los entes electorales, los partidos políticos, los movimientos regionales, los medios de comunicación, las asociaciones civiles que trabajan el tema de participación política, la academia a través de las facultades de Derecho y Ciencia Política, así como la ciudadanía, que finalmente es el público objetivo de las campañas electorales sean los primeros en criticar, levantar su voz de protesta cada vez que vean ataques, insultos, difamaciones en el caso de las candidatas mujeres para defender sus Derechos Políticos de participar y hacer política.
Nadia Ramos