México: Los valores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) | José Luis Palacios
Partido Revolucionario Institucional, PRI
Los valores de mi partido
JOSÉ LUIS PALACIOS
Escribir sobre el Partido Revolucionario Institucional en el siglo XXI es hacer relato, historia de la vida política de mi país. México inició en el principio del siglo XX las revoluciones sociales, antes que fueran la revolución de octubre de 1917 comandada por Vladimir Ilich “Lenin”, o cualquier otra. Revolución de masas contra lo viejo que ya no servía, y no sólo asonada de generales contra el régimen porfirista.
En ello está su grandeza, por ello sus líderes legendarios: Francisco I. Madero, con “Sufragio Efectivo y no reelección”, da el final de 30 años de mal gobierno; o el liderazgo en norte del país con Pancho Villa, por dar igualdad y justicia a los trabajadores. Es el sur de México, con Emiliano Zapata, líder campesino que expresa en el principio de “Tierra y libertad”, el impulso y espíritu de esta revolución. Misma que ha de contar con grandes conglomerados de seguidores, sobre todo del campo. Los tres resumen las aspiraciones para obligar a la dictadura a dejar el poder y cambiar a México.
De este movimiento armado y social es que surge la creación del primer antecedente del PRI. Se le llamó Partido Nacional Revolucionario, PNR, nacido el 4 de marzo de 1929"
El pueblo y el país que debía nacer desde 1910 a 1929 sufrió la muerte de sus principales propulsores, Francisco I. Madero, asesinado por Victoriano Huerta para nombrarse presidente del país; asesinado también Venustiano Carranza, siendo presidente de México en el año de 1920; pero antes Emiliano Zapata acribillado en una Hacienda de Morelos, en el año de 1919 o; Pancho Villa, legendario revolucionario igualmente acribillado en el año de 1922. Fueron años de sufrimiento y asonadas que no daban paz ni tregua al país, que había iniciado su revolución sólo con el fin de tumbar al dictador Porfirio Díaz.
De este movimiento armado y social es que surge la creación del primer antecedente del PRI, se le llamó Partido Nacional Revolucionario (PNR), nacido el 4 de marzo de 1929, surge de la unión de un conjunto de líderes y organizaciones regionales. Sobre todo militares y caciques en el país; es decir de una unión pragmática que resultó al tiempo una exitosa conformación nacional.
Liderazgos que dirigían grandes masas de ciudadanos en distintas regiones, en esta visión de toda la patria está el estadista que dio luz y sendero para crear esta poderosa fuerza de masas, se llamó Plutarco Elías Calles líder de la revolución que se negó a hacerse un dictador en el país a la muerte de Álvaro Obregón.
Entonces presidente de México, en el año de 1928 propuso a los actores importantes de la nación, que era hora de pasar de una vez por todas, de la condición histórica de país de “un solo hombre” a la de “nación de instituciones y leyes.”
Al surgir este partido, unión de organizaciones de todo tipo e ideología que tenían como fin unificar la clase política de aquél momento, que veía en la fragmentación su mayor peligro, a la muerte del principal líder, el recién electo General Álvaro Obregón asesinado en julio de 1928. Dentro de esta realidad es que primero el Partido Nacional Revolucionario con el lema de “Instituciones y reforma social”, y en su segunda transformación en el año de 1938, como Partido de la Revolución Mexicana (PRM) con el lema de “Por una democracia de los trabajadores”; y en el año de 1946 como Partido Revolucionario Institucional (PRI), con el lema de “Por la democracia y justicia social”, estas siglas son las que han perdurado hasta la fecha.
En todos estos años ha mantenido su espíritu y sus valores por la libertad política del pueblo, por la lucha social a favor de la democracia y la justicia social; principales valores de todo su desarrollo histórico, recordemos que el PRI se ha considerado heredero de los grandes movimientos sociales en el país: el de Independencia en 1810 encabezados por Miguel Hidalgo y Costilla y José María Morelos y Pavón; el de la Reforma en 1857 con don Benito Pablo Juárez Garcíay, los liberales encabezados por don Ignacio Ramírez “El Nigromante”, Melchor Ocampo, Francisco Zarco y varios más, quienes representan la más brillante clase política de México en estos 200 años de independencia.
El PRI es sobre todo heredero del movimiento de la Revolución en 1910, que plantea desde la Constitución de 1917 la rectoría del Estado sobre las otras áreas, en particular la economía; por la Democracia social y política, que se sustenta sobre todo en estas épocas por mantener gobiernos de representación en sus tres poderes, y en respetar el voto del pueblo, como la mejor manera de resolver los cambios de gobierno dentro de la civilidad y ajenos a la violencia venida de donde sea.
País de valores, de respeto a diferentes ideologías, por ejemplo la libertad de expresión está señalada en nuestra Constitución de 1917 y, en los principios del Partido en todo su desarrollo histórico desde 1929. El nacionalismo revolucionario, no como una expresión ajena al contexto mundial, sino como expresión de las singularidades de la historia y del pueblo mexicano, que nos hace ser soberanos y respetados en el concierto de las naciones.
Los valores del Partido han estado en sus hechos, la reforma y construcción de la patria es tarea de sus ideales, que parten de la Carta Magna de 1917, momento fundamental para dar normas y leyes las que desde el 5 de febrero de ese año, han dado línea en los valores que rigen la vida del país: sus artículos 3º en favor de la educación; el artículo 27 para señalar sendero de las reformas agrarias y propiedad de la tierra; y el artículo 123, donde se señala de las leyes a favor del trabajador y el respeto que se le debe dar por encima del interés de los patrones.
En todos estos años ha mantenido su espíritu y sus valores por la libertad política del pueblo, por la lucha social a favor de la democracia y la justicia social principales valores de todo su desarrollo histórico"
Estos valores tienen en nuestros hombres y mujeres sus principales expresiones de espíritu democrático y progresista, en Lázaro Cárdenas del Río, cuya tarea principal fue entregar tierras a campesinos y al expropiar a empresas extranjeras nuestro petróleo. Adolfo López Mateos, cuya política exterior fue ejemplo, aún en aquellas décadas de la no alineación ante los hechos de la guerra fría, que ponían al capitalismo y al comunismo, como “únicos” caminos en un mundo de complejidades sorprendentes para tan sectarias y equivocadas miradas.
Su gobierno a favor de la educación y la cultura creó el libro de Texto Gratuito o los grandes museos como El Museo Nacional de Antropología e Historia o el de Museo de Arte Moderno; recordemos que en los gobiernos surgidos del PRI colaboraron intelectuales, científicos o poetas, como Jaime Torres Bodet, José Gorostiza y Carlos Pellicer y también con mucho orgullo en gobiernos progresistas genios como Juan Rulfo, Octavio Paz o Carlos Fuentes.
Luis Donaldo Colosio, asesinado en 1994, representa al partido en su más contemporánea versión; en el espíritu de justicia a favor de los desprotegidos"
El Partido ha tenido grandes reformadores en sus filas como lo fue don Jesús Reyes Heroles, ya presidente del Comité Ejecutivo Nacional de 1972 a 1975.
Es él quien propone reformas políticas al país, al dar espacio a todas las fuerzas políticas —incluido el Partido Comunista Mexicano, excluido hasta entonces por el conservadurismo—, y dar espacio a las oposiciones al crear a nivel municipal los regidores y síndicos de minoría, o en diputaciones y senado la misma figura, para abrir espacios a ideologías y visiones ajenas a la fuerza del priismo, que en aquellos años era la principal fuerza hegemónica en las luchas electorales.
No debo dejar de recordar en este texto a nuestro mártir, Luis Donaldo Colosio Murrieta, asesinado un 23 de marzo de 1994 en la ciudad de Tijuana: representa al partido en su más contemporánea versión. En el espíritu de justicia a favor de los desprotegidos, su discurso de Toma de Protesta como candidato a la presidencia del país en 1994, el 6 de marzo de ese año, diría con enorme tristeza y enojo que veía a un pueblo ansioso por la justicia social, la gran tarea aún no realizada, ciertamente, en los 90 años de creación del Partido en la vida nacional.
José Luis Palacios