Si Navarra Suma, ¿España Suma? | Emilio Borrega
Si Navarra Suma, ¿España Suma?
EMILIO BORREGA
Que el centro-derecha en España está dividido no es ningún secreto. Que el votante de esta ideología ha encontrado en los últimos comicios electorales un amplio abanico en el que reflejar su voto, es una certeza y que, como consecuencia de eso, la izquierda de nuestro país es más fuerte y la derecha más débil, no lo duda nadie.
El momento político que vivimos y que algunos han denominado como de la “nueva política”, no ha venido sino a generar inestabilidad, desgobierno, repeticiones electorales, falta de entendimiento y, de ahí, largos períodos de transición entre unas legislaturas y otras, donde no existe control parlamentario, los gobiernos están en funciones y no se legisla pensando en el futuro de nuestro país.
Que el votante de centro-derecha ha encontrado un amplio abanico en el que reflejar su voto, es un certeza; que, como consecuencia, la izquierda es más fuerte y la derecha más débil, no lo duda nadie"
Cuando los “nuevos partidos” irrumpen en el escenario político, rompiendo años de bipartidismo, se preveía mayor diversidad de ideas, de argumentos, de puntos de vista y de formas de hacer política, políticas distintas a la que nos tenían acostumbrados tanto PSOE como PP. Se nos presentaron como la fórmula magistral que venía a regenerar la política arcaica de los “viejos partidos” y que darían luz a la España oscura que quisieron dibujarnos. Y nada más lejos de la realidad.
El tiempo quita y da razones y pone a cada uno en su sitio. Y esa diversidad de partidos ha terminado en los denominados ‘bloques’, tanto a izquierda como a derecha; bloques antes representados en dos partidos y ahora bloques multipartidistas -pero bloques al fin y al cabo-. Y lo peor de todo, bloques que, lejos de gobernar, ‘bloquean’. Así, en el bloque de la derecha no hay un líder con todo su equipo, gabinete, partido, séquito y adláteres, sino que hay varios.
Y lo mismo ocurre en la izquierda, donde, más aún, existen cantidad de liderazgos, toda vez que en Unidas Podemos confluyen varios partidos de que, cada vez más, ponen en duda y en entredicho el ‘patriarcado’ de Pablo Iglesias, depositando en el PSOE la representatividad y hegemonía de la izquierda, de toda la izquierda, de nuestro país.
Si el PSOE acapara la gran mayoría del bloque de izquierdas, ¿por qué España Suma no está llamada a acaparar la mayoría del bloque de derechas? Respuestas hay muchas y conjeturas muchas más, pero yo me atrevo con dos y cada uno de ustedes sume las que estime oportunas.
Una. A Albert Rivera no le interesa promocionar la marca España Suma, convencido de que él y su proyecto personal llamado Ciutatans en los inicios y Ciudadanos posteriormente, será capaz de aglutinar el voto de centro derecha. Pero, paradójicamente, lo quiere hacer con políticas que más bien están en la izquierda, en el progresismo, con personas ideológicamente lejos del reformismo o del liberalismo y que abrazan al progresismo con argumentos y argucias políticas que cada vez entienden menos los votantes naranjas. Pero persiste en su error, sabedor que ese camino, para él, es el único camino.
Y dos. Albert Rivera teme que a Ciudadanos con España Suma le ocurra lo mismo de le ocurrió a UPyD con Ciudadanos: que se lo coma. Por lo tanto, ese escenario, en el que el centro-derecha gana y se une, supondría para el líder de Ciudadanos la posible desaparición y para su séquito la posible integración, o no.
Porque si seguimos jugando a dividir y no a sumar, ganará quien hasta ahora ha empezado a ganar, y que no es otro que Pedro Sánchez, el PSOE de Pedro Sánchez, y la izquierda “sanchista· que llevará a España hasta donde la llevó Rodríguez Zapatero y más allá.
Por eso, el interés del centro-derecha no puede depender del interés personal de nadie. El electorado de centro-derecha, que supone más de la mitad del electorado nacional, merece que con el actual sistema electoral su representatividad y defensa ideológica se garantice por encima de ninguna otra cuestión.
Y si los actuales dirigentes de los partidos de la derecha y del centro derecha no consiguen construir una España Suma, aquellos que acuñen la marca, que con altura de miras y sentido de Estado sepan aglutinar a todo el electorado, serán quienes realmente construyan, desde ahí y sin hipotecas, un partido donde una vez más el electorado del centro-derecha unido y bien representado, sea la única alternativa para plantar cara a la izquierda y convertirse en un proyecto real de futuro para España.
Emilio Borrega.