Política para todos | Ines Martínez
Política para todos
INES MARTÍNEZ
Cuando hablamos de política en El Salvador lo primero que se nos ocurre es una imagen despreciable, corrupta y repugnante. Lamentablemente es la muestra del rechazo que la clase política tiene, como resultado de su lejanía con la población. Por su poca atención a las necesidades reales de la gran parte de la población, por años abandonada y marginada luego de las campañas electorales, pues es en éstas donde típicamente se les ve la cara a los que desean obtener poder o incluso perpetuarse en él.
Hablemos de política, pero evitemos esa imagen de funcionarios públicos corruptos y despreciables, con sus respectivas excepciones, por supuesto. Evitemos también pensar que la política se reduce a esa poca atención que muchos funcionarios públicos, y otros que aspiran a eso, dedican en las temporadas de campañas electorales. Y también esos momentos acalorados, cuando se deben resolver asuntos de interés nacional y muchos usan, por ejemplo la Asamblea Legislativa, como concursos de una oratoria de poca monta.
Con mucha razón, en las elecciones, gran parte de esa población desencantada no asiste a votar masivamente. Significa su negación y no consentimiento de la continuidad de ciertos personajes oscuros que no han estado dispuestos a cumplir su trabajo de representación política. Esto no podemos negarlo
Casi la mitad de la personas socialmente aptas para votar no lo hace y un alto porcentaje de estos no ve 'respetables' a los partidos políticos"
Sin embargo, “no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista” dice el dicho. En este sentido, es importante conocer ese mundo tan podrido que imposibilita nuestra mejora en la calidad de vida, para aportar en la transformación política, logrando así un sistema más representativo y justo.
Examinemos uno de los ejercicios casi universales de participación política: los procesos electorales. Casi el cincuenta por ciento de las personas socialmente aptas para ejercer el voto, no lo hace. Una porción significativa de estas, no da suficiente valor a los partidos políticos, pero sin embargo, sí simpatizan con el candidato. En la mayoría de los casos dan ese voto al candidato, dejando en segundo plano al partido político.
Pero con la capacidad informativa de los medios de comunicación masivos, incluyendo la internet, se descubren otros personajes para nada gratos, como financistas corruptos o fondos de dudosa procedencia, los cuales comprometen la gestión del candidato a funcionario. Entorpecen así el desarrollo de la política en nuestro país y dejan de lado la representación y participación justa.
Por todo eso que he descrito, es que decido estudiar a profundidad todo lo relativo a política. Lo hice gracias a Dios, a mi familia y a mucho esfuerzo. Estoy convencida que es necesario profundizar en la política, porque siempre hemos estado equivocados. Porque creo que la política no es sinónimo de partidos políticos únicamente, sino que la política la hacemos todos. Porque todos somos entes políticos. La política no es más que la vida propia. Todas las decisiones que se toman entorno a ella, ya sea para bien o para mal, nos afectan en alguna medida.
Entonces, ¿por qué no involucrarnos en ella? Involucrarnos en esas aguas turbulentas, pero no indomables, por lo menos en el país, es un gran reto, siquiera hablar de ella.
Trabajo en la divulgación política. El primer mito que aclaro a mis talleristas es que los partidos políticos no son propietarios de la política. Que la política es toda relación humana, consiente o inconsciente, su trato con la naturaleza y el pensamiento humano. Y muchos talleristas me preguntan “¿nos recomienda involucranos en política?”. La respuesta es: “¡Ya estas involucrado!”
Aunque no me lo digan sé que muchos se preguntan “… si ya estamos involucrados, ¿para que venir al taller?” Y les digo, “están en el taller para ser conscientes de su función política en esta sociedad y cómo contribuir para transformarla”. Es difícil. Así que, ¡comencemos ya!
El objetivo debe ser claro y conciso: construir el país que queremos y merecemos, sin ser los instrumentos de las ideologías tradicionales"
Hablar de política no debe ser pecado, ni ser juzgado. Este año ha marcado una era fundamental para toda la población. Es un hecho que se abren nuevas oportunidades, una nueva forma de ver la política, esa tan manchada y sucia
Por ese motivo, decido crear #políticaparatodos, para poder divulgar todo lo que tenga que ver con política, con nosotros. Y lo hago con un claro objetivo de contribuir a la formación de una cultura política democrática, donde pueda llevar a la población información importante que debemos conocer para no ser objetos de la tradicional política. Se trata de quitarnos las vendas y empezar a conocer para aportar y sumar en la construcción de nuestro querido país, El Salvador. En este 2020 propongámonos ser mejores ciudadanos, independientemente del pasado o de nuestra concepción del mundo.
El objetivo debe ser ese, claro y conciso. Construir el país que queremos y merecemos, sin ser instrumentos de las ideologías tradicionales. No se trata de partidizar, sino de participar y de aportar, desde diversos ángulos, temas sobre la realidad nacional que nos apremia. #políticaparatodos es ese espacio de expresión donde hablar de política es una necesidad y una obligación.
Mi compromiso con mi país es firme y, así como he dado vida a otras iniciativas a nivel nacional en años anteriores, en este nuevo año inicio #políticaparatodos. Es un instrumento de divulgación, para difundir y poner al alcance de todos el conocimiento político. Así quiero que sea mi aporte para elevar la calidad y la cantidad de relaciones humanas.
Para este año 2020, la principal tarea es construir el país que merecemos. ¿Cómo? Sumando. Sumando todos los puntos de vista en torno a la realidad nacional para comprenderla y cambiarla.
Ines Martínez