Pensamientos en el hoy digital | Carmen Heras
Pensamientos en el hoy digital
CARMEN HERAS
A lo largo de los últimos años me he preguntado muchas veces cómo es posible que las mismas personas que auparon a unos determinados líderes políticos, en virtud de su cercanía y del mantra de que con ellos era viable la consulta directa a las bases partidarias, hayan aceptado sin crítica no ser preguntadas por aquellos sobre ningún asunto de interés público.
Era y es relativamente fácil el defender un modelo teórico de participación directa, muy incentivado desde las redes. Otra cosa es desarrollarlo realmente en la práctica.
Era y es relativamente fácil el defender un modelo teórico de participación directa pero otra cosa es su desarrollo real en la práctica"
Por ejemplo, Audrey Tang, ministra en Taiwán de los menesteres digitales, afirma que la política debe apoyarse hoy en gobiernos abiertos sostenidos por cuatro grandes columnas: la transparencia; la participación de la gente en la toma de decisiones y creación de programas; la responsabilidad en ideas y acciones; y una mayor inclusión cómplice de los ciudadanos en los procesos públicos.
Dichas características tienen predicamento entre los votantes. Los partidos las defienden sobre el papel, y los hipotéticos líderes ven reforzadas sus posibilidades de serlo cuando abanderan estos modos en democracia.
Si volvemos la vista hacia las campañas electorales de otras épocas, e incluso hacia las acciones de gobierno de antaño, es bastante común observar como se han regido y mucho, por el conocimiento, la intuición y los reflejos de los principales dirigentes acerca de la realidad en cualquier asunto político y de la propia psicología de los administrados. Desde luego, han tenido mucho que ver con lo oportuno del momento, la apreciación visceral de los temas, el conocimiento del territorio y de sus habitantes. También con una mayor o menor implantación del partido desde el que se postulaban.
Y hasta con la historia de un país o de una zona. Desastres políticos propiciados por unas fuerzas determinadas pueden volver inviable durante un espacio de tiempo el voto hacia ellas y en su lugar pueden haber sido elegidos los candidatos de sus oponentes, más por demérito de lo rechazado que por méritos propios. Así se han desenvuelto algunas consultas, pongamos por caso, mientras ha vivido la generación que sufrió la última guerra civil española con su tragedia.
Pero volvamos a nuestros tiempos. El famoso autor Yuval Noah Harari habla en su libro ‘Homi Deus. Breve historia del mañana’ de la revolución del humanismo en diferentes frentes, el político, entre otros. A lo que Senén Barro Ameneiro, director del Centro Singular de Investigación en Tecnologías Inteligentes de la Universidad de Santiago de Compostela añade que es preciso incorporar la tecnología, y su difusión generalizada, en esta clasificación, al igual que las posibilidades de trabajo de máquinas cada vez más inteligentes.
La política y su exposición pública están ya fuertemente condicionadas por las tecnologías de la información y de las comunicaciones, puesto que el uso de la minería de datos permite saber lo que quiere la sociedad mucho antes de que ésta se manifieste votando en una urna o contestando a una encuesta. Recuerden el caso de Trump y el software basado en Inteligencia Artificial que predijo que ganaría las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016, cuando nadie lo estimaba como favorito.
La intuición ha dejado paso a la prospectiva y a la estadística. Tengámoslo claro.
Carmen Heras