Pablo Iglesias, el «pagafantas» | Alberto Astorga
Pablo Iglesias, 'el pagafantas'
ALBERTO ASTORGA
Por fin Pablo Iglesias ha conseguido su tan deseado anhelo. Pasear por Madrid en compañía de Pedro Sánchez; sin esconderse. Ha sido hoy, tras encontrarse ‘casualmente’ en la entrada del Congreso de los Diputados. Antes Pablo, le ha hecho entrega de un libro dedicado. Después de ese detalle de intimidad, ambos han salido paseando y charlando de forma distendida por la Carrera de San Jerónimo. ¡Oh, amor!
‘Siempre es bueno empezar por lo que nos une’, ha sido la dedicatoria que Pablo Iglesias, hace ya tiempo rechazado en sus pretensiones por Pedro Sánchez, ha escrito en el obsequio. Baloncesto, les une el baloncesto. El libro en cuestión es la ‘Historia del baloncesto en España’, de Carlos Jiménez, recientemente presentado en público y al que esta circunstancia lo convertirá, sin duda, en ‘best seller’. La esperanza es alcanzar el cielo empezando por el baloncesto. Del baloncesto al cielo. Al cielo de la Moncloa.
La dedicatoria, dada a conocer por el propio Pablo Iglesias a través de su cuenta de Twitter, pone de relieve las ganas con que Podemos afronta estos encuentros y su voluntad política de empezar, desde cero, unas negociaciones nunca comenzadas que pudieran llevar al gobierno, bien a él y a sus peones, o bien a todos ellos.
Desde el 20 de diciembre, Pedro se ha concentrado en lo único que ahora le es de interés: alcanzar la presidencia del gobierno de España. Para haber obtenido un resultado tan ‘ramplón’ como es cosechado durante las elecciones, los logros alcanzados no son en absoluto despreciables. La matemática de los resultados le ha convertido en la salsa de cualquier plato.
La esperanza es alcanzar el cielo empezando por el baloncesto. Del baloncesto al cielo; al cielo de la Moncloa"
Las malas cartas con las que hábilmente juega, le han permitido, sin embargo, obtener el encargo real de formar gobierno; una alianza con quienes deberían estar más cerca del PP que del PSOE, colocar -contra todo pronóstico- a Patxi López como Presidente del Congreso y superar lo que supone no obtener la investidura presidencial. Y todo ello, además, con los obstáculos de tener constantemente a Susana Díaz respirándole en el cogote.
Pablo Iglesias aspira a ser esa ‘sonrisa del destino’ que alumbre la presidencia de Pedro Sánchez. Quiere que les fotografíen juntos, reunirse y pasear. Intercambiando proyectos y complicidades y, de paso, haciendo pública una relación íntima y duradera. Pablo Iglesias reclama cariño y consideración personal desde la tribuna de oradores. Que se sepa que está ahí. Que no solo se dedica a purgar Podemos y quitarse de en medio a todo aquel que le tosa. Espera; espera siempre.
Hoy sin embargo, amaneció de otra forma. Hoy tiene la oportunidad de encontrase con Pedro Sánchez, aunque para eso tenga que pagar los botellines de Mahou, o la Fanta, regalar el libro o lo que sea. Pero difícil lo tiene. Las lunas de miel que Pedro Sánchez ha iniciado con Albert Rivera ha reforzado esa otra relación. El otro.
Este encuentro nada furtivo de hoy es para Pedro Sánchez un trámite. Un ‘bienquede’ necesario que le fortalece aun más como líder de su partido. Un objetivo que no es secundario, sino que, hoy por hoy, es lo mejor que ha conseguido. Y Pablo Iglesias, ‘pagando las fantas’. Y las ‘fantas’ son de color naranja.
Alberto Astorga