Mejor formación para mejores negocios | Javier Cabanillas
Mejor formación para mejores negocios
JAVIER CABANILLAS
La venta, la 'piedra filosofal' de tu negocio
¿Qué le ocurre a una empresa que sale al mercado y no vende? La respuesta es obvia. Cualquier empresa, sea de la actividad que sea, necesita dar a conocer sus productos o servicios a sus potenciales clientes y venderlos. En esas pocas palabras se resume todo. Esa es la forma, la única forma, que tiene para poder sostener su estructura y mantenerse viva.
A diario tengo la oportunidad de reunirme con una gran variedad de empresarios, emprendedores y comerciantes que, al podo tiempo de comenzar su actividad, solicitan ayuda porque el negocio no les genera aquellos rendimientos que habían esperado. Todos ellos presentan un elemento común, cual es la falta de conocimientos sobre técnicas y habilidades para la venta.
Sea cual sea la actividad de una empresa, necesita dar a conocer sus productos o servicios a sus potenciales clientes y vender"
Créanme si les digo, que me parece lamentable que sea este el motivo principal por el que una persona que ha puesto toda la ilusión, su trabajo y sus recursos económicos en un proyecto, en una idea o en un sueño, se vea abocada al cese del negocio, con todo lo que eso conlleva.
Quizás erróneamente se piense que vender es sencillo. Tenemos la creencia de que, como se trata de una actividad antiquísima y no esconde ‘misterio alguno’, sale de forma espontánea y sin más. Debido a esta supuesta sencillez, nos podemos permitir el lujo de dedicar la mayor parte del tiempo a preocuparnos de otras cuestiones relacionadas con el negocio.
Pero desgraciadamente y en un mundo cada vez más globalizado, donde la competencia es cada vez más numerosa, variopinta y feroz, se hace indispensable controlar técnicas de venta, si es que realmente aspiramos a competir, captar y fidelizar a los clientes en condiciones de igualdad en el mercado.
En otras ocasiones, son empresas más longevas las que llaman a la puerta de despacho, porque ven con impotencia como sus grandes imperios se van paulatinamente reduciendo por la falta de comerciales actualizados, porque cuentan con comerciales de la vieja escuela que desconocen las nuevas tendencias en venta, las nuevas formas de comunicación, que satisfacen realmente los deseos y resuelvan los problemas de un tipo de cliente cada vez más conocedor de lo que quiere y más exigente.
Para dar respuesta a estas necesidades cada vez más presentes en todo tipo de negocios, se hace necesaria una formación adecuada y continua. El buen vendedor no nace. Nadie nace ‘sabido’ ni experto, sino que adquirir las habilidades adecuada para la venta es un proceso en que la experiencia juega un papel importante, pero también la formación en un elemento que debe ser potenciado e implementado en las empresas y negocios.
Con esta preocupación y desde la experiencia profesional que llevo en la mochila, me dedico a formar a vendedores. Y han sido muchos profesionales los que han descubierto unas fortalezas que desconocían o unas debilidades que han podido corregir. Y eso es precisamente lo que nos permite presumir, permítanme esta pequeña e inmodesta licencia, que los talleres que impartimos en ’10Cajas’ obedecen a necesidades reales y se adaptan a unos tiempos complejos, duros, difíciles pero llenos también de grandes oportunidades.
Queremos dar soluciones reales a los emprendedores, empresarios, comerciantes y comerciales que necesitan nuevas herramientas, nuevas formas de trabajar, para mantener sus negocios en el mercado, la liquidez en su tesorería y sus ilusiones y sueños vivos.
Aportamos nuestra experiencia en gestionar procesos de negociación eficaces, salvar los objeciones del comprador y cerrar la venta de forma exitosa. Acompañamos herramientas que ayudarán a vender más y mejor y que permitirán establecer relaciones de confianza con los clientes para su fidelización.
El tiempo, el motor empresarial
El tiempo es el patrimonio más valioso que poseemos y, en ocasiones, pese a su incalculable valor, es el pero gestionado por nuestros empresarios y emprendedores. El tiempo no es un bien ilimitado, como erróneamente podemos pensar, sino que es un bien limitado y, por tanto, un bien económico.
Creo que acierto si les digo que es el bien económico al que ‘nunca echamos cuenta’ y que utilizamos de una forma frívola, si no irresponsable. Solo lo echamos en falta cuando se nos acumulan tareas que no somos capaces de gestionar adecuadamente.
Si fuéramos capaces de gestionar bien nuestro tiempo, podríamos mejorar nuestros negocios tanto cuantitativa como cualitativamente, al mismo tiempo que nos sentiríamos mejor, más felices, sin agobios, sin estrés, sin ansiedad.
Saber gestionar el tiempo es sacar el máximo provecho de ese don que tenemos todos y que, en ocasiones, nos parece poco: 24 horas al día o, lo que es lo mismo, 1440 minutos. Es un tiempo que debemos repartir entre nuestros tres capítulos fundamentales del día a día: nuestra vida personal, nuestra vida laboral, nuestra vida social y -¡caramba!- también nuestro descanso y ocio.
¿Necesitamos cambiar de reloj? o ¿necesitamos decidir y elegir mejor dónde invertir nuestro tiempo? Cada hora es la misma en todos los relojes, pero cada hora es distinta para cualquiera de nosotros y de nuestros negocios.
Con esta preocupación y desde la experiencia que llevo en la mochila, me dedico a formar a vendedores, a darles nuevas herramientas para mejorar sus negocios"
Gestionar eficazmente el tiempo debe ser una asignatura obligada para un buen empresario. También ahí se hace necesaria la formación adecuada, adquirir hábitos personales que nos permitan gestionar nuestro tiempo y ganar en productividad personal y profesional. Hay técnicas, hay formas, hay métodos y herramientas que ayudan también a mejorar en este aspecto muy olvidado en nuestros quehaceres diarios.
La necesidad de formación, de entrenarse, de adquirir hábitos que mejoren nuestra capacidad de ser mejores profesionales y mejores empresarios, debería ser una constante en nuestras empresas. La formación es importante, pero la formación de calidad.
Si fuéramos conscientes de que podemos hacer más rentable nuestro tiempo si mejorásemos nuestras habilidades profesionales yp personales, habríamos avanzado en generar empresarios y emprendedores de mayor calidad, con conciencia de que hay otras formas de hacer las cosas. Sembrar en los demás, pero también sembrar la semilla de la formación en nosotros mismos, sin arrogancias gratuitas y sin presumir que se sabe más que nadie.
Espero que estas reflexiones personales te hagan pensar. Son fruto de mi preocupación por mejorar mi entorno y que el mundo que me rodea sea cada vez mejor y que disponga de los mejores profesionales. Ganaríamos todos. En tus manos está el querer mejorar.
Javier Cabanillas