Humanítica, la verdadera nueva política | Emilio Borrega
'Humanítica', la verdadera nueva política
EMILIO BORREGA
Dijo el pensador francés Voltaire que ‘el sentido común era el menos común de los sentidos’. Una afirmación de hace siglos y que, como tantas, cobra sentido en este tiempo y sigue vigente al día de hoy.
Hace unos meses descubrí la Fundación ‘Liderar con Sentido Común’, presidida por el reconocido a nivel internacional estratega político Antonio Sola. En ocasiones, las decisiones políticas carecen, en su mayoría, de sentido común, unas veces por cuestiones de difícil explicación, otras porque quien las toma carece de dicho sentido común.
Lo cierto y verdad es que una Fundación de pensamiento político cuyo nombre cohesiona liderazgo y sentido común, despierta expectación por conocer su pensamiento y nuestra necesidad de conocimiento, sus profundas reflexiones y análisis de la realidad actual así lo certifican.
Que vengan los de derechas, los de izquierdas y los de centro y, juntos, aprendamos a dejar de ser de derechas, de izquierdas o de centro para, entre todos, aprender lo que nunca deberíamos haber olvidado, a ser humanos"
Es un ideario cuya base radica en un movimiento denominado ‘Humanítica’, cuya definición dice: ‘La ‘Humanítica’ es hija de la buena voluntad y del sentido común’; un movimiento que cambia la clase política por política con clase y donde todo aquel que se mueva en política con buenas intenciones y vocación de servicio público tiene cabida, porque ese ideario continúa diciendo; ‘que vengan los de derechas, los de izquierdas y los de centro, y juntos aprendamos a dejar de ser de derechas, de izquierdas o de centro para, entre todos, aprender lo que nunca deberíamos haber olvidado, a ser humanos’.
Estas reflexiones que debatimos abiertamente gente de países como España, Ecuador, Colombia, Argentina, Uruguay, Chile, México, Francia, Estados Unidos y otros muchos a través de videoconferencias, sirve para ver la política actual desde otro punto de vista. Ese punto de vista que aqui, en España, hemos denominado ‘nueva política’.
La nueva política no es el ‘me cambio de partido y ya soy nuevo’. La nueva política es actuar en política desde el sentido común. Es la actuación la que define los nuevos tiempos de la política, no el atril desde el que me subo para decir lo mismo, porque en ese caso, habrá cambiado el atril, no la política.
Al ciudadano de hoy le importa lo cercano, lo que ocurre en su casa, en su entorno, en su día a día. Es lo que denominamos como ‘su metro cuadrado’; y en ese ‘metro cuadrado’ el ciudadano tiene que ser el protagonista y el político tiene que conseguir que así sea. El político no se puede alejar de eso y su única y principal función ha de ser ayudar a la gente a vivir mejor, a ser feliz.
El político permanentemente ha de preguntarse por qué está ahí, qué le impulsó a dar el salto a la política, cuál fue el verdadero motivo por el que dedicó parte de su vida a los demás. Y, en esa reflexión, rememorar el origen de todo, sus inicios, sus impulsos, los pensamientos de entonces. Situarse años después en el origen de todo, convierte al político en alguien cercano al ciudadano al que representa y del que nunca debe alejarse.
Para eso, siempre defenderá el sentido común como el verdadero motor del cambio, la regeneración y la verdadera política útil. Un espacio donde quepan el mayor número de personas será un espacio abierto, constructivo y práctico, donde todos estén acomodados, que no cómodos, y la convivencia en paz contradiga -siglos después- a Voltaire y, entre todos, consigamos que el sentido común deje de ser el menos común de los sentidos.
Emilio Borrega
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