El PP que viene | Damián Beneyto
El PP que viene | Damián Beneyto
El PP que viene
DAMIÁN BENEYTO
Siempre pensé que el sucesor de Rajoy debería haber sido el Sr. Feijóo y, estoy casi seguro, que si no dio el paso adelante fue por el guirigai que había en el partido después de la esperpéntica moción de censura.
Las primarias a tres bandas dejaron tocado a más de uno. El triunfo del Sr. Casado fue una forma de que muchos militantes expresaran su cabreo contra los manejos de Dña. Soraya, pero también, sabiendo que el partido iba hacia abajo, que algunos dirigentes pusieran su sillón a buen recaudo arrimándose al presumible caballo ganador. Es lo que tiene la partidocracia.
España necesita un partido de derechas fuerte, sin complejos y con propuestas claras"
El periodo ‘casadista’ ha tenido luces y sombras, pero sobre todo ha tenido mucha incertidumbre. La búsqueda del centrismo conduce casi siempre al desbarajuste ideológico y crea mucha confusión en el votante y un votante confundido acaba cambiando el voto y si no que se lo pregunten a Ciudadanos.
Damián Beneyto Pita es natural de Carcaixent (Valencia), pero extremeño y residente en Plasencia desde 1977. Profesor de Enseñanza Secundaria. Fue Director del Centro de Artes Escénicas y de la Música, CEMART, entre 2007 y 2011. Director también de la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura entre 2007 y 2010, Diputado en la Asamblea de Extremadura por el Partido Regionalista Extremeño, PREX, entre 2011 y 2015.
Los partidos de centro, también llamados eufemísticamente ‘moderados’, acaban muriendo, al menos en España, por inanición. Así le paso al Partido Radical en la II República, a la UCD y al CDS en la Transición y últimamente a Ciudadanos. Las medias tintas no atraen a una clientela fiel y suelen ser flor de un día.
El Sr. Casado, como otros dirigentes de la derecha patria, ha pecado, en mi opinión, de tener ‘complejo de ideología’, es decir, de no aceptar que se es de derechas y que serlo no es ninguna inmoralidad, aunque en este país, según ‘sesudos’ parlanchines de la izquierda profunda, todo lo que no sea la siniestra, es fascismo.
Pablo es un buen orador de memoria portentosa pero en política los hechos muchas veces son más determinantes, para bien o para mal, que las palabras y, sobre todo, tienen más transcendencia. Se equivocó en Madrid, supongo que mal aconsejado, cuando lo que tenía que haber hecho era aprender de la Sra. Ayuso, pero los celos son malos consejeros y los malos consejeros (valga la redundancia) te pueden llevar, como ha ocurrido, al abismo.
El Sr. Feijóo ha llegado en olor de multitud, insisto debió suceder a Rajoy, su experiencia como gestor y como ‘conseguidor’ de mayorías absolutas no admite comparación. Lo tiene todo para ser el próximo presidente del Gobierno si no abjura de su condición de líder de un partido de derechas y no se dedica a buscar ese centro que ha dejado tantos cadáveres en la política patria.
El Sr. Feijóo tiene el apoyo mayoritario de su partido y ahora debe conseguir el apoyo mayoritario de los españoles. Un gran reto para un gran político"
España necesita un partido de derechas fuerte, sin complejos y con propuestas claras. Sin el tremendismo de VOX que añora tiempos pasados, pero con firmeza en asuntos tan importantes como la unidad de España, una justicia, una educación y una sanidad igual para todos los españoles, respeto para las víctimas del terrorismo y un plan económico para que todas las comunidades converjan y desaparezcan las desigualdades cada vez mayores entre ricas y pobres. Esto lo entienden todos los españoles.
La partidocracia también puede mermar las posibilidades del Sr. Feijóo de llegar a la Moncloa. Rodearse de buenos colaboradores es fundamental. Hay que dar alternativa a los que, aunque con menos experiencia ejecutiva en el partido, puedan aportar nuevos aires y generar ilusión en el votante. La política debe ser algo accidental en la vida de una persona -ya sé que eso es pedir peras al olmo-, pero no es bueno que un partido tenga siempre en candelero a los mismos perros con distintos collares que van saltando de cargo en cargo y viviendo toda su vida laboral de la mamandurria pública. No se trata de echar a nadie, pero sí de que algunos den un paso atrás por el bien del partido y de España.
En estos momentos, donde quizás nuestro país tiene el peor gobierno posible que nos va a llevar a la quiebra social y económica, el PP tiene que dar la talla y poner toda la carne en el asador para gobernar en 2023. El Sr. Feijóo tiene el apoyo mayoritario de su partido y ahora debe conseguir el apoyo mayoritario de los españoles. Un reto para un gran político. ¡Suerte maestro!
Damián Beneyto