Por malos derroteros | Carmen Heras

Por malos derroteros | Carmen Heras

Por malos derroteros | Carmen Heras

Por malos derroteros

CARMEN HERAS

Con verdadera curiosidad escuchaba yo las declaraciones de un alto cargo del ministerio de Irene Montero. Explicaba su propósito de introducir variantes en la ley para conseguir declarar objeto de baja laboral la regla mensual de las mujeres en aquellos casos de reglas dolorosas y extremas. Me pareció sintomático de un manera de hacer que, ante hipotéticas ‘debilidades’, construye armaduras y modos de tratamientos distintos por quienes dicen haber venido a este mundo a defender la igualdad entre las personas.

Nunca he entendido ese afán de algunas mujeres por querer ser tratadas como diferentes cuando tanto reivindican su entrada en cualquier puesto o trabajo en aquellos aspectos relacionados con la productividad"

La idea se me antoja profundamente exagerada porque, efectivamente, esos dolores menstruales, cuando son fuertes y graves, bien pueden ser diagnosticados por un médico y constituir, a su juicio, motivo de baja laboral, como si de otra enfermedad se tratase, sin necesidad de nuevas cláusulas en ninguna normativa.

Nunca he entendido ese afán de algunas mujeres por, en el fondo, querer ser tratadas como diferentes -cuando tanto reivindican su entrada en cualquier puesto o trabajo- en aquellos aspectos relacionados con la productividad. Siempre a base de resaltar en las normas las características biológicas femeninas que pueden servir de pretexto para no hacerlo, precisamente a quienes más se oponen a la entrada de la mujer en los espacios y trabajos públicos.

Carmen Heras Pablo
Carmen Heras Pablo es Licenciada en Ciencias Físicas por la Universidad de Valladolid. Profesora Titular de Didáctica de las Matemáticas en la Universidad de Extremadura donde anteriormente dirigió la Escuela Universitaria de Formación del Profesorado.
Diputada en el Congreso por Cáceres en representación del PSOE en 1996-2000, fue concejala en el Ayuntamiento de Cáceres en 2003-2007 y Alcaldesa entre 2007 y 2011

Este planteamiento ministerial, discriminatorio como pocos, tiene todo el aspecto de una gratificación o una minusvalía y está sujeto a posibles picarescas dado que el umbral del dolor es distinto de unas personas a otras y puede ser bastante subjetivo. Supongo que a algunas personas les gusta el reglamentismo y no lo pueden ocultar. Dividir la existencia en trocitos minúsculos y legislar para cada uno de ellos, de manera que las personas siempre encuentren un patrón por el que conducirse o por el que ser castigadas.

A mi todo ello me parece sorprendente, un problema de baja autoestima. Yo reivindico una manera generalista de enfocar los asuntos dentro de contextos globales e interrelacionados. Porque de lo que no creo que se trate, si se quiere equiparar realmente a las mujeres con los hombres, es de estar siempre insistiendo en aquellos aspectos mas proclives a ser entendidos como de ‘debilidad’ de cada sexo, dándoles rango de ley a lo que, al ser excepcional, como excepción debiera ser tratado.

Por malos derroteros, por Carmen Heras

En tiempos laboralmente duros como los de ahora, se trataría de fortalecer las estructuras básicas de contratación con criterios que no sirvan a los posibles empleadores como elemento disuasivo. En una época con tantas incertidumbres es absolutamente necesario invertir en la construcción de individuos -hombres, mujeres- fuertes que sepan enfrentar los problemas y resolverlos, en vez de ir buscando siempre un proteccionismo extremo hacia unos con el consiguiente recargo sobre los otros. Justicia equitativa, sí, pero melindres, los mínimos.

Ocurre que protección y proteccionismo no son términos semejantes. Mientras la protección implica la acción de proteger e impedir que alguien reciba algún daño, con la palabra proteccionismo se entiende toda una teoría económica que busca proteger los productos nacionales frente a los extranjeros a fuerza de grabar éstos últimos con aranceles y trabas en su distribución. Pues algo parecido puede ocurrir con el caso que nos ocupa. Buscar un esquema exageradamente proteccionista para una de las partes no hará más que señalar los aspectos menos rentables de su contratación frente a la otra, rebajando así sus posibilidades en el mercado de trabajo que, como todos sabemos, se rige por la competitividad.

Carmen Heras

Otros artículos de Carmen Heras

Un PP regionalista, por Damián Beneyto

Un PP ‘regionalista’ en Extremadura | Damián Beneyto

Una de las claves de que el actual Presidente del Partido Popular, Sr. Núñez Feijóo, consiguiera cuatro mayorías absolutas en Galicia fue, sin lugar a dudas, su galleguismo. El PP gallego, sin dejar de ser un partido españolista, supo conciliar lo nacional con lo...

Tributos y mayores | Carmen Heras

Creo que cualquier partido que quiera ganar las próximas elecciones generales, deberá enfrentar en su programa (entre otros) dos asuntos importantes, aunque solo sea porque matemáticamente afectan a un gran número de personas. El primero es el que se refiere a las...
El oro de Moscú, por Damián Beneyto

El oro de Moscú | Damián Beneyto

La llegada a mis manos del libro de Mariano Ansó, ‘Yo fui ministro de Negrín’, aunque publicado hace ya algún tiempo, ha despertado en mí un cierto interés por lo que para algunos ha sido el mayor robo ocurrido en España en toda su existencia y para otros tan solo una...
El PP que viene, por Damián Beneyto

El PP que viene | Damián Beneyto

Siempre pensé que el sucesor de Rajoy debería haber sido el Sr. Feijóo y, estoy casi seguro, que si no dio el paso adelante fue por el guirigai que había en el partido después de la esperpéntica moción de censura. Las primarias a tres bandas dejaron tocado a más de...
Malos derroteros, por Carmen Heras

Por malos derroteros | Carmen Heras

Con verdadera curiosidad escuchaba yo las declaraciones de un alto cargo del ministerio de Irene Montero. Explicaba su propósito de introducir variantes en la ley para conseguir declarar objeto de baja laboral la regla mensual de las mujeres en aquellos casos de...
Los sindicatos, por Damián Beneyto

Los sindicatos | Damián Beneyto

El sindicalismo en España siempre se ha caracterizado por su politización, su sectarismo y por su incoherencia. La aparición de los sindicatos ‘de clase’ a finales del siglo XIX (UGT) y principios del XX (CNT), que deberían haber sido fundamentales para mejorar las...
Camarada Putin; de Damián Beneyto

Camarada Putin | Damián Beneyto

La madre Rusia, como era llamada con veneración por aquellos pobres campesinos de la época zarista, vuelve a las andadas esta vez de manos de un iluminado, cruzado entre el sifilítico Iván IV, ‘El Terrible’ y el genocida Stalin. Tanto la Rusia zarista como la...

¿Quieres suscribirte?

* campo necesario

‘Femicomunismo’ | Damián Beneyto

‘Femicomunismo’ | Damián Beneyto

‘Femicomunismo’ | Damián Beneyto

'Femicomunismo'

DAMIÁN BENEYTO

Aunque nazismo y comunismo son, como diría un concejal catalanista de mi pueblo refiriéndose a algunas lenguas romances, términos sinónimos, en lo que nos compete es más correcto, en mi opinión, utilizar en España el vocablo ‘femicomunismo’ que ‘feminazismo’ que, aun queriendo decir lo mismo, nos aclara la procedencia de tan curioso y tétrico movimiento popular.

El 'femicomunismo' es una ideología totalitaria emanada de los desatinos de Hegel, Marx y Engels y con base en el victimismo y la mentira "

El ‘femicomunismo’ es una ideología totalitaria que emana de los desatinos de Hegel, Marx y Engels, que se basa siempre, como todos los populismos de extrema izquierda, en el victimismo y la mentira. No busca la igualdad entre los sexos, algo admitido por la inmensa mayoría de hombres y mujeres, busca la supremacía del sexo femenino sobre el masculino a través de los privilegios, de la discriminación positiva y de la violencia si se tercia.

Una de sus principales ideólogas, la estadounidense Valerie Jean Solanas en su manifiesto SCUM que aboga por la exterminación de los varones al más puro estilo estalinista, llegó a escribir, entre otras gilipolluás, lo siguiente:

Damián Beneyto

Damián Beneyto Pita es natural de Carcaixent (Valencia), pero extremeño y residente en Plasencia desde 1977.  Profesor de Enseñanza Secundaria. Fue Director del Centro de Artes Escénicas y de la Música, CEMART, entre 2007 y 2011. Director también de la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura entre 2007 y 2010, Diputado en la Asamblea de Extremadura por el Partido Regionalista Extremeño, PREX, entre 2011 y 2015.

“El macho es una mujer inacabada, un aborto ambulante, un aborto en fase gene. Ser macho es ser deficiente; un deficiente con la sensibilidad limitada. La virilidad es una deficiencia orgánica, una enfermedad; los machos son lisiados emocionales”.

Este movimiento es violento y beligerante, no hay que leer algunas ‘perlas’ como estas:

  • “Las mujeres que tiene sexo con hombres son traidoras de género”, Tiina Rosemberg (Profesora de la Universidad de Estocolmo).
  • “La proporción de hombres debe ser reducida y mantenida aproximadamente en un 10%”, Sally Miller Gearhart (Maestra en el Sweet Brian College).
  • “Todos los hombres son violadores”, Marilyn French (Escritora).
  • “El hombre es un animal doméstico el cual debe ser tratado con firmeza; puede ser entrenado para que haga muchas cosas”, Jilly Cooper (Periodista).
  • “Todo coito heterosexual es una violación”, Catharine Mackinnon (Profesora en la Universidad de Yale).
  • “La heterosexualidad no es una forma natural de vivir la sexualidad”, Beatriz Gimeno Reinoso (Activista y cargo público por la gracia de Podemos).

Por supuesto, hay muchas más perlas, algunas bastante barriobajeras, que por respeto a la mayoría de las mujeres no voy a reproducir.

También en el tema de la maternidad las femicomunistas desbarran adecuadamente y como ejemplo este ‘botón’: “El feto es una parte de su cuerpo (de la mujer) y es también un parásito que la explota; ella lo posee y también es poseída por él”, Simone de Beauvoir (Filósofa).

La obsesión de mostrar al respetable las domingas se realiza presentemente en los lugares de culto, siempre católicos; debe ser porque musulmanes y judíos las comprenden mejor"

Feminismo y comunismo, por Damián Beneyto

Políticamente, estas musas también son sectarias, como buenas rojelias y, si no, lean lo que dice la periodista y activista polaco-alemana, Rosa de Luxemburgo: “Quién es feminista y no de izquierdas, carece de estrategia. Quién es de izquierdas y no es feminista, carece de profundidad”.  Y se quedo tan pancha…

Las femicomunistas españolas son mucho más folclóricas, ¡dónde va a parar!, e incluso más campechanas y, por supuesto, menos leídas. Son un cruce entre Doña Rogelia sin refajo y Cristina Almeida en deshabillé; tienen mucha más espontaneidad y, sabedoras de que no pueden mostrar su inteligencia, enseñan su anatomía convenientemente tatuada. Tienen una obsesión especial por mostrar al respetable sus glándulas mamarias o domingas, aunque si se tercia también ponen en exposición pública el rulé o el parrús (coño, en valenciano).

Esta exhibición anatómica, la suelen realizar en edificios públicos y en lugares de culto preferentemente católico, las mezquitas y las sinagogas las frecuentan menos, debe ser porque musulmanes y judíos las comprenden mejor. También muestran sus gracias o sus desgracias, de todo hay, frente a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en las algarabías que montan para hacerse valer.

El lenguaje oral y/o escrito que utilizan para lanzar sus mensajes está lleno de poesía y de buenos deseos. He aquí algunos ejemplos:

  • “Muerte al macho”, pancarta
  • “Muerto el macho se acabó la rabia”, copia literal de otra una pancarta.
  • “No quiero tu piropo… quiero que te mueras”, seguimos con pancarta.
  • “Un macho muerto, un feminicidio menos. Muerte al macho”, pintada callejera.
  • “Machete al machote”, pancarta nuevamente.
  • “Hetero, te vamos a matar”, pintada.
  • “Mata a tu marido”, otra pintada.
  • “Mata a tu papá y a tu novio y a tu hermano”, pintada.
Femicomunismo, por Damián Beneyto

Doña Irene debe saber, con perdón, que, desde que el mundo es mundo, tiran más dos tetas que dos carretas y, por ello, ella es ministra"

Como se puede comprobar, estas femicomunistas de pro son un dechado de buenas intenciones.

Curiosamente, la mayoría de las femicomunistas autóctonas que han llegado a cargos de responsabilidad política lo han hecho de la mano de algún macho alfa y ha sido una especie de gratificación por el derecho de pernada.

Alguna hasta ha llegado a ministra por méritos de alcoba y ahora anda diciendo que a los hombres nos dan miedo las tetas. Esta pobre mujer, por muy ‘menistra’ que sea, no anda muy sobrada de luces y la prueba es que agradeció como un gran piropo que un presentador pelachufas y barriobajero la dijera en un programa televisivo que ‘tenía el coño como una mesa’. Dña. Irene debe saber, con perdón, que desde que el mundo es mundo tiran más dos tetas que dos carretas y por eso, ella es ‘menistra’.

Estoy convencido que en nuestro país la inmensa mayoría está por la igualdad entre los sexos. Sacar los demonios de paseo sólo trae rencor e inquina. La violencia de género, en todas sus formas, debe perseguirse y castigarse sin discriminación. Como decía al principio de mi parrafada, la auténtica igualdad no entiende ni de privilegios, ni de discriminaciones, por muy positivas que sean.

Damián Beneyto

Otros artículos de Damián Beneyto

Un PP regionalista, por Damián Beneyto

Un PP ‘regionalista’ en Extremadura | Damián Beneyto

Una de las claves de que el actual Presidente del Partido Popular, Sr. Núñez Feijóo, consiguiera cuatro mayorías absolutas en Galicia fue, sin lugar a dudas, su galleguismo. El PP gallego, sin dejar de ser un partido españolista, supo conciliar lo nacional con lo...

Tributos y mayores | Carmen Heras

Creo que cualquier partido que quiera ganar las próximas elecciones generales, deberá enfrentar en su programa (entre otros) dos asuntos importantes, aunque solo sea porque matemáticamente afectan a un gran número de personas. El primero es el que se refiere a las...
El oro de Moscú, por Damián Beneyto

El oro de Moscú | Damián Beneyto

La llegada a mis manos del libro de Mariano Ansó, ‘Yo fui ministro de Negrín’, aunque publicado hace ya algún tiempo, ha despertado en mí un cierto interés por lo que para algunos ha sido el mayor robo ocurrido en España en toda su existencia y para otros tan solo una...
El PP que viene, por Damián Beneyto

El PP que viene | Damián Beneyto

Siempre pensé que el sucesor de Rajoy debería haber sido el Sr. Feijóo y, estoy casi seguro, que si no dio el paso adelante fue por el guirigai que había en el partido después de la esperpéntica moción de censura. Las primarias a tres bandas dejaron tocado a más de...
Malos derroteros, por Carmen Heras

Por malos derroteros | Carmen Heras

Con verdadera curiosidad escuchaba yo las declaraciones de un alto cargo del ministerio de Irene Montero. Explicaba su propósito de introducir variantes en la ley para conseguir declarar objeto de baja laboral la regla mensual de las mujeres en aquellos casos de...
Los sindicatos, por Damián Beneyto

Los sindicatos | Damián Beneyto

El sindicalismo en España siempre se ha caracterizado por su politización, su sectarismo y por su incoherencia. La aparición de los sindicatos ‘de clase’ a finales del siglo XIX (UGT) y principios del XX (CNT), que deberían haber sido fundamentales para mejorar las...
Camarada Putin; de Damián Beneyto

Camarada Putin | Damián Beneyto

La madre Rusia, como era llamada con veneración por aquellos pobres campesinos de la época zarista, vuelve a las andadas esta vez de manos de un iluminado, cruzado entre el sifilítico Iván IV, ‘El Terrible’ y el genocida Stalin. Tanto la Rusia zarista como la...

¿Quieres suscribirte?

* campo necesario

Pensamiento único | Damián Beneyto

Pensamiento único | Damián Beneyto

Pensamiento único | Damián Beneyto

Pensamiento único

DAMIÁN BENEYTO

Parece que fue el periodista gallego Ignacio Ramonet allá por 1994 el primero en utilizar el concepto de ‘pensamiento único’ en su libro “Pensamiento crítico vs. Pensamiento único”Ramonet lo define como “una especie de doctrina viscosa que, insensiblemente, envuelve cualquier razonamiento rebelde, lo inhibe, lo perturba, lo paraliza y acaba por ahogarlo”.

Lo que está claro es que el ‘pensamiento único’ es el pensamiento de los que lo saben todo, de los que se creen que están por encima del bien y del mal, de los que afirman estar en posesión de la verdad absoluta y, por consiguiente, se sienten intelectual y moralmente por encima de los demás.

Curiosamente este concepto fue utilizado por la izquierda anticapitalista para poner en evidencia el neoliberalismo económico como único pensamiento aceptable.

El 'pensamiento único' el el pensamiento de los que lo saben todo, de los que creen que están por encima del bien y del mal, de los que afirman estar en posesión de la verdad absoluta"

Desde un punto de vista filosófico fue Arthur Schopenhauer, primero, y Herbert Marcuse, después, los que inicialmente utilizaron este concepto, pero con un significado distinto al que se le da actualmente.

No cabe duda que la globalización ha contribuido a la expansión de la uniformidad de pensamiento y en pocos años, especialmente en los países más desarrollados, se ha convertido en una especie de religión en la que uno ingresa sin enterarse y que cada día tiene más adeptos y es más fundamentalista.

Damián Beneyto; Regionalismo extremeños; Asamblea de Extremadura; Visioncoach;

Damián Beneyto Pita es natural de Carcaixent (Valencia), pero extremeño y residente en Plasencia desde 1977.  Profesor de Enseñanza Secundaria. Fue Director del Centro de Artes Escénicas y de la Música, CEMART, entre 2007 y 2011. Director también de la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura entre 2007 y 2010, Diputado en la Asamblea de Extremadura por el Partido Regionalista Extremeño, PREX, entre 2011 y 2015.

Naturalmente esta ‘religión’ tiene sus ‘popes’, sus propagadores, evangelizadores o proselitistas que desde los poderes fácticos políticos y económicos dicen al pueblo soberano lo que debe pensar y, como consecuencia de esa unidad pensante, qué debe comprar, a quién debe votar, qué debe opinar, cómo debe vestir e incluso cómo deben responder ante los problemas que suscita el mero hecho de existir.

Los medios de comunicación son los grandes propagadores. Son los encargados de decirnos lo que está bien y lo que está mal, según los patrones perfectamente diseñados por los ‘queridos líderes’ que gobiernan el otrora planeta azul. La humanidad poco a poco se va imbuyendo de ese ‘dogmatismo ético’ que no admite ningún tipo de discusión.

El pensamiento único ha creado unos principios éticos con los que se valora tanto el presente como el pasado, sin tener en cuenta la evolución histórica y cultural del ser humano. Todo es evaluado desde esta nueva normativa moral.    

Para la implantación de este ‘nuevo orden’ es necesario limitar el espíritu crítico del personal y para ello ha de ser lo más dependiente posible de los poderes establecidos.

Hay que hacer creer al pueblo soberano que la supervivencia y el bienestar son imposibles sin el concurso del poder político, pero además, para fijar esta creencia, los probos ciudadanos deben sentirse protagonistas de la elección de sus gobernantes, aunque al final sólo hayan metido en la urna, en el mejor de los casos, una papeleta donde figuran un determinado número de personajes que no conoce en su mayoría y para cuya inclusión en la misma no se le ha pedido ni siquiera opinión.

La intervención en los sistemas educativos es fundamental para conseguir que las nuevas generaciones sean cada vez más dúctiles y maleables. Adoctrinar a niños y jóvenes es la mejor forma de conseguir para el futuro una sociedad adocenada, ignara y carente de la capacidad de rebelarse ante el nihilismo moral o ético imperante, donde nada es moralmente apropiado o inapropiado salvo lo que se ha dado en  llamar lo ‘políticamente correcto’.

Discrepancia

Hoy para cambiar la sociedad no es necesario tomar el Palacio de Invierno; basta con tomar las escuelas".

François Mitterrand

 Hoy en día, si no quieres complicarte la vida, si quieres ser aceptado socialmente, si no quieres ser tachado de retrogrado, reaccionario o faccioso tienes que comulgar con unos principios que emanan de ese ‘pensamiento único’ y que te va a dar el sello de ‘corrección política’ tan valorado hoy en día.

No quiero decir que esos principios no sean en algunos casos loables, si se toman en su justa medida, ni que puedan suponer un avance para que cada vez la sociedad sea más tolerante y justa; pero mucho me temo que en demasiadas ocasiones se consiga el efecto contrario y lo que es peor, puedan suponer un atentado a las libertades individuales del ser humano.

Así, por ejemplo, el feminismo –‘hembrismo’ en mi humilde opinión, por una cuestión semántica- entendido como la igualdad jurídica, laboral  y social entre  hombres y mujeres

se ha acabado convirtiendo, con el beneplácito de gran parte de la sociedad, en lo que algunos llamamos ‘feminazismo’. Es decir, en una corriente ideológica que hace al macho culpable de todos los males de la humanidad. A tal punto se ha llegado que no se ha tenido ningún pudor jurídico en negarle al varón la presunción de inocencia ante cualquier denuncia que provenga de una ‘dama’ sin ni siquiera comprobar la veracidad de la misma.

Es cierto que la violencia machista provoca decenas de crímenes al año en nuestro país y que sigue habiendo violaciones y abusos, lo cual es absolutamente condenable, pero no es menos cierto que no puede haber discriminación por razón de sexo, como dice nuestra Constitución, y en nuestro país esa discriminación existe en contra de los hombres. Cualquier ciudadano macho está expuesto a que su vida se convierta en un infierno si es denunciado por alguna hembra resentida, aunque sea más inocente que los pensamientos de Bambi.

No se trata de discriminar, se trata de igualar y para eso, tanto ellas como ellos deben demostrar sus aptitudes y sus méritos. La discriminación positiva es, al fin y al cabo, discriminación sin apellidos. Pero nadie o muy pocos ponen en tela de juicio ese abuso manifiesto del sexo femenino sobre el masculino.

Lo del lenguaje ya es de traca. Usar de forma genérica el masculino se ha convertido en un atentado contra la igualdad y ya no conformes con utilizar redundantemente ambos géneros, aunque muchas veces nos los inventemos -lo cual es de un cursi empalagoso además de una gilupolluá-,  sino que, además, algunos zaparrastrosos de la cultura se han inventado un tercer género que debe ser un cruce entre feminazi y alienígena.

Lo grave de este desmadre idiomático es el mensaje que se lanza a una juventud que, dada su ignorancia, acabará no sabiendo hablar, agravándose en que ya escribir casi no sabe.

La superioridad moral de la izquierda profunda es en nuestro país otro dogma del ‘pensamiento único’. Para ello, no han tenido ningún problema en tergiversar acontecimientos acaecidos en nuestra historia, especialmente en lo referente a la Segunda República y posterior Guerra Civil, ocultando y falseando hechos y documentos, y llevando a cabo un revisionismo grosero y obsceno con el fin de blanquear a unos partidos de izquierda cuyos dirigentes nos llevaron a uno de los peores momentos de nuestra historia.

El culmen de esta tropelía es la creación de una Ley de Memoria Histórica, convertida ahora en Ley de Memoria Democrática, que no es más que una forma de legitimar una visión absolutamente partidista y maniquea de lo que ocurrió en España entre 1931 y 1975. Naturalmente, este juicio sectario de la historia se convertirá, Dios mediante, en materia obligatoria en nuestro sistema educativo como parte del adoctrinamiento programado.

Las etiquetas del pensamiento único

Lo que más sorprende de este lavado de cerebro al que vamos a someter a nuestros niños y jóvenes es el lamentable espectáculo que está dando la derecha patria, que sigue absolutamente acomplejada y que no es capaz de plantar cara a tamaño desafuero. La Ley de Memoria Histórica, además de partir de premisas falsas y maniqueas, es un atentado contra las libertades individuales de los españoles.

Manifestarse de derechas o de izquierdas en este país también nos hace más o menos ‘políticamente correctos’. Ser ‘de derechas’ no está bien visto y de ahí, fruto de una especie de sentimiento culpatorio instigado especialmente por los medios, nos hemos inventado eso del centro-derecha, que nos tranquiliza mucho la conciencia. Ser de derechas es en nuestro país ser un facha -forma coloquial de denominar a los fascistas-, aunque, por mucho que se empeñen los sesudos propagandistas rojelios, en España nunca hubo fascismo (para saber lo que es el fascismo les recomiendo la lectura de “El Hijo del Siglo” de Antonio Scurati). Sin embargo, sí ha habido y hay comunismo; una ideología que, donde ha conseguido gobernar, ha masacrado a la población y teniendo a sus espaldas más de 100 millones de muertos y la ruina social y económica de muchos países.

Pues, ya ven, fruto de ese ‘evangelio progre’, uno no puede negar el holocausto nazi, bajo pena incluso de cárcel, pero si puede negar el genocidio de Stalin en Ucrania o el gulag siberiano, donde murieron millones de personas, unas ajusticiadas y otras de frio y hambre. Incluso se permite poner en lugares públicos fotos en homenaje al mayor asesino de la historia –el ‘camarada Stalin’-, ayuntamientos incluidos.

El ecologismo y el cambio climático también forman parte del ‘pensamiento único’. Aun siendo cierto que estamos en un periodo de cambio climático y que el aumento de la población de la tierra hace que se necesiten más recursos, no parece muy científico hacer al ser humano único responsable del llamado ‘calentamiento global’. Desde el Jurásico se han producido en nuestro planeta más de mil cambios climáticos con glaciaciones que han congelado medio planeta y periodos interglaciares muy cálidos. Esto se debe, según los expertos del Instituto de Tecnología de Massachusetts, a los cambios en la órbita de la Tierra alrededor del Sol. También sus estudios demuestran que los periodos cálidos son más prolongados que los glaciares.

La contaminación ambiental es un hecho innegable, como también lo es la utilización política y económica que de la misma hacen los poderes fácticos que manejan el cotarro en el mundoLos partidos de izquierda han encontrado un filón ideológico en eso del ecologismo y, a pesar de que los países más rojelios son los que más contaminan, sin ningún pudor se han lanzado a acusar al capitalismo y al liberalismo de todos los desastres habidos y por haber. Como ejemplo les diré –según datos que me ha facilitado el profesor Julián Mora Aliseda– que China, país ‘de derechas’ donde los haya, emite el 30% del total del CO2 humano al planeta y, además, se dedica a esquilmar los recursos naturales de los países africanos y sudamericanos. Sin embargo, Europa, cuna del capitalismo, ha reducido un 25% las emisiones de CO2 desde 1990 y ha aumentado su superficie forestal en un 30%.

Damián Beneyto y el pensamiento único

El 'feminismo' se ha convertido en una corriente ideológica que hace al macho culpable de todos los males de la humanidad, negándole sin pudor la presunción de inocencia ante cualquier denuncia que provenga de una 'dama' ".

Pero, a pesar de lo evidente, lo ‘políticamente correcto’ es ser de izquierdas si te preocupa el medio ambiente. Uno no puede ser ecologista de derechas, ¡faltaría más! Claro que hay ecologismos fundamentalistas que rayan en la paranoia y que, como ocurre en Extremadura, pueden acabar poniendo a la especie humana en peligro de extinción.    

En los temas migratorios también hay que estar con la doctrina oficial y decir, con la boca chica, que ‘ancha es Castilla’ y que todos ‘p´alante’.  Este espíritu tan caritativo acabará convirtiéndose en un gran problema, si ya no lo es. Curiosamente, son los países capitalistas los más solicitados –nadie emigra a Rusia, China, Venezuela, Cuba, Corea del Norte, Irán, etc.– por la pobre gente que huye despavorida de su tierra, bien por el hambre, bien por la guerra o por ambas cosas. No deja de ser una paradoja trágica que sean nuevamente los partidos de izquierda quienes pretendan convertirse en los paladines de los emigrantes, cuando muchos de ellos huyen despavoridos de países con regímenes comunistas.

Convertir a Europa y a Norteamérica en únicos destinos de decenas de millones de personas no solo no soluciona el problema si no que lo va agravando y se convierte en una bomba de relojería que puede explotar en cualquier momento. Decir este axioma le puede costar a uno ser catalogado de xenófobo, racista y otras lindezas; pero si no se tratan los problemas de los países productores de emigrantes en origen, en pocos años la cultura occidental y el estado del bienestar habrán desaparecido de la faz de la tierra.

Tener espíritu crítico, disentir de la ‘propaganda oficial’, defender la libertad individual y educar en la autonomía, la independencia, el atrevimiento y el descubrimiento, no entra en ese ‘pensamiento único’ de lo ‘políticamente correcto’. Se impone la dictadura de las ideas y solo valen aquellas que hacen al ser humano más dependiente, más obediente, menos autónomo y, naturalmente, menos libre.

Damián Beneyto

Otros artículos de Damián Beneyto

Un PP regionalista, por Damián Beneyto

Un PP ‘regionalista’ en Extremadura | Damián Beneyto

Una de las claves de que el actual Presidente del Partido Popular, Sr. Núñez Feijóo, consiguiera cuatro mayorías absolutas en Galicia fue, sin lugar a dudas, su galleguismo. El PP gallego, sin dejar de ser un partido españolista, supo conciliar lo nacional con lo...

Tributos y mayores | Carmen Heras

Creo que cualquier partido que quiera ganar las próximas elecciones generales, deberá enfrentar en su programa (entre otros) dos asuntos importantes, aunque solo sea porque matemáticamente afectan a un gran número de personas. El primero es el que se refiere a las...
El oro de Moscú, por Damián Beneyto

El oro de Moscú | Damián Beneyto

La llegada a mis manos del libro de Mariano Ansó, ‘Yo fui ministro de Negrín’, aunque publicado hace ya algún tiempo, ha despertado en mí un cierto interés por lo que para algunos ha sido el mayor robo ocurrido en España en toda su existencia y para otros tan solo una...
El PP que viene, por Damián Beneyto

El PP que viene | Damián Beneyto

Siempre pensé que el sucesor de Rajoy debería haber sido el Sr. Feijóo y, estoy casi seguro, que si no dio el paso adelante fue por el guirigai que había en el partido después de la esperpéntica moción de censura. Las primarias a tres bandas dejaron tocado a más de...
Malos derroteros, por Carmen Heras

Por malos derroteros | Carmen Heras

Con verdadera curiosidad escuchaba yo las declaraciones de un alto cargo del ministerio de Irene Montero. Explicaba su propósito de introducir variantes en la ley para conseguir declarar objeto de baja laboral la regla mensual de las mujeres en aquellos casos de...
Los sindicatos, por Damián Beneyto

Los sindicatos | Damián Beneyto

El sindicalismo en España siempre se ha caracterizado por su politización, su sectarismo y por su incoherencia. La aparición de los sindicatos ‘de clase’ a finales del siglo XIX (UGT) y principios del XX (CNT), que deberían haber sido fundamentales para mejorar las...
Camarada Putin; de Damián Beneyto

Camarada Putin | Damián Beneyto

La madre Rusia, como era llamada con veneración por aquellos pobres campesinos de la época zarista, vuelve a las andadas esta vez de manos de un iluminado, cruzado entre el sifilítico Iván IV, ‘El Terrible’ y el genocida Stalin. Tanto la Rusia zarista como la...

¿Quieres suscribirte?

* campo necesario

¿Ruptura del movimiento feminista? | Carmen Heras

¿Ruptura del movimiento feminista? | Carmen Heras

¿Ruptura del movimiento feminista? | Carmen Heras

¿Ruptura del movimiento feminista?

CARMEN HERAS

El movimiento feminista parece estar gravemente herido. El tiempo dirá si es herida mortal o no. Peligrosa si lo es. Sus más destacadas y sólidas representantes, aquellas mujeres lúcidas y reflexivas que lo ayudaron a elevarse sobre las meras reivindicaciones en las calles y le dieron argumentos, están doloridas y decepcionadas.

Hubo un tiempo en el que leí mucho sobre feminismo. Todo era bastante más monolítico. Como también ha ocurrido con otras cuestiones en épocas anteriores, las mujeres estaban bastante de acuerdo en cuáles eran los aspectos que debían reivindicar para disponer de una vida más digna. Eran tan evidentes que, diagnosticarlos y priorizarlos, resultaba relativamente fácil, dentro de una lista de deseos y opciones.

El término 'género' sirve para determinar las desigualdades de las mujeres en cualquier parte del mundo"

Algo parecido a lo que se produjo en España cuando el país se constituyó como un estado de autonomías y fue necesario poner los pies en el suelo, conseguir competencias y empezar a construir un lugar autogestionado con el que sus habitantes se identificasen y del que pudieran sentirse orgullosos.

En muchos lugares de una determinada autonomía hubo que comenzar por el principio. Y si la zona era eminentemente rural ese inicio significaba poner en marcha, de manera general, las estructuras fundamentales: luz, agua, carreteras, colegios, casas de cultura. Acertar estaba asegurado. Mejorar lo qué había, también.

Carmen Heras Pablo
Carmen Heras Pablo es Licenciada en Ciencias Físicas por la Universidad de Valladolid. Profesora Titular de Didáctica de las Matemáticas en la Universidad de Extremadura donde anteriormente dirigió la Escuela Universitaria de Formación del Profesorado.
Diputada en el Congreso por Cáceres en representación del PSOE en 1996-2000, fue concejala en el Ayuntamiento de Cáceres en 2003-2007 y Alcaldesa entre 2007 y 2011

Desde un criterio centralizado de país, existían diferentes velocidades de gestión de unos territorios respecto a otros y las gentes más humildes y sus líderes se pusieron a la tarea de equipararse con los más adelantados. O al menos, esa fue la voluntad mayoritaria.

Pero a medida que fué pasando el tiempo todo se hizo más complejo. Elegir lo qué hacer en el paso siguiente para seguir con el progreso iba resultando cada vez más difícil, acertar también. Construir sobre lo básico conseguido, sobre todo cuando se trata de avivar y desarrollar el material humano que vive en los espacios regionales, es un logro que nunca termina, pues es conocido que una vez abierta una ventana, las personas miramos hacia el mundo exterior y siempre anhelamos, necesitamos, más. Tanto más, si la situación exige cambios estructurales que nadie parece querer arriesgarse a hacer.

Algo parecido está sucediendo con el tema que nos ocupa y que no es otro que el de los derechos de las mujeres. Que una vez cimentados (al menos teóricamente) los susodichos derechos básicos en leyes, normas y opinión pública, abierta la vía para los matices, para problemas e interrogantes específicos subyacentes debidos a una visión distinta del mundo, todo se complicó.

La nueva Ley que el Ministerio de Igualdad ha confeccionado y pretende aprobar va de manera directa a desdibujar los logros alcanzados. Al ser posible el cambio de sexo, ya no puede demostrarse que las desigualdades se producen en razón al género"

Irene Montero y el feminismo recalcitrante

El término ‘género’ es una construcción que sirve para determinar las desigualdades de las mujeres -por el mero hecho de serlo- en cualquier parte del mundo. Demostradas con datos. Desde el año 2014, el Real Diccionario de la Lengua recoge la acepción de género como una categoría sociocultural, pero no biológica, «al que pertenecen los seres humanos de cada sexo». En España género y sexo no significan lo mismo.

El uso del primero de éstos conceptos ha convertido a la mujer en un sujeto político. El número elevado de ellas reivindicándolo lo ha hecho posible. Pero ahora, reconocidas feministas temen que desaparezca todo o mucho de lo conseguido políticamente.

La nueva Ley que el Ministerio de Igualdad ha confeccionado y pretende aprobar, va de manera directa, a juicio de ellas, al desdibujamiento de los logros alcanzados, pues al ser posible el cambio de sexo ya no puede demostrarse que las desigualdades se producen en razón al género al que se pertenece. El reconocimiento jurídico a la autodeterminación de género es un golpe certero a la tesis fundamental del feminismo y tendrá sus consecuencias.

Carmen Heras

Otros artículos de Carmen Heras

Un PP regionalista, por Damián Beneyto

Un PP ‘regionalista’ en Extremadura | Damián Beneyto

Una de las claves de que el actual Presidente del Partido Popular, Sr. Núñez Feijóo, consiguiera cuatro mayorías absolutas en Galicia fue, sin lugar a dudas, su galleguismo. El PP gallego, sin dejar de ser un partido españolista, supo conciliar lo nacional con lo...

Tributos y mayores | Carmen Heras

Creo que cualquier partido que quiera ganar las próximas elecciones generales, deberá enfrentar en su programa (entre otros) dos asuntos importantes, aunque solo sea porque matemáticamente afectan a un gran número de personas. El primero es el que se refiere a las...
El oro de Moscú, por Damián Beneyto

El oro de Moscú | Damián Beneyto

La llegada a mis manos del libro de Mariano Ansó, ‘Yo fui ministro de Negrín’, aunque publicado hace ya algún tiempo, ha despertado en mí un cierto interés por lo que para algunos ha sido el mayor robo ocurrido en España en toda su existencia y para otros tan solo una...
El PP que viene, por Damián Beneyto

El PP que viene | Damián Beneyto

Siempre pensé que el sucesor de Rajoy debería haber sido el Sr. Feijóo y, estoy casi seguro, que si no dio el paso adelante fue por el guirigai que había en el partido después de la esperpéntica moción de censura. Las primarias a tres bandas dejaron tocado a más de...
Malos derroteros, por Carmen Heras

Por malos derroteros | Carmen Heras

Con verdadera curiosidad escuchaba yo las declaraciones de un alto cargo del ministerio de Irene Montero. Explicaba su propósito de introducir variantes en la ley para conseguir declarar objeto de baja laboral la regla mensual de las mujeres en aquellos casos de...
Los sindicatos, por Damián Beneyto

Los sindicatos | Damián Beneyto

El sindicalismo en España siempre se ha caracterizado por su politización, su sectarismo y por su incoherencia. La aparición de los sindicatos ‘de clase’ a finales del siglo XIX (UGT) y principios del XX (CNT), que deberían haber sido fundamentales para mejorar las...
Camarada Putin; de Damián Beneyto

Camarada Putin | Damián Beneyto

La madre Rusia, como era llamada con veneración por aquellos pobres campesinos de la época zarista, vuelve a las andadas esta vez de manos de un iluminado, cruzado entre el sifilítico Iván IV, ‘El Terrible’ y el genocida Stalin. Tanto la Rusia zarista como la...

¿Quieres suscribirte?

* campo necesario

El sexo del asesino | Damián Beneyto

El sexo del asesino | Damián Beneyto

El sexo del asesino | Damián Beneyto

El sexo del asesino

DAMIÁN BENEYTO

“El derecho a la vida es un derecho universal, es decir que le corresponde a todo ser humano. Es un derecho necesario para poder concretizar todos los demás derechos universales. Si no hay vida, no tiene sentido que existan los demás derechos fundamentales”.

“Para los niños el derecho a la vida es la oportunidad de vivir su infancia y poder crecer, desarrollarse y llegar a la edad adulta. El derecho a la vida de los niños está compuesto por dos derechos fundamentales: el derecho inherente a la vida y el derecho a la supervivencia y al desarrollo”. (Humanium ONG.)

.

La muerte de las dos niñas en Tenerife, presuntamente a manos de su padre, ha despertado el dolor y la indignación de la mayoría. La muerte de un niño siempre es un drama, pero en esas circunstancias el drama pasa a la categoría de inexplicable tragedia. Es muy difícil entender como un ser humano puede acabar con la vida de dos criaturas que además son sus hijas. Cualquier adjetivo para calificar esta desgracia se quedaría siempre corto.

Cuando escribo esta parrafada aun no ha aparecido el cadáver de la pequeña de las hermanas, ni se sabe nada del paradero del padre, aunque todo hace pensar que el presunto filicida se suicidó después de asesinar a sus hijas, su cadáver aun no ha aparecido.

Los medios de comunicación han dado y siguen dando cumplida información del suceso, aderezándolo con comentarios más o menos acertados de supuestos ‘expertos’ que hacen, del morbo que producen estos hechos tan luctuosos, un auténtico espectáculo.

Naturalmente, y como no podía ser de otra manera -que se diría en politiqués-, el hembrismo rancio está aprovechando esta tragedia para arrimar el ascua a su sardina y, de forma maniquea, calificar a todos los machos de la especie de auténticos monstruos capaces de los crímenes más execrables. La guerra de sexos hace tiempo que está declarada y de momento, al menos en lo que a los medios se refiere, la van ganando las hembristas.

Damián Beneyto; Regionalismo extremeños; Asamblea de Extremadura; Visioncoach;

Damián Beneyto Pita es natural de Carcaixent (Valencia), pero extremeño y residente en Plasencia desde 1977.  Profesor de Enseñanza Secundaria. Fue Director del Centro de Artes Escénicas y de la Música, CEMART, entre 2007 y 2011. Director también de la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura entre 2007 y 2010, Diputado en la Asamblea de Extremadura por el Partido Regionalista Extremeño, PREX, entre 2011 y 2015.

Es cierto que muchas mujeres mueren o son agredidas por sus parejas o exparejas (algo absolutamente condenable), y que muchas veces los hijos también pagan las consecuencias (también absolutamente condenable), pero de ahí a aseverar que sólo los hombres son capaces de asesinar niños -como dice en un desafortunado mensaje en Facebook una exalcaldesa-, hay mucha diferencia.

Si ya existe un cierto ‘desequilibrio’ en el Código Penal en el trato que reciben hombres y mujeres ante fechorías de esta guisa, sólo faltaría que el sexo del asesino fuera determinante a la hora  de catalogar el delito, aunque, de seguir así las cosas, todo se andará.

El ser humano siempre ha tenido una cierta atracción por el mal, incluso se tiene una cierta fascinación por lo malvado y, naturalmente, los medios de comunicación contribuyen a que cada vez haya más interés morboso por los casos más execrables.

Muchos filósofos se han manifestado sobre el origen del mal así: Schopenhauer, defendía que el mal tiene un punto de partida incontestable: nosotros mismos; Nietzsche iba más lejos y ponía el origen del mal no sólo en el ser humano, sino en la propia naturaleza. Sin embargo, Sócrates atribuía el mal a la ignorancia, uno es malvado porque no conoce el bien y no sabe, por lo tanto, actuar conforme a él.

El hembrismo rancio está aprovechando esta tragedia para arrimar el ascua a su sardina y, de forma maniquea, calificar a todos los machos de la especie en auténticos monstruos"

Lo que no ha dicho ningún filósofo, al menos que yo haya leído, es que la maldad en la raza humana sea patrimonio de los hombres o de las mujeres. En la historia de la humanidad hay hombres malísimos y mujeres malísimas -seguro que a todos se nos ocurren algunos nombres-. Lógicamente los ‘estilos’ de perversidad son distintos, aunque el fin sea el mismo. La avaricia, la soberbia, la lujuria, la ira, la envidia e incluso la gula y la pereza han desencadenado millones de tragedias a lo largo de la historia siendo sus protagonistas tanto unos como unas.  

La utilización de la fuerza bruta para acabar con el ‘enemigo’ siempre fue más masculina por una cuestión absolutamente fisiológica (mayor masa muscular, una morfología distinta, mayor caja torácica, mayor cantidad de testosterona, distinta estructura muscular, etc.). Sin embargo, el sexo femenino siempre ha actuado con más ‘sutileza’ cuando se trataba de mandar a alguien al otro barrio. La utilización del veneno, a veces en pequeñas dosis, hasta cumplir el objetivo (véase ‘la sopa de Serradilla’) o el empleo de sicarios a cambio de parné u otros favores han sido prácticas femeninas bastante habituales  a lo largo de la historia.

El asesinato de niños, por razones muchas veces inescrutables, tampoco es patrimonio exclusivo de ningún sexo. Negar que algunas mujeres, por distintas razones, sean capaces de acabar con la vida de sus hijos o de otros niños es tan absurdo que sólo cabe en la mente calenturienta de feminazis solas y borrachas. De hecho, de cada diez niños asesinados, siete lo son a manos de mujeres.

Estadística de asesinatos de niños en España INE

El asesinato de niños no es patrimonio exclusivo de ningún sexo; de hecho, de cada diez niños asesinados, siete lo son a manos de mujeres."

Estos datos -tomados del Instituto Nacional de Estadística, INE-, que son incuestionables, no dejan en muy buen lugar a esa caterva de hembristas de mesa camilla y casoplón empeñadas en promover una campaña mediática contra los machos de la especie a los que se les acusa, algunas veces de forma infundada, de ser los responsables de todos los males de la humanidad.

Al igual que detrás de un gran hombre suele haber una gran mujer, no sería descabellado pensar que detrás de un mal hombre, muchas veces, también hay una mala mujer. La historia está llena de ejemplos y eso de que ‘más tiran dos tetas que dos carretas’ se cumple en muchas ocasiones.

No es mi intención en esta parrafada disculpar a nadie ni hacer un ejercicio de machismo. El mal está en las personas independientemente de su sexo y las razones que llevan a alguien a quitar una vida son en muchos casos difíciles de entender. También es difícil de entender que la Humanidad sea tan justiciera en algunas ocasiones y en otras mire para otro lado e incluso disculpe el asesinato de un semejante.

El sexo del asesino, de Damián Beneyto

Lo que sí que proclamo es que quien quite una vida tenga un castigo acorde al mal cometido. Una vida es irremplazable y como tal el que mata a un semejante con premeditación, alevosía y otros agravantes debe de ser encerrado a perpetuidad.

España es uno de los países del mundo donde arrebatar la vida a un semejante puede salir más barato. Nuestro Código Penal está lleno de lagunas y subterfugios que permite que, en muchas ocasiones, asesinos convictos y confesos cumplan condenas ridículas amparándose en normas, algunas importadas, que olvidan el daño producido y que acaban convirtiendo al asesino en víctima del sistema.

Vivimos en una sociedad absolutamente nihilista que niega toda creencia y todo principio moral. Ahí está la madre del cordero y no en el sexo del asesino.

Damián Beneyto

Otros artículos de Damián Beneyto

Un PP regionalista, por Damián Beneyto

Un PP ‘regionalista’ en Extremadura | Damián Beneyto

Una de las claves de que el actual Presidente del Partido Popular, Sr. Núñez Feijóo, consiguiera cuatro mayorías absolutas en Galicia fue, sin lugar a dudas, su galleguismo. El PP gallego, sin dejar de ser un partido españolista, supo conciliar lo nacional con lo...

Tributos y mayores | Carmen Heras

Creo que cualquier partido que quiera ganar las próximas elecciones generales, deberá enfrentar en su programa (entre otros) dos asuntos importantes, aunque solo sea porque matemáticamente afectan a un gran número de personas. El primero es el que se refiere a las...
El oro de Moscú, por Damián Beneyto

El oro de Moscú | Damián Beneyto

La llegada a mis manos del libro de Mariano Ansó, ‘Yo fui ministro de Negrín’, aunque publicado hace ya algún tiempo, ha despertado en mí un cierto interés por lo que para algunos ha sido el mayor robo ocurrido en España en toda su existencia y para otros tan solo una...
El PP que viene, por Damián Beneyto

El PP que viene | Damián Beneyto

Siempre pensé que el sucesor de Rajoy debería haber sido el Sr. Feijóo y, estoy casi seguro, que si no dio el paso adelante fue por el guirigai que había en el partido después de la esperpéntica moción de censura. Las primarias a tres bandas dejaron tocado a más de...
Malos derroteros, por Carmen Heras

Por malos derroteros | Carmen Heras

Con verdadera curiosidad escuchaba yo las declaraciones de un alto cargo del ministerio de Irene Montero. Explicaba su propósito de introducir variantes en la ley para conseguir declarar objeto de baja laboral la regla mensual de las mujeres en aquellos casos de...
Los sindicatos, por Damián Beneyto

Los sindicatos | Damián Beneyto

El sindicalismo en España siempre se ha caracterizado por su politización, su sectarismo y por su incoherencia. La aparición de los sindicatos ‘de clase’ a finales del siglo XIX (UGT) y principios del XX (CNT), que deberían haber sido fundamentales para mejorar las...
Camarada Putin; de Damián Beneyto

Camarada Putin | Damián Beneyto

La madre Rusia, como era llamada con veneración por aquellos pobres campesinos de la época zarista, vuelve a las andadas esta vez de manos de un iluminado, cruzado entre el sifilítico Iván IV, ‘El Terrible’ y el genocida Stalin. Tanto la Rusia zarista como la...

¿Quieres suscribirte?

* campo necesario