Rupturas, más o menos, traumáticas | Carmen Heras

Rupturas, más o menos, traumáticas | Carmen Heras

Rupturas, más o menos, traumáticas | Carmen Heras

Rupturas, más o menos, traumáticas

CARMEN HERAS

Moramos en un tiempo en el que todo el mundo entiende de todo. Intentas iniciar un plan para configurar un grupo con unos objetivos determinados y los más ambiciosos lo primero que ‘se piden’ es un puesto de ‘Coordinador’, o de ‘Secretario’, o incluso de ‘Jefe Máximo’, arguyendo razones de ‘menor edad’ para ocupar tu sitio. El mundo al revés. En él se supone que la ‘gente madura’ no puede seguir un proceso de gestación de un proyecto, aunque la idea haya partido de ella.

Casi por los mismos años en los que la sociedad del bienestar reclamaba al Estado puestos de profesionales del ocio -porque éste forma parte de la vida-, se puso en marcha el ‘discurso de la renovación’ en los partidos. El mismo dictamina, sin lugar a apelación, que «cualquiera, con una experiencia contrastada, debe renunciar dejando su espacio a un inexperto ‘sin mochila’ al ser éste último mucho más dúctil y permeable y, por tanto, bastante más producivo en el espacio político, tan necesitado de ‘imágenes inocentes'».

Muchos dieron en tipificar la prudencia de juicio de la persona experimentada como algo negativo y elevaron la insolencia del bisoño a algo 'políticamente extraordinario'

Y sucedió que, al aplicarse de manera genérica, muchos dieron en tipificar la prudencia de juicio de la persona experimentada como algo negativo y elevaron la insolencia del bisoño a algo ‘políticamente extraordinario’. Fue una manera chapucera de abrir hueco a las generaciones más jóvenes que venían reclamando un sitio con insistencia. Y lo curioso es que los votantes ‘picaron’. Pero fue un desperdicio en tiempos de opulencia y exceso, cuando el ocio se permitió llenar el espacio del trabajo. Cuando la crisis actual ni se preveía.

Carmen Heras Pablo
Carmen Heras Pablo es Licenciada en Ciencias Físicas por la Universidad de Valladolid. Profesora Titular de Didáctica de las Matemáticas en la Universidad de Extremadura donde anteriormente dirigió la Escuela Universitaria de Formación del Profesorado.
Diputada en el Congreso por Cáceres en representación del PSOE en 1996-2000, fue concejala en el Ayuntamiento de Cáceres en 2003-2007 y Alcaldesa entre 2007 y 2011

No fue la siguiente generación la que tomó el relevo, al estar ‘contaminada’ por haber colaborado con sus antecesores, sino la siguiente a la siguiente; así que llegaron por todos los caminos personas sin cordon umbilical con las que ligase directamente con quienes fueron ‘decapitados’. Y, en el medio, se perdió para la cosa pública toda una generación que era el puente natural entre los que se fueron y los que habían de llegar, en un proceso inteligente de renovación lógica.

No hubo conductores a través de los cuales viajase la corriente eléctrica que significa un ideario aplicado al terreno, unos lazos de compañerismo, un mismo lenguaje político. Gente recien llegada fue ascendida, sin formación política suficiente, comenzando su vida, sin preparación y que, en una eslacada meteórica, ocupan puestos de relevancia, no por especificidad, sino por ser jóvenes y estar en el sitio justo en el momento preciso.

Politicos jóvenes e insensatos; Carmen Heras;

No hubo contención en el gesto de aceptar altas responsabilidades. Todos lo hicieron. Los pocos ‘mayores’ que quedaron, para que no les fuera reclamado incluso su propio estatus, se rodearon, emboscados, de muchos jóvenes en edad de aprender, todos ellos encaramados en puestos altos de la pirámide de mando. Y, así, los clanes de allegados se aprestaron a ofrecer una imagen juvenil y moderna muy al gusto de la época, donde las modelos empiezan a llevar ropa adulta con catorce o quince años.

Y ocurrió que el espacio político de representación de España fue llenándose de ‘muchachos y muchachas’ a los que denominaron ‘líderes’, sin serlo. Y todo se cubrió de directores de sucursal. A veces, ni eso.

Carmen Heras

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'Memoria democrática'

DAMIÁN BENEYTO

Leía hace un tiempo en los medios los anhelos de un alcalde comunista por fusilar al personal, anhelo que, por otra parte, no debe extrañar a los que conocen los métodos tan ‘democráticos’ que ha utilizado el comunismo en el mundo para imponerse. A este ‘pobre alcalde’ le traicionó el subconsciente y suspiró nostálgicamente por aquellos tiempos en que sus antepasados ideológicos daban ‘matarile’ a ‘facciosos’ de toda condición en cunetas, tapias o en las paredes de las iglesias.

Esto que voy a escribir quizás no lo hubiera escrito -a pesar de tener motivos familiares para hacerlo- hace algunos años cuando pensaba que, por fin, los españoles habíamos dejado de tirarnos los trastos a la cabeza y que nos importaba más un futuro de paz y prosperidad que un pasado de violencia y oprobio. Pero, mira por donde, al PSOE, con un pasado histórico más que cuestionable, se le ocurrió elegir como Secretario General a un peripatético personaje con el don divino de la inoportunidad y el virtuosismo del mal fario. El mayor atentado terrorista de la historia de España y el acojono del personal, estimulado por algunos medios de comunicación, hicieron posible que el Sr. Rodríguez Zapatero instalara su rule en el sillón de la Moncloa.

Es muy fácil contar los avatares de nuestra guerra civil y del franquismo aderezándolos de exageraciones, falsedades y medias verdades"

Entre las muchas ‘ocurrencias’ que tuvo en su mandato y que pusieron a España patas arriba, hubo una, la Ley de Memoria Histórica, que hizo que aquellos versos de don Antonio Machado«Españolito que vienes al mundo te guarde Dios. Una de las dos Españas ha de helarte el corazón»-, volvieran a tener vigencia y nuevamente los españoles mirábamos para atrás para pedirnos cuentas de las barbaridades que un día hicieron nuestros antepasados.

No se trataba, como algunos dijeron y dicen, de ‘encontrar dónde reposaban los restos de los represaliados’; para eso no hacía falta una ley.

Damián Beneyto; Regionalismo extremeños; Asamblea de Extremadura; Visioncoach;

Damián Beneyto Pita es natural de Carcaixent (Valencia), pero extremeño y residente en Plasencia desde 1977.  Profesor de Enseñanza Secundaria. Fue Director del Centro de Artes Escénicas y de la Música, CEMART, entre 2007 y 2011. Director también de la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura entre 2007 y 2010, Diputado en la Asamblea de Extremadura por el Partido Regionalista Extremeño, PREX, entre 2011 y 2015.

Se trataba, y se trata, de reescribir la historia y, de forma manquea, etiquetar a ‘buenos’ y ‘malos’ por el solo hecho de haber pertenecido a un bando u otro. Al fin y al cabo, a las nuevas generaciones, podo leídas e ilustradas en nuestra historia reciente, es muy fácil contarles los avatares de nuestra guerra civil y del franquismo, aderezándolos de exageraciones, falsedades y medias verdades.

No es tema de esta parrafada hacer un listado de la cantidad de embustes que se han contado y se cuentan sobre la segunda república, la guerra civil y el franquismo por parte del ‘rojerío patrio’ para tapar sus propias vergüenzas, pero, para muestra, diré que, como ha quedado nuevamente demostrado por la muy reciente investigación, seria y rigurosa, de los historiadores Manuel Álvarez Tardío y Roberto Villa«1936. Fraude y violencia en las elecciones del Frente Popular». Ed. Planeta-, el gobierno salido de las elecciones de febrero de 1936 era tan ilegal como el gobierno de Burgos del general Franco. Así pues, eso de que ‘parte del ejército levantó contra el gobierno legítimo de la república’ es ‘una filfa’, pues nunca ese gobierno fue legal y menos legítimo.

Volviendo a ese afán, antes ‘zapateril’ y ahora ‘sanchista’, de reescribir la historia, la ley de marras ordena acabar con todo vestigio de símbolos franquistas en lugares públicos y de todos aquellos personajes de nuestra historia que, a juicio de diversos ‘comités de expertos’ -todos de izquierda, por supuesto- tuvieran algo que ver con los vencedores de la guerra y con la dictadura.

Y aquí comienzan las patochadas de unos enfervorizados justicieros, tan incultos como sectarios, que se lían a quitar a diestro y siniestro símbolos y nombres de calles y plazas. Es tal el fervor de esa pandilla de hijos de la Pasionaria que arramplan con todo lo que se les pone por delante y, así, se cargan un escudo de los Reyes Católicos confundiéndolo con el del franquismo o le retiran una calle a don Miguel de Cervantes, por fascista. Todo vale con tal de que se cumpla la ley del «sonatillo» Zapatero y su complementaria del inepto Sánchez.

1936 Fraude y violencia en las elecciones del Frente Popular - Visioncoach
Disponible en:

Eso de que parte del ejército se levantó contra el gobierno legítimo de la república es una filfa, pues nunca ese gobierno fue legal y menos legítimo"

Algunos de los que tengan la caridad de leerme, seguramente pensarán que estoy haciendo en mi parrafada una apología del franquismo, pero nada más lejos de mi intención. Lo que sí quiero dejar claro es que, durante la dictadura y especialmente desde finales de los cincuenta hasta su final, hubo muchos hombres y mujeres que desde la política o desde instituciones públicas y privadas realizaron una gran labor en pro del progreso de España y de los españoles y que merecen que la historia les recuerde.

Durante la dictadura hubo hombres y mujeres que desde la política o las instituciones realizaron una gran labor en pro del progreso de España y los españoles y merecen que la historia les recuerde"

Quitar el nombre, por ejemplo, de una calle o inmueble a un buen alcalde -don Ramón de Carranza, por ejemplo- que trabajó por su ciudad llevando infraestructuras y creando puestos de trabajo, es injusto y sectario. Lo mismo ocurre con personas relevantes en el mundo de la cultura, de la ciencia o de cualquier otra actividad si con su esfuerzo contribuyeron al desarrollo de nuestro país.

Negar que durante casi cuarenta años hubo en España ciudadanos merecedores de ser recordados, aunque no fueran beligerantes con el régimen, es un estupidez digna de la incultura, el rencor y la mala conciencia de los descendientes ideológicos del frente populismo.

¿Es que acaso no merecen ser recordados en Plasencia alcaldes como don Fernando Barona, don Julián Burgos y, sobre todo, don Juan Francisco Serrano Pino? ¿Es que en Extremadura no merece al menos un recuerdo don Rafael Cavestany de Anduaga, ministro de Agricultura y creador e iniciador del ‘Plan Badajoz’ cuyas obras hidráulicas, con una capacidad de más de 3.500 millones de metros cúbicos, han posibilitado el regadío de más de 100.000 hectáreas, amén de las centrales hidroeléctricas ?

¿Acaso no merece reconocimiento don Licinio de la Fuente, ministro de Trabajo, que durante su mandato se aprobaron leyes tan importantes como la del Régimen General de la Seguridad Social o el Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social entre otras? Y ya, para finalizar y no cansarles más, me referiré a otro ministro franquista al que se le ha negado el pan y la sal y que fue al que se le deben leyes de tan importante contenido social como el Seguro de Enfermedad, Higiene y Seguridad en el Trabajo, la gratificación obligatoria de Navidad, el subsidio de invalidez y otras. Me estoy refiriendo a don José Antonio Girón de Velasco.

Memoria histórica y el comunismo en España

Las represalias después de una guerra son atroces y, sin lugar a dudas, condenables. Lamentablemente, es práctica habitual en todas las guerras existentes desde que el mundo es mundo y España no iba a ser una excepción. Si los vencedores de nuestra guerra civil hubieran sido los del Frente Popular, a tenor de lo ocurrido en los países donde venció el comunismo, aquí no hubiera quedado ‘títere con cabeza’ y no les quiero contar el régimen de libertades ‘a la albanesa’ que hubiéramos tenido.

Por eso, hacer una ley dirigida, no a paliar injusticias, sino a vengar antiguas afrentas, cuando aún hay heridas abiertas en los don bandos, solo conduce al enfrentamiento y al odio. Y, lo que es peor, a que unas generaciones, que afortunadamente se han criado en libertad y democracia, tomen el relevo de la intolerancia y el rencor de sus antepasados.

Es bueno tener memoria histórica para no caer en los mismos errores. Lo que no es tan bueno es apelar a la ‘vendetta’ para intentar pasar de vencidos a vencedores cuando ya hasta los vencedores se les había olvidado que lo habían sido.

Damián Beneyto

Nota del autor

Este artículo lo debería haber titulado ‘Vendetta histórica’ que no es ni más ni menos que las pretensiones que tiene este gobierno socialcomunista, que ya padecemos algunos y que acabarán padeciendo casi todos sino lo remediamos en las urnas. Su intención es derogar la Ley de Amnistía de 1977, sin percatarse, dada su incultura secular, que esta ley no solo amnistió a los franquistas, también lo hizo con miembros de ETA, GRAPO y FRAP y con los que tenían delitos de sangre de la guerra civil y se habían exiliado, como ‘La Pasionaria’ o Santiago Carrillo, por ejemplo. Si se deroga habrá que pedir cuentas, como dice el catedrático de historia de la Universidad Complutense de Madrid, don Fernando del Rey, a dirigentes históricos anarquistas, socialistas y comunistas que tuvieron responsabilidades en la represión.

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Lo menos malo | Carmen Heras

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Lo menos malo | Carmen Heras

Lo menos malo

CARMEN HERAS

Sorprendentemente, quienes más han declarado detestar un sistema por considerarlo rey y señor entre nosotros, solicitan ahora que ese sistema se ocupe de todo o, al menos, de una parte extensa en la erradicción de la pandemia producida por el coronavirus. Aunque nada coherente, resulta explicable y no hay que rasgarse las vestiduras; también los jóvenes, que debaten y exigen sobre su autonomía lejos de los padres, vuelven de vez en cuando y les piden ayuda en la resolución de los entuertos.

Recordemos la época en la que vivimos, de profundo y mayoritario descreimiento de todo y de todos, en cualquiera de las direcciones que se mire. No olvidemos que a los gobiernos también les consolidan las propias debilidades e incompetencias de los contrincantes; tan es así, que cualquier movimiento que produzca miedo entre la ciudadanía los reafirma y justifica.

Nadie quiere riesgos cuando existe el miedo; el miedo al virus; miedo a que se colapse el sistema sanitario -el estado del bienestar ya no es lo que era-; miedo a la debacle económica; miedo a que no haya pensiones para todos, con tanto paro y empelos tan escuálidos.

Irse ahora se valoraría como una debilidad en toda regla para futuras convocatorias electorales, amen de tener que renunciar a apetitosas canonjías"

Así van las cosas y así estamos -como el título de la primera novela de Juan Marsé-, «Encerrados con un solo juguete», pues, a ciencia cierta, nadie puede escapar de su propio papel en este drama.

El gobierno minoritario necesita de todas las fuerzas políticas, pues los acuerdos con cada una de ellas nunca son estables en el tiempo -todas atentas a sus propias encuestas electorales- y pueden servir ‘aquí y ahora’, pero no hacerlo al cabo de dos meses, lo que obliga a no cerrar del todo las puertas con nadie, no vaya a ser que se les precise para un último empujón.

Carmen Heras Pablo
Carmen Heras Pablo es Licenciada en Ciencias Físicas por la Universidad de Valladolid. Profesora Titular de Didáctica de las Matemáticas en la Universidad de Extremadura donde anteriormente dirigió la Escuela Universitaria de Formación del Profesorado.
Diputada en el Congreso por Cáceres en representación del PSOE en 1996-2000, fue concejala en el Ayuntamiento de Cáceres en 2003-2007 y Alcaldesa entre 2007 y 2011

Es la falta de confianza en los pactos alcanzados -pactos pragmáticos a tope- con los distintos partidos lo que induce al gobierno de turno a manejar una metodología tan cortoplacista que roza el cuasi-cinismo y origina una multitud de declaraciones contradictorias. Y todo ello fruto de la propia necesidad de mantenerse -necesidad ‘autocreada’ al aceptar gobernar de esta manera y en estas circunstancias-. Irse ahora se valoraría como una debilidad en toda regla para futuras convocatorias electorales, amen de significar la renuncia a una serie de canonjías de lo más apetitosas.

El pueblo español votó en su momento y lo hizo entre las varias opciones de la oferta. Dejando aparte el importante porcentaje de la abstención, pareciera que su subconsciente colectivo hubiera funcionado para no otorgar mayoría a ninguno de los partidos en liza, de modo y manera que nadie tuviera las manos libres para implantar ‘puro’ su propio programa de máximos. Y, desde luego, despreciando la opción de que los dos más clásicos -el PSOE y el PP- pudiesen hacerse de manera unívoca con el gobierno del país.

Los jefes de Unidas Podemos

Aunque a efectos prácticos dé lo mismo llegar al poder de una forma u otra, siempre que sea democrática, y de que, según los asesores y simpatizantes, lo importante es ser votados, aun cuando sea porque el resto de la oferta no merezca mayor confianza, lo cierto y verdad es que ninguno de nuestros líderes así elegidos -y hay unos cuantos- debiera olvidar que están ahí, no por sus méritos incuestionables, sino por aparecer como ‘lo menos malo’, ‘lo menos peligroso’, ‘lo más moldeable’ o ‘lo más pragmático’ en una comparación entre las alternativas propuestas.

Ellos lo saben. De ahí las mañas, recursos e imprecaciones contra los adversarios, usados en la pelea diaria, escondidos entre las ‘llamadas a la responsabilidad’ o al ‘sentido de estado’. Desde luego, si yo fuera oposición, tomaría buena nota para ser ‘lo mejor’, si quieren, claro está, ser algún día la alternativa.

Carmen Heras

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Música y política | Pedro Monty

Música y política | Pedro Monty

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DISONANCIA, falta de correspondencia o armonía entre los sonidos de un conjunto. Término utilizado coloquialmente para expresar que no nos gustan las armonías o que los sonidos nos parecen demasiado desagradables.

Música y política

PEDRO MONTY

La Convención de Ginebra declaró el uso de sonidos fuertes e intensos como una forma de tortura y pocas personas optarían por escuchar música que provoquen ansiedad, ¿o no?

Hay veces que queremos escuchar música que desconcierte nuestras expectativas o buscamos músicas que abra nuestra mente a nuevas posibilidades, con la sana intención de deshacernos de nuestra forma de pensar o escuchar; pensamientos que para nosotros ya están caducados.

La disonancia forma parte de la vida. Muchas cosas no encajan siempre armoniosamente en su sitio y no siempre conseguimos lo que queremos cuando lo queremos. Aunque después de un día duro, en el mejor de los casos de trabajo, la mayoría de nosotros desea relajarse y, por supuesto, no escuchar música disonante

Logo Pedro Monty

Muchas cosas no encajan siempre armoniosamente en su sitio y no siempre conseguimos lo que queremos y cuando lo queremos"

Muchos compositores han buscado la disonancia en los diferentes contextos artísticos y estéticos de su época. Bach utilizó el cromatismo, con disonancias que están fuera de tonalidad. Mozart combinó elementos perfectamente armónicos con pasajes que reflejan la confusión de la vida. Por otro lado, aunque para todos la música de Beethoven nos parece tan increíble y bella, algunos de sus coetáneos describían su música como «estridente y caótica».

Pedro Monty, nacido en el corazón de las Vegas Bajas del Guadiana, Montijo, es el músico más completo de Extremadura. Se mueve con facilidad dentro de diferentes estilos, desde la música clásica al jazz, pasando por el pop, la música de cine o la música látina, lo que, junto a su dedicación a la enseñanza de la educación musical, hace de él un artista creativo siempre buscando novedades.
Hoy, reflexiona sobre su entornos bajo los parámetros que mejor conoce. La música.

El periodo comprendido entre las dos guerras mundiales ha sido el periodo con las composiciones más disonantes, respuesta a los duros acontecimientos de la época.

En muchos casos la disonancia de ayer es la consonancia de hoy, y la disonancia de hoy será la consonancia de mañana. Además lo que es disonancia para unas personas, puede ser éxtasis para otras. En cualquier caso, cuanto más amplia sea nuestra experiencia auditiva, más tolerantes nos volveremos ante las disonancias.

Igual que ocurre con todo el arte contemporáneo, la música puede no ser agradable, pero puede aportar algo nuevo al discurso que mantenemos con el mundo que nos rodea. 

Pero como todo, es una cuestión de grados. Una composición que tenga sólo unos detalles disonantes, algunos acordes o armonías «chirriantes», puede llegar a agradarnos. Pero, si en cambio esos detalles son muchos, su audición puede quedarnos vacíos.

Hay muchas personas que disfrutan con la música disonante o atonal, proporcionándole un gran placer intelectual. Aunque reconozco que no soy una de ellas, seguiré escuchándolas.

Disonancias en la política y en la música
Logo Pedro Monty

No olvidemos que lo más importante en la música y en la vida es ser capaz de emocionarse y satisfacer nuestras necesidades humanas"

La música compuesta con el intelecto puede ser interesante, pero en raras ocasiones es genial. Cuando la esencia sale del corazón, la cosa cambia. No debemos olvidar que lo más importante en la música y en la vida es ser capaz de emocionarse y satisfacer nuestras necesidades humanas, con sus consonancias y disonancias de belleza, vitalidad  y afirmación, en busca de una armonía interior que quizá tengamos enterrada y nos gustaría descubrir.

Pedro Monty, músico.

... y hablando de disonancias:

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