Tontos del culo | Damián Beneyto

Tontos del culo | Damián Beneyto

Tontos del culo | Damián Beneyto

Tontos del culo

DAMIÁN BENEYTO

En mis tiempos mozos llamábamos ‘tonto del culo’ al que ya no podía ser más tonto, al culmen de la tontuna, al súmmum de la necedad. Claro que de estos especímenes sólo había alguno que otro y el apelativo se utilizaba de forma jocosa y coloquial en la mayoría de las ocasiones. Sin embargo, con lo que está ocurriendo de unos años a esta parte en nuestro país, uno cada vez está más convencido que el número de ‘tontos del culo’ ha aumentado exponencialmente.

Este germen de la tontuna anal comenzó a cobrar virulencia cuando al PSOE se le ocurrió, a falta de buenos, poner de Secretario General a un tal Zapatero que, además de gafe sonatillo, es un ejemplo inconmensurable de incapacidad política manifiesta.

Un pueblo soberano que es 'tonto del culo' solo puede aspirar a tener gobiernos 'tontos del culo'. Esto es un axioma."

Damián Beneyto

Damián Beneyto Pita es natural de Carcaixent (Valencia), pero extremeño y residente en Plasencia desde 1977.  Profesor de Enseñanza Secundaria. Fue Director del Centro de Artes Escénicas y de la Música, CEMART, entre 2007 y 2011. Director también de la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura entre 2007 y 2010, Diputado en la Asamblea de Extremadura por el Partido Regionalista Extremeño, PREX, entre 2011 y 2015.

Este ridículo personaje que ahora se dedica a aconsejar a dictadorzuelos bananeros de tres al cuarto que, lógicamente, son más incapaces que él (lo cual es dificilísimo), gobernó en España durante casi ocho años gracias -al menos eso nos han contado- a unos supuestos moros de la morería que, móviles y mochilas en ristre, volaron unos trenes mientras nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado estaban en stand-by.

La astucia del siniestro Rubalcaba, con la colaboración inestimable de algunos ‘gabilondos’ cualquiera, hicieron posible que millones de españolitos se creyeran aquello de que no se merecían un gobierno que los mintiera, sin percatarse –de ahí la tontez- que ‘salían de Málaga para meterse en Malagón’ y que para gobierno de troleros el que estaba por venir.

Se necesitaron casi dos legislaturas para que el pueblo soberano se percatara de su ‘tontuna de rulé’, pero ya tenía latente el germen en su organismo y a las primeras de cambio volvió a las andadas con incluso más frenesí.

El detonante de la vuelta a la estulticia ‘pompilea’ fue lo que algunos llamaron interesadamente el movimiento de los ‘indignaos’, cuando más bien debió llamarse el movimiento de los ‘espabilaos’. Cuatro pelachufas de tres al cuarto, hijos de papá, con más cara que un saco de sellos –de los de antes- y que no habían pegado un palo al agua en su vida, convencieron al personal de que la monarquía constitucional y la democracia de la que disfrutábamos era lo peor de lo peor. Que ellos eran los salvadores de la ‘matria’ y que nos llevarían a un paraíso donde los miembros y las ‘miembras’ seríamos felices para siempre.

A eso, que luego se llamó ‘populismo’ y que no era, ni es, más que comunismo rancio aderezado con algunas gotas de anarquismo ‘durrutiano’, se unió la sentencia de un magistrado de cuyo nombre no quiero acordarme y la habitual metedura de pata del PSOE eligiendo como Secretario General a un tal Sánchez, que está haciendo bueno al gafe de Zapatero, cosa que se me antojaba harto difícil, pero que, por lo visto, es posible.

El resultado de esta ristra de acontecimientos fue una moción de censura que llevó a la Moncloa al casi olvidado Frente Popular de 1936, dispuesto a volver por donde solía y a devolvernos los años de ‘esplendor’ de la II República ante un pueblo soberano henchido en su gozo y babeante ante tales acontecimientos.

Nuevamente el ‘tontoculismo’ había vuelto y esta vez aumentado y corregido por una pandemia, dicen que de origen chino, que ha llevado al personal a niveles de excelsa estupidez nunca antes alcanzados en nuestra historia.

El gobierno más inepto e incompetente del mundo conocido se encontró con una crisis sanitaria a la que respondió tarde, de forma equivocada y anteponiendo sus intereses políticos a los de la salud pública como ha desvelado la hoy ‘vicecomunista’ segunda, Yolanda Díaz.

Cuando ya a finales de febrero y primeros de marzo de 2020 el norte de Italia era un foco de contagio de indudable virulencia, el tal ‘D. Simón’, arquetipo del servilismo político, nos decía que aquí, como mucho, habría 3 ó 4 casos de intensidad leve, cual gripe estacional. Naturalmente, no se tomó ninguna medida, ni se compró material sanitario de protección, lo que nos llevó a ser el país de Europa con más sanitarios contagiados.

Lo del 8M ya es para nota, y demuestra el grado de idiocia anal de gran parte del ‘populus, populi’. Mientras en la Unión Europea saltaban todas las alarmas, nuestros ‘indignaos’ del Frente Popular animaban al personal a salir a la calle y, bien apretaditos, reivindicar los sublimes valores del feminazismo patrio. Hasta el pobre de ‘D. Simón’ animó al personal poniendo a su hijo, cual Guzmán el bueno o Moscardó, como víctima propiciatoria del ‘aquí no pasa ná’.

Las consecuencias fueron un auténtico ‘genocidio’, especialmente en las residencias de mayores, donde los ancianos fallecieron por miles sin que el entonces ‘vicecomunista’ segundo, ‘El Pollo de Galapagar’, encargado de estos menesteres, se diera por aludido.

Tonto de capirote, Damián Beneyto

La reacción del personal ante un gobierno incapaz y un personal sanitario desbordado por la falta de medios, fue patética; no hubo protestas, no se pidieron -ni hoy se piden- responsabilidades; lo arreglaron, fruto del ‘tontoculismo’ secular que nos adorna, aplaudiendo desde ventanas y balcones.

Las medidas tomadas por el frentepopulista gobierno del tal Sánchez, hoy algunas declaradas inconstitucionales, -‘pero que les quiten lo bailao’- estuvieron más enfocadas a evitar las críticas de la oposición que a paliar los efectos de la pandemia y así, declararon el Estado de Alarma a largo plazo y cerraron el Congreso a cal y canto. Los ‘partes de guerra’ del ínclito ‘D. Simón’ y alguna que otra vergonzosa y trolera homilía del tal Sánchez, con la firma de D. Iván, mantuvieron a raya al personal que, excepto en algún que otro escarceo puntual, no dijo ni esta boca es mía.

Y ahí seguimos, vacuna va, vacuna viene en un sinvivir.

  • Con miles de muertos descontados del total para mejorar las estadísticas.

  • Con una economía absolutamente depauperada con la quiebra de miles de empresas.

  • Con una dependencia energética de terceros países que ha puesto el precio de la energía en valores estratosféricos.

  • Con una deuda pública de toma pan y moja.

  • Con unos socios de gobierno tahúres y chantajistas.

  • Con un presidente de Gobierno que ha hecho de la mentira su único argumento.

  • Con unos sindicatos amamantados por el gobierno de turno para que no den la lata.

  • Con una oposición que se dedica a tirarse los trastos a la cabeza y que está más preocupada de sus egos que de España y los españoles.

  • Con un índice de pobreza cada vez mayor y con nuestros jóvenes emigrando a otros países.

  • Con una justicia controlada por el ejecutivo y cuyas sentencias se pasan por el arco del triunfo.

  • Con una sanidad pública cada vez más carente de profesionales y de medios.

  • Con una educación que ha hecho del adoctrinamiento y la “burricie” su bandera.

  • Con un país que no respeta ni sus símbolos, ni su unidad, ni su historia.

  • Con…

Muy tontos nuestro políticos; Damián Beneyto

Ante tanto desafuero, y entre vacuna y vacuna, es fácil vender burras cojas a las mesnadas de ‘tontoculistas’ que pueblan esta ‘España cañí’. Un poquito de feminazismo, otro poco de ‘vendetta histórica’, algo de ridículo lenguaje inclusivo, mentiras y más mentiras y a otra cosa mariposa.

No tengo la menor duda que en mis años mozos había muchísimos menos ‘tontos del culo’ que ahora. España tiene los políticos que se merece indudablemente. Un pueblo soberano que es ‘tonto del culo’ sólo puede aspirar a tener gobiernos ‘tontos del culo’; esto es un axioma.

Damián Beneyto

Nota: Naturalmente en España hay algunas personas que no son ‘tontas del culo’, pero, visto lo visto, no son más que la excepción que confirma la regla.

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¡A las barricadas!

DAMIÁN BENEYTO

Vuelven a sonar tambores de guerra entre las tribus del social-comunismo patrio. Socialistas, comunistas, secesionistas y filoterroristas desentierran el hacha de guerra dispuestos a liarla parda sacando una Ley que pretende juzgar los crímenes del franquismo, pero no los del Frente Popular.

Estos escarceos bélicos, que comenzaron con el abyecto Zapatero, parecen que van a llegar a buen puerto con el tal Sánchez. El PSOE va a volver a hacer un gran servicio a España, como aquel que le hizo en 1934 y que, con los mismos compañeros de viaje, nos metió en una cruenta guerra civil.

La Ley de Amnistía de 1977 tenía por finalidad la reconciliación social de los españoles y la transición hacia la democracia"

La Ley de Amnistía de 1977 tenía por finalidad la reconciliación social de los españoles y la transición hacia la democracia. En esta Ley se decretaba la amnistía total para todos los hechos y delitos de intencionalidad política, realizados por personas u organizaciones de cualquier ideología, ocurridos entre el 18 de julio de 1936 y el 15 de diciembre de 1976.

No hacía ninguna distinción entre rojos y azules y ni siquiera dejaba fuera a los terroristas de cualquier clase o condición. Su aprobación en el Congreso fue por amplia mayoría; 296 votos a favor, 2 en contra, 18 abstenciones y uno nulo. Votaron a favor UCD, PSOE, PCE, los Nacionalistas vascos y catalanes y el Grupo Mixto. Se abstuvo AP. En la comisión que redactó esta Ley, estuvieron Pilar Bravo y Marcelino Camacho (PCE), Javier Arzallus y Miguel Unzueta (PNV), Plácido Fernández y Pablo Castellanos (PSOE) y Donato Fuejo (PSP).

Damián Beneyto; Regionalismo extremeños; Asamblea de Extremadura; Visioncoach;

Damián Beneyto Pita es natural de Carcaixent (Valencia), pero extremeño y residente en Plasencia desde 1977.  Profesor de Enseñanza Secundaria. Fue Director del Centro de Artes Escénicas y de la Música, CEMART, entre 2007 y 2011. Director también de la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura entre 2007 y 2010, Diputado en la Asamblea de Extremadura por el Partido Regionalista Extremeño, PREX, entre 2011 y 2015.

LEY DE AMNISTIA DE 1977 (Les recomiendo que la lean despacio)

Artículo primeroQuedan amnistiados:

a) Todos Ios actos de intencionalidad política, cualquiera que fuese su resultado, tipificados como delitos y faltas realizados con anterioridad al día quince de diciembre de mil novecientos setenta y seis.

b) Todos los actos de la misma naturaleza realizados entre el quince de diciembre de mil novecientos setenta y seis y el quince de junio de mil novecientos setenta y siete, cuando en la intencionalidad política se aprecie además un móvil de restablecimiento de las libertades públicas o de reivindicación de autonomías de los pueblos de España.

c) Todos los actos de idéntica naturaleza e intencionalidad a los contemplados en el párrafo anterior realizados hasta el seis de octubre de mil novecientos setenta y siete, siempre que no hayan supuesto violencia grave contra la vida o la integridad de las personas.

A los meros efectos de subsunción en cada uno de los párrafos del apartado anterior, se entenderá por momento de realización del acto aquel en que se inició la actividad criminal. La amnistía también comprenderá los delitos y faltas conexos con los del apartado anterior.

Amnistía; El País;

Artículo segundoEn todo caso están comprendidos en la amnistía:

a) Los delitos de rebelión y sedición, así como los delitos y faltas cometidos con ocasión o motivo de ellos, tipificados en el Código de justicia Militar.

b) La objeción de conciencia a la prestación del servido militar, por motivos éticos o religiosos.

c) Los delitos de denegación de auxilio a la Justicia por la negativa a revelar hechos de naturaleza política, conocidos en el ejercicio profesional.

d) Los actos de expresión de opinión, realizados a través de prensa, imprenta o cualquier otro medio de comunicación.

e) Los delitos y faltas que pudieran haber cometido las autoridades, funcionarios y agentes del orden público, con motivo u ocasión de la investigación y persecución de los actos incluidos en esta Ley.

f) Los delitos cometidos por los funcionarios y agentes del orden público contra el ejercicio de los derechos de las personas.

Como se puede apreciar, hubo un gran consenso para que la democracia en España naciera en un clima de reconciliación y concordia. Todos los partidos aparcaron los odios y los ánimos de venganza y antepusieron el futuro de España a cualquier consideración guerracivilista.

Sin embargo, como decía al principio de esta parrafada, algunos están empeñados en que volvamos a las andadas y nos enfrentemos nuevamente. A la Ley para la Memoria Histórica, que ya levantó ampollas y volvió a abrir las heridas, se une ahora la llamada Ley de Memoria Democrática que además de incidir en lo mismo va más allá y pretende hacer un juicio sumarísimo al franquismo obviando los delitos cometidos por el Frente Popular y el terrorismo secesionista.

La derogación de la Ley de Amnistía de 1977, paso previo para aprobar esta nueva Ley, no parece que vaya a tener transcendencia jurídica, pero es, en todo caso, una declaración de intenciones de una izquierda cerril empeñada en legitimar una República que nació fruto de una revolución y no de unas elecciones libres, y contra la que se volvieron en 1934 con un intento de golpe estado que fue el aldabonazo de la guerra civil.  

También se olvidan estos milicianos de pacotilla de las masacres que perpetraron sus padres putativos desde 1931 hasta el final de la contienda, casi siempre en la retaguardia, a civiles indefensos. De la persecución que sufrió la Iglesia Católica ya ni hablamos, un genocidio en toda regla.

Aprobación Ley de Amnistía, Damián Beneyto; Visioncoach;
Aprobación Ley de Amnistía; Damián Beneyto;

Para estos demócratas de pacotilla, todo lo que no sea hacer su santísima voluntad es antidemocrático y fascista. No conciben la alternancia política ni el respeto a las libertades individuales"

Lo de las elecciones de febrero de 1936 también tiene su aquel. Decir que Franco se levantó contra el gobierno legítimo de la República es además de una falacia una burla a la historia. El pucherazo que pegó el Frente Popular en esas elecciones está más que demostrado. La izquierda nunca admitió una República democrática y me parece, que visto lo visto, vamos por el mismo camino.

El tal Sánchez se ha convertido en un pequeño ‘Negrín’ en manos de comunistas y secesionistas que están dispuestos a llevarse a este país por delante en cuanto no toquen el pelo del poder. Para estos demócratas de pacotilla todo lo que no sea hacer su santísima voluntad es antidemocrático y fascista, no conciben la alternancia política ni el respeto a las libertades individuales y son capaces de cualquier cosa con tal de mantenerse en el poder y, a la historia me remito.

Si las elecciones de 2023 le dan el gobierno a la derecha, ya verán estos ‘hijos de la Pasionaria’ lo demócratas que son, ya verán a los sindicatos de ‘clase’ lo pronto que se movilizan entre mariscada y mariscada, ya verán a catalanes y vascos declarando independencias varías y, sobre todo, ya verán al PSOE encabezando el guirigay.

Volveremos a oír eso de ¡A LAS BARRICADAS!, por qué algunos siguen queriendo ganar una guerra que sus antepasados ideológicos perdieron por goleada mal que les pese.

Damián Beneyto

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Aristocracia, ‘el gobierno de los mejores’ | Damián Beneyto

Aristocracia, ‘el gobierno de los mejores’ | Damián Beneyto

Aristocracia, ‘el gobierno de los mejores’ | Damián Beneyto

Aristocracia,

'el gobierno de los mejores'

DAMIÁN BENEYTO

Hoy, la mayoría entiende por aristocracia a la clase social formada por las personas que poseen títulos nobiliarios concedidos por el rey o heredados de sus antepasados. Sin embargo, la acepción original de este término inventado por los griegos poco tiene que ver.

La palabra original que procede de la antigua Grecia “aristokatria” viene de “aristos”, que significa excelencia, y de “kratos”, que significa poder. Con este término los griegos denominaban un sistema político cuyos dirigentes eran los más sabios, los más virtuosos y los que tenían mayor experiencia; es decir, “el gobierno de los mejores”.

Solo cuando gobiernan los mejores la sociedad se vuelve más libre y más justa o, por lo menos, anda más cerca de ello"

A pesar de que tanto Platón como Aristóteles fueron fans de este sistema político, pronto los griegos cambiaron de organización política y allá por el siglo V a.C. instauraron, concretamente en Atenas, lo que llamaron “democracia” a partir de los vocablos “demos”, pueblo, y “kratos”, que puede traducirse como poder, lo que nos llevaría a interpretarlo como: “el poder del pueblo”.

Lo que no está tan claro, y así lo hace notar Plutarco, es que fuera todo el pueblo el que tuviera el poder, o mejor dicho, que todo el pueblo participara. Parece ser que en la democracia ateniense solo participaba aproximadamente un 10% de la población ya que la mayoría de trabajadores, mujeres y esclavos quedaban excluidos. En mi opinión se pasó del “gobierno de los mejores” al “gobierno de los poderosos”, que no es lo mismo ni mucho menos.

Damián Beneyto; Regionalismo extremeños; Asamblea de Extremadura; Visioncoach;

Damián Beneyto Pita es natural de Carcaixent (Valencia), pero extremeño y residente en Plasencia desde 1977.  Profesor de Enseñanza Secundaria. Fue Director del Centro de Artes Escénicas y de la Música, CEMART, entre 2007 y 2011. Director también de la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura entre 2007 y 2010, Diputado en la Asamblea de Extremadura por el Partido Regionalista Extremeño, PREX, entre 2011 y 2015.

Sin embargo, lo que en nuestros días entendemos por democracia tiene poco que ver con la “demokratia” de los griegos. La mayoría de los países que hoy llamamos democráticos aparecen a principios del siglo XX y vienen de la mano de lo que se llamó sufragio universal, el fin de la esclavitud y la conquista del voto por parte de las mujeres.

Hoy casi todo el mundo está convencido que la democracia, como sistema político, es el menos malo de los existentes o el mejor de los posibles.

Naturalmente todos los sistemas democráticos no son iguales y en unos los ciudadanos son más protagonistas que en otros. Así tenemos la ‘democracia indirecta o representativa’, que es de la que gozamos en nuestro país, donde los ciudadanos ejercen su poder político a través de sus representantes.

También está la ‘democracia semidirecta o representativa’ que es como la anterior, pero, según en qué asuntos, el pueblo puede coger la sartén por el mango mediante el referéndum, el plebiscito, la iniciativa popular o la revocación del mandato. Algunas de estas figuras existen en nuestro sistema político, pero deben ser impulsadas para hacerlas posibles por los que ejercen el poder y eso no es nada fácil.

La democracia en Atenas

Por último, está la ‘democracia directa’ que es cuando las decisiones las toma siempre el pueblo soberano en asamblea. No hay representantes y, en todo caso, hay delegados que llevan la opinión de la asamblea a los órganos pertinentes.

Hemos cambiado el 'gobierno del pueblo' por el 'gobierno de los partidos', y el 'gobierno de los mejores' por el 'gobierno de los astutos, bribones y granujas'"

Cualquiera de estos tipos de democracia tiene pros y contras, pero es en el reglamento que regula el sistema dónde está el quid de la cuestión.

Planteémonos primero eso del “sufragio universal”: Todos tenemos derecho a voto y todos los votos valen igual. Todos, salvo sentencia judicial, somos elegibles para cualquier cargo político.

Podremos ser cultos, incultos e incluso deficientes mentales; podremos ser delincuentes y estar en prisión que, salvo dictamen expreso de un juez, podremos votar y ese voto tendrá el mismo valor que el resto.

Formar parte de una lista electoral para, si se tercia, ser elegido representante de los ciudadanos, está al alcance de cualquiera. Se puede ser analfabeto funcional, no tener ni oficio ni beneficio, tener antecedentes penales o ser tonto del culo, cualquiera puede llegar a vivir de la mamandurria pública.

Esto nos lleva a la ‘partitocracia’ o ‘partidocracia’, un neologismo que definió Gonzalo Fernández de la Mora como “forma de Estado en que las oligarquías partidistas asumen la soberanía efectiva».

Es decir, un fraude en toda regla al espíritu de la democracia y una forma en que los poderes fácticos, a través de los partidos políticos, manejen a su antojo a los pobres ciudadanos que siguen creyendo que son los protagonistas de la vida política, cuando sólo son unos meros palmeros de una oligarquía que hace y deshace a su antojo.

El poder de los partidos políticos es absolutamente absoluto, valga la redundancia. Los ‘sanedrines’ de cada clan eligen a sus candidatos -aunque algunas veces parezca que con eso de las ‘primarias’ lo hacen los militantes- y confeccionan las listas electorales.

Los prebostes de cada partido, según el ámbito electoral, colocarán convenientemente en las listas electorales a sus correligionarios que más méritos hayan contraído. Se premia la lealtad, el servilismo, la falta de ambición política, la dependencia económica, la imagen pública (solo a los que encabezan candidaturas) y, sobre todo, la disponibilidad para inmolarse por el bien del ‘líder’ si fuera el caso.

Protestas ante las Cámaras Legislativas
El gobierno en el Congreso

Se puede ser analfabeto funcional, no tener oficio ni beneficio, tener antecedentes penales o ser tonto del culo; cualquiera puede vivir de la mamandurria pública"

La preparación intelectual, la experiencia laboral, la bonhomía, la independencia y la capacidad de trabajo son cualidades generalmente poco apreciadas e incluso pueden ser hasta contraproducentes.

Así, no es raro ver en los distintos órganos políticos a cientos de representantes de los ciudadanos’ que ‘no saben hacer la ‘o’ con un canuto’, que no han pegado un palo al agua en su vida -ni piensan hacerlo-, y que están dispuestos, al coste que sea, a vivir opíparamente de la mamandurria pública durante toda su ‘vida laboral’.

Lo curioso de esto, es que los ciudadanos, que con sus votos hacen posible que haya tanto palurdo y tanto sinvergüenza en los escaños, no dejan de despotricar y de pedir las ‘orejas y el rabo’, con perdón, de los susodichos a los que seguramente volverán a votar en los próximos comicios.  

Hemos cambiado el gobierno del pueblo por el gobierno de los partidos, y el gobierno de los mejores por el gobierno de los astutos, bribones y granujas. Nos siguen encandilando con mensajes buenistas, hablándonos de libertad y de estado de derecho, pero lo cierto es que somos cada vez menos libres y que los derechos están cada vez más cerca de los vagos y los maleantes y más lejos de las personas de bien. Tenemos una justicia, gracias a un poder legislativo constituido por cada vez más ignaros, tan garantista para los delincuentes como injusta para las víctimas.

Seguramente este sistema político que llamamos “democracia” sea para algunos el menos malo o el mejor posible, pero yo me quedo con la “aristocracia” de Platón y Aristóteles. Solo cuando gobiernan los mejores la sociedad se vuelve más libre y más justa o, por lo menos, anda más cerca de ello. Utopía quizás. 

Damián Beneyto

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Antipatriotismo cañí | Damián Beneyto

Antipatriotismo cañí | Damián Beneyto

Antipatriotismo cañí | Damián Beneyto

Antipatriotismo cañí

DAMIÁN BENEYTO

“General es Serrano,

generales Pavía y Ros de Olano;

generales son Prim y Moriones,

Zabala es general y lo es Briones.

¡Tanto abunda hoy un rango tal

que inclusive el malestar es general!

Oyendo hablar a un hombre, fácil es

acertar dónde vio la luz del sol:

si alaba a Inglaterra, será inglés;

si os habla mal de Prusia, es un francés;

y si habla mal de España, es español.

Este es parte de un poema de Joaquín María Bartrina, poeta español del siglo XIX cuyas obras completas se publicaron en Barcelona en 1881. Como se puede leer en los tres últimos versos, también en aquellos tiempos estaba de moda que los españoles pusieran a parir a su país e incluso que estuviera bien visto por una parte de los políticos y de los intelectuales de la época.

Se le atribuye al canciller alemán Otto von Bismarck, aunque es posible que sea apócrifa, una frase que dice: “España es el país más fuerte del mundo, lleva siglos intentando destruirse a sí mismo y todavía no lo ha conseguido”. Desde luego, apócrifa o no, razón no le falta a esta aseveración.

Desde tiempos inmemoriales los españoles nos hemos caracterizado por ser, en cuanto al patriotismo se refiere, bastante esquizofrénicos y así hemos pasado de ser fervorosos patriotas capaces de las mayores heroicidades por defender España a, como ocurre en estos tiempos, estar dispuestos a llevar a nuestro país a la ruina social y económica e incluso a consentir que se balcanice y se convierta en un Reino -perdón, república- de Taifas.

Miguel de Unamuno, a principios del siglo XX, hablaba de “la crisis del patriotismo español”. Ya entonces, el desapego a España crecía alrededor de la exaltación de un regionalismo insolidario.

Damián Beneyto; Regionalismo extremeños; Asamblea de Extremadura; Visioncoach;

Damián Beneyto Pita es natural de Carcaixent (Valencia), pero extremeño y residente en Plasencia desde 1977.  Profesor de Enseñanza Secundaria. Fue Director del Centro de Artes Escénicas y de la Música, CEMART, entre 2007 y 2011. Director también de la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura entre 2007 y 2010, Diputado en la Asamblea de Extremadura por el Partido Regionalista Extremeño, PREX, entre 2011 y 2015.

“El patriotismo de campanario” donde de lo que se trata es de excluir al vecino de una vida en común. Curiosamente era entonces la burguesía, especialmente la catalana y la vasca, la que abogaba por “un regionalismo retrógrado, proteccionista y mezquino”, aunque no tardó gran parte de la izquierda a unirse a estos postulados. Unamuno ya denunció en aquellos tiempos la deshonestidad de los líderes regionalistas que inventan falsos agravios, falseando la historia. ¿Les suena?

Rafael Narbona, escritor y periodista, en su artículo “Miguel de Unamuno: la crisis del patriotismo español” pone de manifiesto que, aunque todas las naciones tienen algo de lo que arrepentirse a lo largo de su historia, no hay nada insólito en la historia de España, excepto el desprecio que sienten muchos españoles por su país.

La Leyenda Negra no es más que el fruto del rencor por la superioridad que durante siglos tuvo la Corona española fruto de sus grandes creadores y políticos como Cervantes, Lope de Vega, Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, Antonio de Nebrija, Tomás Luis de Vitoria, Juan de Herrera, el Cardenal Cisneros o Isabel, la Católica, entre otros.

El secesionismo español ha explotado la Leyenda Negra para justificar unas reivindicaciones absurdas basadas en la insolidaridad, el paletismo pueblerino y un enorme complejo de inferioridad.

Vivimos en uno de esos periodos donde lo progre y lo guay es apostatar de nuestra historia para cambiarla por otra que, aunque sea un compendio de falacias, justifique el ‘modus vivendi’ de una sociedad que tiene cada vez menos valores morales. Se juzga nuestra historia a partir de unos principios algunos absolutamente esperpénticos que nada tiene que ver con los existentes en los tiempos en que ocurrieron los hechos que valoramos. Pero lo más absurdo es que en muchas ocasiones se hace desde la ignorancia más supina o desde la manipulación totalmente interesada de los eventos por razones espurias.

Antipatriotismo cañí

Lo progre y lo guay es apostatar de nuestra historia para cambiarla por otra que, aunque sea un compendio de falacias, justifique el 'modus vivendi' de una sociedad que tiene cada vez menos valores morales"

El antipatriotismo ha vuelto a nuestro país de la mano de los secesionistas y de los partidos de izquierda, y precisamente lo ha hecho en unos momentos en que parecía que por fin España se asentaba como una nación prospera y democrática.

Algunos lo justifican al considerarlo como una reacción lógica a la dictadura franquista que exageró la exaltación de los valores de España como nación a lo largo de la historia y las hazañas de los españoles por esos mundos de Dios, pero se equivocan en esa apreciación, pues otros países han pasado por periodos dictatoriales y por terribles guerras y sus habitantes nunca han renegado de su tierra y de su gente, al contrario, les ha servido para sentirse más unidos alrededor de una patria común y a estar orgullosos, con muchos menos motivos que los españoles, de su historia.

Ayer veía un partido de futbol entre el Inter de Milán y la Juventus de Turín, ambos equipos llevaban la bandera de Italia en la camiseta. Mientras, en el partido Barcelona-Real Madrid se tocaba al inicio el ‘himno regional’ catalán como si se tratara de un partido internacional. Italia vivió el fascismo, quedó destruida por dos guerras mundiales y no nació como nación hasta 1861 y, sin embargo, los italianos respetan sus símbolos y están orgullosos de su país. Aquí, en la nación más antigua de Europa, nos dedicamos a inventarnos banderas, himnos y otras zarandajas a cuáles más catetas, burdas o palurdas y nos ciscamos en nuestros símbolos nacionales.

Mientras nuestros vecinos franceses, según se publicaba estos días, aprobaban la obligatoriedad de la bandera y el himno francés en las aulas, en nuestro país se prohíbe utilizar el español en ciertas regiones e incluso se castiga a alumnos por pintar banderas de España.    

Poco se puede esperar de un país que no se respeta a sí mismo, que se avergüenza de su historia, que echa en el olvido a sus antepasados más ilustres por puro sectarismo e ignorancia y que no respeta los símbolos por los que tantos españoles y españolas dieron su vida por defender a su patria.

El antipatriotismo cañí está de moda, alentado por los que históricamente se han aprovechado de los más pobres y humildes a los que desprecian para llenar su propia despensa y por el rojerío gandul y mamandurriero cuyos antepasados gritaban hace 80 años ¡viva Rusia! y ondeaban un trapo tricolor que algún imbécil confundió con los colores de Castilla.

Pues, como dice la jota y con esto termino, “Quién al grito de ¡Viva España! no responde con un ¡Viva!, si es hombre no es español y si es español no es hombre”

Damián Beneyto

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Presupuestos | Damián Beneyto

Presupuestos | Damián Beneyto

Presupuestos | Damián Beneyto

Presupuestos

DAMIÁN BENEYTO

Los presupuestos son la planificación por adelantado de los gastos e ingresos de una actividad económica. Normalmente el periodo previsto para su ejecución es anual aunque siempre existe la posibilidad de que se prorroguen si los siguientes no son aprobados.

La llegada del otoño nos trae cada año el sonsonete de lo que nos depararán los ‘presupuestos’ de los distintos organismos públicos con la incógnita de si la correlación de fuerzas existente permitirán su aprobación.

Los presupuestos estrella son los PGE (Presupuestos Generales del Estado) a los que los medios, incluso antes de ser registrados por el gobierno en sede parlamentaria, comentan, critican, analizan y desmenuzan para gozo de unos y disgusto de otros.

Los presupuestos son una ley eminentemente política en la que lo importante es su aprobación, sea al precio que sea; beneficiando a unos o perjudicando a otros"

Es cierto que el camino por el que pasarán será largo, teniendo en cuenta que el gobierno de turno, si no tiene mayoría absoluta, deberá buscar apoyos suficientes y, además, enmiendas a la totalidad aparte, se discutirán miles de enmiendas parciales que presentarán todos los partidos con representación parlamentaria. Sin embargo, la filosofía y prioridades de la nueva Ley presupuestaria no suele sufrir muchos cambios.

Según mi experiencia política, los presupuestos que realizan los distintos estamentos políticos, Estado, Autonomías, Diputaciones, Ayuntamientos, etc., son una mera declaración de intenciones que en la mayoría de las ocasiones se queda en agua de borrajas.

Damián Beneyto; Regionalismo extremeños; Asamblea de Extremadura; Visioncoach;

Damián Beneyto Pita es natural de Carcaixent (Valencia), pero extremeño y residente en Plasencia desde 1977.  Profesor de Enseñanza Secundaria. Fue Director del Centro de Artes Escénicas y de la Música, CEMART, entre 2007 y 2011. Director también de la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura entre 2007 y 2010, Diputado en la Asamblea de Extremadura por el Partido Regionalista Extremeño, PREX, entre 2011 y 2015.

Lo primero que se incumple es el capítulo de ingresos. Las expectativas recaudatorias están muy por encima de lo que realmente se recaudará. Los autores de la Ley son conscientes de ello, pero la necesidad de cuadrar las cuentas, unido a que hay que satisfacer las demandas de ciertos organismos, colectivos o prebostes, hace que se parta de una premisa falsa, aunque ‘el cuento de la lechera’ suponga el aumento de la deuda pública, el impago a proveedores o, lo que ya es una práctica habitual, no ejecutar en todo o en parte partidas presupuestarias del capítulo de inversiones; es decir, incumplir la Ley.

Además de los gastos corrientes, entre los que se lleva la palma los sueldos de los funcionarios y las pensiones, el capítulo que más expectación genera, al menos informativa, es el de las inversiones. Todos los años aparecen en los medios el ya famoso mapa por comunidades donde se aprecia la comparativa entre lo que se recibió y lo que se va a recibir y entre lo que reciben unas comunidades y otras.

Los PGE son una Ley eminentemente política donde lo que importa es su aprobación al coste que sea, aunque sea favoreciendo a unos y desfavoreciendo a otros.

La nueva Ley de presupuestos presentada por el gobierno socialcomunista del tal Sánchez vuelve a ser nuevamente un compendio de arbitrariedad política y de falta de sostenibilidad económica bajo una aureola de falso progresismo populista cercano al comunismo rancio.

Las debilidades del PSOE, tanto en el gobierno, donde Podemos le aplica el derecho de pernada, como en el Congreso, donde separatistas, filoterroristas y ‘naZionalistas’ le pasan constantemente la factura, hace que estas cuentas sean, según la información aparecida en los medios, lo más parecido a un chanchullo, apaño o trapicheo para que el tal Sánchez y sus mamandurrieros sigan en la poltrona sin mayores sobresaltos.

Los presupuestos de 2022

La falta de escrúpulos del socialismo patrio no debe ser óbice para no reconocer que nuestra Ley electoral propicia estas situaciones que están generando desigualdades que con el paso de los años se hacen más evidentes sin que los partidos mayoritarios se den por aludidos.

Las debilidades del PSOE hacen que estas cuentas sean lo más parecido a un chanchullo, apaño o trapicheo para que el tal Sánchez siga en la poltrona"

Todo parece indicar que nuevamente los socios de su ‘narcisidad’ se llevarán el trozo más grande del pastel presupuestado para garantizarse el apoyo necesario para finalizar la legislatura. Da igual que comunidades históricamente desfavorecidas sigan ‘vaciándose’ y que sus infraestructuras se queden obsoletas y dificulten su desarrollo; lo importante es mantener el trono. El fin justifica los medios, aunque eso conlleve que millones de españoles se las tengan que apañar con las migajas que caen de las mesas de otros. Vascos, navarros y catalanes seguirán chupando del resto de españoles gracias a un sistema electoral absurdo y a un régimen fiscal obsoleto e insolidario.

Cataluña, gracias al chantaje de ERC, será la comunidad que más dinero reciba vía presupuestos, aparte de las donaciones pertinentes bajo cuerda cada vez que haya que sacar al gobierno de algún apuro. Vascos y navarros que, gracias al obsoleto sistema foral, recaudan directamente de sus ciudadanos y no cumplen con su aportación al Estado, también reciben alguna propina que otra, además de las derramas pertinentes por servicios prestados en pro de asegurar la estabilidad del gobierno.

El derecho de pernada de Podemos también va a incidir de forma relevante en el reparto de los peculios, los ministerios que regentan, cuya utilidad pública es más que cuestionable, se llevarán un buen mordisco del pastel para gastárselo en parir leyes absurdas y ridículas y en enchufar  a conmilitones sin oficio ni beneficio, que no han pegado un palo al agua en su vida y cuyo certificado de penales no tiene desperdicio.

Pero si hay algo indignante en los próximos PGE es el trato que recibirá Extremadura, la comunidad más pobre de España y una de las más pobres de Europa. La aportación de 2021, que ya de por sí era ridícula, descenderá en unos 10 millones de euros e infraestructuras fundamentales para su desarrollo serán o hipo-financiadas o simplemente no se contemplarán. Los regadíos de La Serena, la autovía A-43 llamada de Extremadura que no tiene ni un solo kilómetro construido en esta comunidad, la entrada sur a Plasencia por la N-630, la autovía Cáceres-Badajoz, son algunos ejemplos del abandono del socialcomunismo a Extremadura.

Del ferrocarril mejor no hablar, pues no solo no se contempla ninguna actuación desde Navalmoral de la Mata a Madrid sino que del dinero presupuestado el ejercicio anterior no se ha ejecutado ni una tercera parte. Es decir, nos dan poco y ni si quiera se lo gastan. ADIF solo ha gastado el 27,5%, ADIF el 13,5 y RENFE el 7%. ¿Qué ocurre con el dinero sobrante?

El papelón del gobierno autonómico está siendo de órdago, ni una queja, ni una protesta, ni un respingo, ni un suspiro, nada de nada. Nuestro orondo presidente ‘está feliz como una perdiz’ y más ahora que su ‘narcisidad’ le va a ascender.

El pueblo extremeño, amante furibundo del refrán ‘más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer’, lleva con resignación ‘presupuestaria’ el paro (que desciende por que cada vez somos menos en edad laboral), la emigración de los jóvenes, la ínfima renta per cápita, la presión fiscal (la más alta de España), la sanidad pública cada vez más deficiente por falta de medios, la educación con las mayores tasas de fracaso escolar, el transporte público prácticamente inexistente, etc.

Los PGE de 2022 prometen más despilfarro, más deuda, más desigualdad, más agravios y especialmente para Extremadura un poquito menos de lo mismo. Eso sí, los prebostes socialistas extremeños no se cansan de hablar de igualdad supongo que se referirán a la que hay entre los de su ‘especie’.

Damián Beneyto

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