Víctor Píriz Maya, Diputado del PP en el Congreso
Víctor Píriz, Diputado en el Congreso
ENTREVISTA DE ALBERTO ASTORGA
He dirigido departamentos financieros en empresas regionales, nacionales y multinacionales. En el sector público he sido Director y Subdirector de FUNDECYT, en el Parque Tecnológico de Extremadura.
Como única experiencia política previa a la actual, con 20 años fui elegido Concejal del Ayuntamiento de Talavera la Real, cargo que tuve que abandonar para empezar mi vida laboral incorporándome a la sede de Arthur Andersen en Madrid.
Mi afición principal es el deporte. Ahora mismo el atletismo, en el que he podido acabar seis maratones. Antes practicaba baloncesto y karting. Soy también muy, muy, madridista. Soy seguidor del Real Madrid y muy futbolero en general.
Mis grandes pasiones tienen nombres propios: Clara y Víctor, que pronto cumplirán 9 y 5 años.
¿Qué recuerdos, como niño y adolescente, guardas de tu casa?
Desde que falleció mi madre, me cuesta recordar y no llorar. Solo tengo recuerdos buenos, recuerdos de una familia que vivía con el sueldo de mi padre, profesor, y que estiró para que pudiéramos tener vacaciones cada verano y mis hermanas y yo una carrera universitarias.
Recuerdo los viajes; los fines de semana en Alburquerque; mi primera comunión; a mi padre siempre trabajando en el colegio; nuestras partidas ‘de 33’ al baloncesto, antes de empezar las clases por la tarde. Mil cosas. Ahora, con mucha pena.
¿Qué valores se vivían en tu familia?
El del esfuerzo; el del sacrificio; el de siempre tener que ganar cada cosa que entraba en casa con gran trabajo y dedicación. Mis padres son las mejores personas que he conocido. No solo nos educaron a mis hermanas y a mi, sino que lo hicieron aportándonos un gran poso de valores como el respeto, el cariño, la solidaridad. Valores que se te quedan grabados para siempre.
A los que intentan desestabilizar el concepto de familia, les diría que es un concepto básico para la personas.
¿Qué es la política para ti?
Con dieciséis años empezó siendo solo una afición. Después, cuando la retomé hace ahora cinco años, tras mucha más experiencia vital, tengo que reconocer que engancha. Engancha por el efecto que tiene en la vida de las personas.
Para la bueno y para lo malo, la política dedica muchas cosas que aparecen en el día a día. Hace poco, este fin de semana pasado, hablaba con un amigo de una herramienta que ha podido instalar gracias a una línea de subvenciones de la Junta de Extremadura. Esas ayudas las consiguieron yo en Bruselas, del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, cuando trabajaba en temas de innovación. ¡Y costó mucho ponerlas en marcha! Es tan solo un ejemplo de cómo la política la ves en el día a día.
¿Cuándo y de qué manera surgió tu interés por la política?
Surgió muy joven, aunque supongo que la tengo desde siempre. Mi padre fue alcalde de Talavera la Real, mi pueblo, cuando yo era muy pequeño. Cuando ahora hablan de ‘escaches’, deberían ver los que hacían entonces para reclamar la atención del alcalde en cualquier sitio donde estuviera. Yo era muy pequeño entonces y apenas tengo recuerdos, pero si tengo la imagen de ver a mi padre que, tras trabajar en el colegio, iba al ayuntamiento a trabajar por todos los talaveranos en las pocas horas libres que tenía. La verdad es que esos detalles te hacen sentir interés por esto.
Mas tarde, me gustaban también las campañas electorales, los papeles en la calle, los coches de la megafonía dando vueltas por las calles con música y mensajes. Me gustaba todo ese mundillo. Un día, con 9 o 10 años, mi abuelo me llevó a Alburquerque a ‘mi primer’ mitin; aquel día me marcó. Desde entonces creo que empezó a interesarme definitivamente la política.
¿Qué valores estaban presentes en tu compromiso político?
Éramos jóvenes y queríamos cambiar el mundo. Para ello, primero había que cambiar nuestro partido, el que defendía ideales con los que coincidíamos. Con el tiempo te das cuenta que entonces también éramos muy exigentes; ahora vemos que no todo es blanco o negro, que muchas veces en los matices hay puntos de consenso que, cuando eres joven no ves o ni te planteas que existan.
Mis valores eran y siguen siendo los valores del partido con el que me comprometí desde que tenía 16 años. El Partido Popular representa para mí, un ideario democratacristiano que, con los años, complementé con un perfil más liberal en los aspectos económicos.
¿Cuáles fueron tus inicios en la política?
Después de que José María Aznar perdiera las elecciones generales de 1993, me afilié al Partido Popular. Justo al día siguiente de las elecciones. Tenía 18 años. Tuve entonces la suerte de coincidir en mi pueblo con varios amigos -Mario, Tasio, Arturo-, todos ellos de mi misma generación, quienes intentamos cambiar las cosas en el pueblo, en Talavera la Real; lanzar boletines informativo; ayudar a los concejales en sus tareas municipales y echar una mano en la sede del partido. Eran unos tiempos muy difíciles en Extremadura en los que recuerdo mítines a los que asistían muy pocas personas.
Pero seguimos trabajando y, cuando tuve 20 años, la entonces presidenta local del partido, Marícarmen Gómez Valle, -‘la jefa’, como la llamo desde aquella época, confió en mi para las elecciones municipales y conseguí entonces mi primera y única acta, hasta hace poco, como concejal del Ayuntamiento de Talavera la Real. Ocupé la concejalía hasta que me tuve que venir a trabajar a Madrid, porque ambas cosas se me hacían incompatibles por la distancia. Disfruté mucho; para mí era como ‘estar en el Congreso’; llevábamos mociones con temas de política nacional que defendía ‘como si fuera Aznar’. No dejaba de ser una afición que disfrutábamos intensamente.
¿Qué representa para ti asumir responsabilidades políticas?
Representa un cambio en la vida. Sacrificas muchas cosas que quizás desde fuera no se ven. Sacrificas privacidad; ya no eres una persona anónima. Tienes que tener cuidado con las cosas que compartes en las redes sociales o que hablas en público. Estar alerta en todo momento, pues es esta sociedad 2.0, todo lo que sucede da la vuelta al mundo al momento.
El día que sienta que no estoy honrando mis valores o que estoy siendo desleal a aquello en lo que creo, pienso o siento, dejaré la política"
Supone también renunciar a asuntos personales muy importantes, como es, en mi caso, la custodia compartida; pero, por otra parte, te permite, desde una posición privilegiada, ayudar a que situaciones como esa se regulen convenientemente, es un ejemplo. Quiero decir, que tener responsabilidades te permite luchar por cambiar las cosas que crees que están funcionando mal; supone poder trabajar por cambiar las cosas para mejorar la calidad de vida de la gente.
Al final, si pones todo en una balanza, compensa el sacrificio personal con la satisfacción también personal que te produce poder mejorar la vida de las personas.
¿En qué medida honras tus valores en el desempeño político?
En toda la medida que puedo. Si a algo no se debe renunciar nunca es a los orígenes y a los valores. El día que tenga que renunciar a alguna de esas dos cosas, será mi último día en política.
He venido a aportar mis ganas, mi empuje, mi trabajo y mis conocimientos, pero nunca entraría en una organización o trabajo para renunciar a aquello que me realiza como persona. El día que sienta que no estoy honrando mis valores o que estoy siendo desleal a aquello en lo que creo, pienso o siento, dejaré la política.
¿En qué medida tu partido te limita o te potencia para honrar tus valores con plenitud?
Nunca en el Partido Popular se me ha pedido que haga algo contra mis valores, por lo que puedo decir con total seguridad que no me limita en absoluto. Por el contrario, me potencia en todo aquello que quiero plantear y que supone una mejora en la calidad de vida de los ciudadanos.
¿Qué habilidades personales crees que debe tiene 'un buen político'?
En mi opinión debe ser una buena persona. Es lo principal en una actividad de servicio al ciudadano como es esta. Si no eres capaz de empatizar, de entender los problemas de la gente y hacer todo lo posible para solucionarlos, siendo franco y sincero, no vales para esto.
Siempre que me lo preguntan digo lo mismo. Creo que ser político requiere ser buena persona, tener ‘buen fondo’, tener valores sencillos, pero sinceros.
¿De qué manera potencias esas habilidades?
Teniendo muy claros y muy presentes mis ‘anclajes’. En la PNL se trabaja con el concepto ‘anclaje’, que yo he incorporado a mi mismo. Cuando dudo, vuelvo a mis orígenes; pienso en aquello que haría mi padre en esa situación, en lo que mi madre me recomendaría, en aquello que me hizo llegar donde ahora estoy.
Creo que siempre hay que tener ‘anclajes’; sitios, personas, hechos, recuerdos que te ayudan a encontrarte si alguna vez te sientes ‘perdido’. Para potenciar esas habilidades nada mejor que tener los ‘anclajes’ siempre presentes y muy claros.
¿Qué experiencias profesionales aportas a la política?
Profesionalmente aporto principalmente mi experiencia en ámbitos financieros, europeos y de innovación. Eso ha constituido mi vida profesional durante los últimos 15 años y son parte ya de mi ‘core’. Vienen siempre conmigo a cualquier actividad que realice.
A veces se habla de los políticos de forma peyorativa y se pone en duda su capacidad. Mi experiencia reciente dice todo lo contrario. Son personas, como todas, con los mismos problemas que todas, con mucha experiencia profesional y personal y también grandes personas.
Creo que yo, como todos, aporto lo que soy a nuestro trabajo. He trabajado en empresas con problemas, empresas familiares, en multinacionales con pies de barro, en grandes empresas consolidadas. He vivido muy de cerca concursos de acreedores, regulaciones de empleo, sucesiones en empresas. Tengo también experiencia en la empresa pública. Creo que todo ello me ayuda a aportar una visión muy amplia de todos los temas con los que me encuentro ahora.
¿Cuál ha sido tu mayor logro personal?
El mayor logro sucede cada día. Es ver crecer a mis hijos; verlos crecer felices, libres de problemas, de forma sencilla, disfrutando de su infancia y sumando valores a su mochila. Ese es mi principal logro.
Siempre tuve y tengo claro que antes de cualquier otra cosa, antes de nada, antes de diputado y antes también de vicesecretario del Partido Popular de Badajoz, de presidente de club de atletismo de mi pueblo, soy padre. Ver crecer a mis hijos felices es un éxito, compartido, sí, pero un éxito personal increible.
¿Qué valores quieres potenciar en tus hijos?
Ahora por su edad, trabajo mucho con ellos la sinceridad. Los niños tienden a mentir para librarse de problemas. ¡También sucede con muchos adultos! A mis hijos les trato de explicar que siempre es mejor decir la verdad.
Quiero que sean buenas personas; por eso quiero que tengan buenos sentimientos y que sepan que hay que portarse bien con los demás. Sé que muchas veces es complicado y, en ocasiones, frustrante, pero tenemos una gran ayuda con el colegio donde estudian. Por intentarlo y darlo todo, no va a quedar nunca.
¿Cómo quieres ser recordado cuando dejes la política?
Como una persona que mientras estuvo, dio todo lo que tenía para trabajar por una sociedad mejor. No pretendo pasar a la historia ni creo que vaya a hacerlo, pero quiero que en el ámbito cercano en el que pude ayudar, siempre se recuerde que ayudé.
Ha sido presidente del club de baloncesto de Talavera la Real durante 20 años; he colaborado con el baloncesto de Badajoz; he sido directivo del atletismo de Badajoz y presidente del atletismo en Talavera; organizamos eventos solidarios y muchas actividades más. Al final, lo que me gustaría que se recordara de mi es que siempre lo di todo.