Ayuso | Víctor Píriz

Ayuso | Víctor Píriz

Ayuso | Víctor Píriz

Ayuso

VÍCTOR PÍRIZ

 
Víctor Píriz, Diputado al Congreso por Badajoz y portavoz de presupuestos del Grupo Parlamentario Popular
Víctor Valentín Píriz Maya es Diputado en el Congreso por Badajoz y Portavoz de Presupuestos del Grupo Parlamentario Popular.
Es Licenciado en Administración y Dirección de Empresas, MBA por la Escuela de Organización Industrial y Master en Economía de Empresa y Trabajo por la Universidad de Extremadura.
Ha dirigido departamentos financieros de empresas regionales, nacionales y multinacionales. Ha sido Director y Subdirector de FUNDECYT.
Ha sido Concejal del Ayuntamiento de Talavera la Real, en Badajoz. 

Isabel Díaz Ayuso tiene las ideas claras. Nunca te va a engañar. Contra ella vale todo, contra ella ha servido lo indecible durante estos diecinueve meses como Presidenta; contra ella se han escrito cientos de columnas, se la ha insultado y vilipendiado. Se la ha acusado de los grandes males de la Humanidad.

Se la ha vejado ante el silencio cómplice de las feministas, porque las feministas de pancarta nunca defenderían a una Presidenta como Isabel. Tampoco lo necesita, ella engrandece a las mujeres, las da valor, las pone en su lugar en la sociedad con su valentía y su arrojo. Y no necesita que la defiendan.

Mientras se escribían hasta tres mociones de censura, Isabel Díaz Ayuso se adelantó a todos y convocó elecciones, poniendo su cargo a disposición de todos los madrileños"

Han sido semanas complicadas. Redondo fracasó, porque es un proyecto fracasado de spin doctor. Buscó aniquilar al Partido Popular y reforzó aún más el liderazgo de Pablo Casado y de los Presidentes Autonómicos.

A su fracasada estrategia se le sumó en Madrid la valiente Ayuso, que leyó la jugada mejor que nadie. Mientras se escribían hasta tres mociones de censura, ella se adelantó a todos y convocó elecciones, poniendo así su cargo a disposición de todos los madrileños. Frente a mociones con intereses oscuros, elecciones. Frente a la opacidad, transparencia.

Y así será. Habrá elecciones. Isabel rápidamente marcó el terreno de juego, grabó a fuego su fortaleza: la libertad.

Porque Ayuso ha ido siempre delante de todos, ahora y antes. Porque cuando la primera ola de la pandemia arreciaba, ella traía aviones de mascarillas y EPIs que nadie era capaz de comprar, ella montó un hospital de campaña en IFEMA, lideró la respuesta sanitaria, se anticipó cerrando colegios, haciendo llegar FFP2 a los madrileños, generalizando los tests rápidos. Siempre por delante, un paso por delante. O dos.

Y eso la izquierda rancia y casposa no se lo perdona. No la perdona ser implacable con una gran sonrisa. No perdona que los madrileños vean en ella alguien que defiende sus convicciones con pasión y sin miedo. Y desde la superioridad moral de la izquierda es complicado entender esto; es complicado ver a una chica que ellos consideraban vulnerable y a la que criticaron y critican hasta la saciedad, levantar un hospital de pandemias en cien días. Por eso, mientras  Valencia presidida por Puig o la Extremadura de Vara usaban carpas para alojar a enfermos o colchones y somieres usados en IFEBA, ella ponía en pie un hospital ejemplo para el mundo entero.

Miles de madrileños se han curado allí, en ese hospital símbolo de la lucha contra el virus, pese a los sabotajes recibidos desde entonces por quienes no tienen límite en su ataque a Isabel. Porque si hay que sabotear un hospital, se sabotea. Con enfermos dentro y sin ningún miramiento..

Frente a mociones con intereses oscuros, elecciones; frente a la opacidad, transparencia"

Frente a eso, libertad. Frente a la izquierda ella ha apostado por la libertad sin complejos, por ayudar a sus empresarios, a los hosteleros, por hacer compatible la salida de la crisis sanitaria con la salida con vida de los empresarios madrileños, por demostrar que con impuestos bajos se puede ser la Comunidad más próspera de España. Mientras todos cerraban a cal y canto sus perímetros, ella peleaba contra el Gobierno de Sánchez que mandó a su Ministro a hacer precampaña como candidato a la Generalitat machacando a Madrid. Pero ni ahí pudieron con ella, porque se ha demostrado insumergible cual Margaret Brown en el Titanic.

Ahora Iglesias se erige en su rival. El comunista que odia la libertad se enfrentará a una Isabel Díaz Ayuso a la que directamente quiere enviar a la cárcel en lugar de enfrentarse a ella. El comunista del 15M que usa su despacho en el Ministerio para hacer campaña, da lecciones de ética y amenaza impunemente. Pero a ella le da igual, ella tiene clara su hoja de ruta. Ella ha vencido a Iván Redondo, ha vencido a Illa, a Sánchez y ahora hará lo propio con Iglesias.

Isabel Díaz Ayuso, Presidenta de la Comunidad de Madrid

Y lo hará por sus principios, firmes y sólidos. Lo hará por su voluntad de acero. Por su capacidad de trabajo infinita. Por sus valores, esos que tienen la libertad individual en el eje político. Lo hará porque es una mujer valiente y comprometida que no necesita que la defiendan porque ella lo hace sola perfectamente.

Isabel Díaz Ayuso se enfrenta el día 4 de mayo a unas elecciones extremas, en medio de la mayor campaña de desprestigio que nunca se haya visto, frente a un socialismo y un comunismo que no la acepta porque les gana la batalla del relato, porque la batalla cultural y social la tienen perdida y eso no lo pueden aceptar.

Madrid tiene la mejor Presidenta que puede tener. Libre. Mujer. Valiente. Comprometida. Los españoles estamos orgullosos de ella, los madrileños infinitamente más.

Víctor PírizDiputado del Partido Popular por Badajoz

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La política de vocación | Víctor Píriz

La política de vocación | Víctor Píriz

La política de vocación | Víctor Píriz

La politica de vocación

VÍCTOR PÍRIZ

 

La ‘política de verdad’ es la que se hace cuando se está de paso en ella. Yo creo firmemente que es una etapa en tu vida, tú puedes decidir cuál, en la que debes servir a los demás, en la que debes dedicar tu tiempo a hacer mejor la de los demás; pero nunca ha de ser tu profesión o, al menos, no debes sentirla como tal.

La política de vocación es esa que surge de la necesidad social del individuo, de sentirse parte de una comunidad a la que quiere servir para mejorarla. No he citado la palabra ‘profesión’, o la palabra ‘sueldo’, o ‘dinero’, aún.

Decía Nicolás Maquiavelo que «cuanta más arena se escapa del reloj de nuestra vida, más claramente debemos ver a través de él» o, lo que es lo mismo aplicado a la política, que una profesión a la que, si llegas con experiencia vital adecuada, tienes mucho que aportar, porque sabrás distinguir entre lo urgente y lo importante, entre lo que falta y lo que no, entre lo que es moral y lo que no lo es.

Admiro a esos alcaldes que son, sin duda, el ejemplo en política de la vocación, de la puesta a disposición de todo su tiempo y, en muchos casos hasta de su dinero, para ayudar a sus vecinos"

Creo firmemente en la política de vocación. Esa que te surge con quince años o con cincuenta, pero que te hacer acercarte a los problemas de los demás con voluntad de solucionarlos. Por eso, admiro a esos alcaldes que son -sin duda- el ejemplo en política de la vocación de servicio, de la puesta a disposición de todo su tiempo, y en muchos casos hasta de su dinero– para ayudar a sus vecinos.

La política de proximidad que los alcaldes realizan no la hace nadie más. Si alguien os dice lo contrario, os miente.

Víctor Píriz, Diputado al Congreso por Badajoz y portavoz de presupuestos del Grupo Parlamentario Popular
Víctor Valentín Píriz Maya es Diputado en el Congreso por Badajoz y Portavoz de Presupuestos del Grupo Parlamentario Popular.
Es Licenciado en Administración y Dirección de Empresas, MBA por la Escuela de Organización Industrial y Master en Economía de Empresa y Trabajo por la Universidad de Extremadura.
Ha dirigido departamentos financieros de empresas regionales, nacionales y multinacionales. Ha sido Director y Subdirector de FUNDECYT.
Ha sido Concejal del Ayuntamiento de Talavera la Real, en Badajoz. 

Conocer, vivir, compartir la vida con una alcaldesa, te hace abrirte a ellos, a su realidad; te hace conocer cómo no tienen vida propia; cómo, para ellos, el solo salir a la calle por su pueblo convierte pequeños paseos en horas, porque no son políticos impostados ni están en esto por dinero o pon un minuto de oro en televisión. El problema de su convecino es su problema y, si no pueden solucionarlo, al menos le van a escuchar con atención y sin prisas.

Por eso, cuando, como decía al principio, escucho hablar de dinero, me parece injustos generalizar. La vocación se tiene o no se tiene, independientemente de en qué aspecto de la política estés involucrado. Lo de alcalde es, a mi entender, la ‘profesión’ quizás peor pagada de este país en relación a las horas y sacrificios que supone y, sobre todo, en relación al reconocimiento público de su trabajo.

No creo que ningún alcalde de este país lo sea por el sueldo que recibe. Es más, suele renunciar a mejores salarios para servir a sus ciudadanos. Por eso pienso que en la política tienes que estar unos años, los que tú decidas, atendiendo o no a lo que explica Maquiavelo, pero unos años. Dar lo mejor de ti siempre y volver a tu actividad profesional. Porque si importante es saber que esta es una actividad ‘profesional temporal’, es casi más tener tu vida resuelta fuera para poder volver después a ella.

Conocer, vivir, compartir la vida con una alcaldesa, te hace abrirte a ellos; te hace conocer cómo no tienen vida propia; cómo para ellos el solo salir a la calle por su pueblo convierte sus pequeños paseos en horas"

Siempre que hablo con jóvenes de mi partido, el Partido Popular, o de cualquier ámbito y me dicen que quieren dedicarse a la política profesionalmente les explico lo mismo; les hago una doble reflexión.

No existen los ‘políticos profesionales’, existen los ‘profesionales políticos’, porque la política en sí no debería ser una profesión, sino una actividad.

La política como vocación, por Max Weber
Disponible en:

Pero, además de eso, les explico que si quieren ser realmente libres, si quieren pasar por el noble arte de la política pudiendo siempre manifestarse en libertad, siendo parte de un equipo y aceptando las reglas, pero siendo lo suficientemente libre para tomar sus propias deciones, eso solo parte de la independencia económica.

Los jóvenes son, por definición, inconformistas, rebeldes, activos. Y eso que les caracteriza se atenúa cuando entran en política sin tener su vida resuelta, sin haber acabado sus estudios, sin tener bagaje profesional, sin tener un sitio al que volver o una profesión que retomar. Por eso, si estos jóvenes quieren llevar adelante su vocación, han de ser libres; y para serlo, lo mejor que puedo siempre recomendarles es que tengan su vida profesional resuelta o, al menos, encauzada antes de entrar.

Los que nos dedicamos a esto deberíamos plantearnos si tenemos vocación de servicio, de mejorar nuestra sociedad, nuestros pueblos, ciudades, nuestro país o hemos cambiado nuestro orden de prioridades"

La vocación tiene que analizarse cada día con uno mismo. Deberíamos, los que nos dedicamos a esto, plantearnos si tenemos vocación de servicio, de mejorar nuestra sociedad, nuestros pueblos, ciudades, nuestro país o, sencillamente, hemos cambiado nuestro ‘orden de prioridades’. Y en día que esto último llegue, dejar paso a otros que aún estén en la primera fase. Es el ciclo de la vida política y vital. El más honesto y sincero.

Víctor Píriz Maya

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El valor de la verdad | Víctor Píriz

El valor de la verdad | Víctor Píriz

El valor de la verdad | Víctor Píriz

El valor de la verdad

 

VÍCTOR PÍRIZ

 

¿Qué valor tiene la verdad en la política actual? Esta es una reflexión no solo para la clase política, sino para la sociedad en su conjunto. Es una observación que todos debemos hacernos, pero más aún los que nos dedicamos en esta etapa de nuestras vidas a labores públicas.

La mentira es consustancial al ser humano. Desde pequeños se aprende a mentir porque creemos que se evitan problemas; porque creemos ganar ciertas ventajas; porque mintiendo bien crees ganar terreno en cualquier ámbito. La política no es en esto una isla ni una excepción, porque en ella, donde debería condenarse la mentira por encima de cualquier ámbito de la vida, cada día toma posición con más ímpetu, avanza desconsoladamente y se convierte en la base de acción de gobiernos. España es un claro ejemplo.

Esta crisis ha demostrado que las cosas se pueden hacer mal o peor, pero, sobre todo, ha puesto de manifiesto que algunos han hecho de la mentira su forma de hacer política, su forma de estar en política y de sobrevivir en ella

Mintieron a todos cuando nos dijeron que salíamos 'más fuertes' tras arrasar con la economía, empleos y esperanzas de los españoles"

Desde el primer momento, mienten con los datos. Engañan descaradamente con datos que no cuadran y que contrastan con fuentes públicas que hablan de 24.000 muertes más de las que reconoce el Gobierno, cuando, sumando sólo los que reportan Madrid, Cataluña y Andalucia en sus páginas web, ya se supera la cifra de 29.000, de la que habla con bochornosa insistencia el Gobierno de la mano de su portavoz ‘con bata de científico’, Simón.  

Víctor Píriz, Diputado al Congreso por Badajoz y portavoz de presupuestos del Grupo Parlamentario Popular
Víctor Valentín Píriz Maya es Diputado en el Congreso por Badajoz y Portavoz de Presupuestos del Grupo Parlamentario Popular.
Es Licenciado en Administración y Dirección de Empresas, MBA por la Escuela de Organización Industrial y Master en Economía de Empresa y Trabajo por la Universidad de Extremadura.
Ha dirigido departamentos financieros de empresas regionales, nacionales y multinacionales. Ha sido Director y Subdirector de FUNDECYT.
Ha sido Concejal del Ayuntamiento de Talavera la Real, en Badajoz. 

En esta España en la que se negó durante semanas el luto oficial y el crespón negro para ‘no entristecer a la sociedad’ que perdía cada día a mil de los nuestros;  en esta España en la que se nos hurtó como ciudadanos las imágenes más duras de la pandemia, decidiendo el Gobierno por nosotros qué había que ver y qué no; en esta España en la que se terminó homenajeando a los fallecidos tarde y casi de forma clandestina, ¿podremos saber alguna vez a cuántos se ha homenajeado?  

Nunca lo sabremos, al menos no por boca de este gobierno que decidió que la mentira era su mejor forma de defenderse ante su incompetencia para gestionar la crisis. Igual que ese niño pequeño que todos llevamos dentro trata de parapetarse, mintiendo, echando la culpa a otros de sus errores, ya sean Ayuso, Feijoó o Moreno Bonilla, y trata rehuir de sus responsabilidades escurriendo el bulto en cuanto ha podido. Da igual, la culpa es de otros.

Nos han mentido también con informes que no existían, pero que hacían referencia a su ‘gran gestión’ durante la crisis. Han mentido con ‘comités de expertos’ en los que se parapetaban para tomar decisiones y que, ante la evidencia, tuvieron que reconocer que nunca existieron. Faltaron a la verdad cuando dijeron que las mascarillas no eran importantes, cuando la realidad era su incapacidad para comprarlas. Engañaron también con los test, que se consiguieron tarde y, cuando llegaron, no funcionaban. Inventaron cuando dijeron que no se podía prever la crisis en marzo, cuando tenían avisos de la OMS y, desde el propia Gobierno, se estaba avisando a sus diferentes estructuras de la que se venía encima.

Falsearon cuando afirmaron que solo habría ‘dos o tres fallecidos’ en esta crisis, creando la sensación general de que este virus no era más que una gripe fuerte. Mintieron cuando, antes de dos procesos electorales, dijeron que el virus estaba controlado y que la gente debía salir a disfrutar del verano. Y lo hicieron también cuando no impidieron, sino que promovieron, que las manifestaciones del 8M se celebrasen. ‘Todo superdrástico, tía’.

En esta sociedad tan necesitada de valores y referentes, quiero ensalzar la verdad en politica. El valor de asumir las responsabilidades. El valor de ser valiente. Nada como decir la verdad para seguir siendo libres"

Y no pararon ahí, no. Faltaban a la verdad cuando informaban de los positivos en el seno del propio Gobierno y en sus entornos para evitar las cuarentenas, o cuando ocultaron que la vicepresidenta socialista acudió a tratar su enfermedad en la sanidad privada. Engañaron a los profesionales sanitarios a los que nunca protegieron, facilitándose que nuestro país alcanzara los mayores índices de contagios del mundo. Nos mintieron a todos cuando dijeron que salíamos ‘más fuertes’ tras arrasar la economía, empleos y esperanzas de los españoles.

Contaron trolas todo el rato, lo hicieron de forma deliberada y consciente y las publicaron para mantenerse políticamente vivos. En una sociedad madura, en una democracia adulta, mentir supone dimitir. Aquí no, aquí puedes engañar sobre tu propia tesis y ser presidente del gobierno

Mentiras en la política
El valor de la verdad en la política, de Victor Píriz

Decía Jules Renard, «de vez en cuando di la verdad para que te crean cuando mientes». No siquiera eso ha hecho este gobierno. Por eso quiero reivindicar el papel de la política, el papel del servidor público que asume sus responsabilidades ante los ciudadanos: la figura del alcalde que pide disculpas por su error, el protagonismo del parlamentario que pide perdón por no defender correctamente a sus ciudadanos, el rostro de quien realiza su cometido para mejorar la vida de los demás y no la suya propia. Quiero poner en valor el papel del político que acierta y se equivoca, pero que da la cara.

La mentira es el antónimo de la política. Debería serlo. Mentir debería inhabilitar para ostentar un cargo público. En Estados Unidos existen mecanismos y resortes constitucionales para incluso destituir a los presidentes que son descubiertos mintiendo. Aquí no. Aquí en España mienten mientras valoran las encuestas para comprobar el resultado demoscópico de la mentira y, sino se sale mal parado en las misma, se incide en ellas, aunque se conviertan en un gobierno ilegítimo por hacer todo lo contrario de lo que juraron o prometieron ante el Rey y la Constitución.

En esta sociedad tan necesaria de valores y referentes, quiero ensalzar la verdad en política. El valor de asumir tus responsabilidades. El valor de ser valiente. Nada como decir la verdad para seguir siendo libres.

Víctor V. Píriz Maya

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La crisis de la comunicación política | Víctor Píriz

La crisis de la comunicación política | Víctor Píriz

La crisis de la comunicación política | Víctor Píriz

La crisis de la comunicación política

 

VÍCTOR PÍRIZ

 

No se me ocurre mejor tribuna que esta para expresar lo que la crisis que vivimos está reportando a la comunicación y para analizar las causas que están llevando al Gobierno de España a fracasar estrepitosamente en su manejo.

En comunicación hay varios principios fundamentales, al menos en comunicación política.  En esta crisis se están soslayando todos. No se están teniendo en cuenta y afectan cada día más a la credibilidad de un gobierno que, si vemos las encuestas de este fin de semana sobre el manejo de la situación que atravesamos, está fracasando estrepitosamente, no solo en la resolución de la misma, que es un hecho incontestable, si no en su organización comunicativa.

En primer lugar, hay que trasladar credibilidad, una credibilidad que esté basada en hechos objetivos, y hay que hacerlo desde la humildad. Si alguien sigue las ruedas de prensa de Pedro Sánchez estas semanas, verá que lo más próximo a ese concepto es la desnuda arrogancia con la que se dirige a los españoles. Resulta cuanto menos curioso que en una crisis en la que están muriendo decenas de miles de compatriotas apenas tiene palabras para reconocer errores y dar consuelo a los familiares de las víctimas

Hay que trasladar credibilidad, una credibilidad basada en hechos objetivos, y hay que hacerlo, además, desde la profunda humildad"

Frente a eso, exhibe una arrogancia impropia con la situación que vivimos. Cuando más creíbles debemos de sonar los políticos, más alejados se hayan algunos de los ciudadanos de discursos repelentes, trufados de frases grandilocuentes y ridículas. La gente en sus casas, los españoles, nuestra gente, esa que está sufriendo, no quiere frases hechas, quiere frases creíbles. Y no las está encontrando cada vez que Pedro Sánchez lee en su telepronter.

Víctor Píriz, Diputado al Congreso por Badajoz y portavoz de presupuestos del Grupo Parlamentario Popular
Víctor Valentín Píriz Maya es Diputado en el Congreso por Badajoz y Portavoz de Presupuestos del Grupo Parlamentario Popular.
Es Licenciado en Administración y Dirección de Empresas, MBA por la Escuela de Organización Industrial y Master en Economía de Empresa y Trabajo por la Universidad de Extremadura.
Ha dirigido departamentos financieros de empresas regionales, nacionales y multinacionales. Ha sido Director y Subdirector de FUNDECYT.
Ha sido Concejal del Ayuntamiento de Talavera la Real, en Badajoz. 

En crisis de esta magnitud, al comunicar debes trasladar seguridad y conocimiento de los temas que tienes entre manos. El no enfrentarte a las preguntas abiertas de los periodistas, limitando tanto su derecho a informar como el derecho de los ciudadanos a saber, no hace sino ampliar aún más la brecha entre los políticos y los ciudadanos.

Que en pleno siglo XXI, con los medios electrónicos de que disponemos, el gobierno pretenda ocultar las preguntas incómodas y contestar solo aquellas que quiere contestar, ahondando más aún en los mensajes previos, es, sin duda, un error mayúsculo.

No pueden insultar así la inteligencia de los ciudadanos, porque los españoles son perfectamente conscientes que, cuando un dirigente no se enfrenta al escrutinio de la prensa es porque, o bien no conoce los temas, o bien no sabe lo suficiente como para someterse a preguntas sin filtro previo. O lo que es peor, no tiene seguridad propia, seguridad ni en lo que hace ni en lo que dice.

Aprovechar una crisis para limitar el derecho a la información de la prensa y limitar, como nunca antes en la historia de la democracia, el derecho a la legítima oposición y control al Gobierno por parte de los diputados y senadores en las Cortes Generales, traslada la sensación de que se está usando la crisis para algo más serio que para comunicar mal o no comunicar. Traslada la impresión de que se quiere aprovechar la crisis para un cambio de modelo de Estado, para un cambio en las reglas de juego que todos nos dimos hace más de cuarenta años. Supone, en definitiva, un error garrafal de un gobierno superado, de un gobierno que confió todo al poder de la comunicación política y no a la acción política.

Aprovechar una crisis para limitar el derecho a la información traslada la sensación de que se está usando para algo más serio que para comunicar mal o no comunicar"

Y cuando se vieron desbordados, cuando vieron que perdían la iniciativa comunicativa pese a tener la mayor parte de los medios controlados con publicidad institucional, cuando todo esto comenzó a pasar, cuando las mascarillas no llegaban, cuando los test que se compraban no funcionaban, cuando nada de lo que intentaban les salía bien, optaron por la peor comunicación posible: desviar la atención.

Y en esa fase estamos ahora en nuestro país. Echando la culpa de todo a unos falsos recortes del PP que los propios datos del Ministerio de Hacienda o la OCDE desmienten. Si para ello hay que pasear por todos los platós a un liberado sindical vestido de enfermero para la ocasión y candidato de Podemos como experto en los recortes sanitarios…se hace. Sin sonrojarse. Si hay que denunciar a Fiscalía que los mayores están muriendo abandonados en las residencias…se hace, aunque la propia Fiscalía lo desmienta en pocos días. Han llegado a un punto que todo les da igual, que utilizan cualquier instrumento, todos los medios a su alcance, todos mensajes y mensajeros, periodistas inventados incluidos, para desgastar a la oposición y salvar su desastre de gestión de crisis.

Rueda de prensa de Sánchez por el Coronavirus

Todo les da igual. Desde el gobierno se utiliza cualquier instrumento - medios, mensajes, mensajeros y periodistas incluidos- para desgastar a la oposición y hacerla responsable ante los ciudadanos"

Una estrategia errática que pasa también por situar en la boca de técnicos el mensaje más duro, descansando sobre ellos las malas noticias y los mensajes negativos con un lenguaje apenas entendible para la gente normal en sus casas que viven pegadas al televisor en busca de información y esperanza. Una estrategia de comunicación que pasa por obviar lo más duro de esta crisis que son las decenas de miles de muertos. Porque el desastre de gestión no tiene consecuencias inocuas. Muchos días perdidos por los test falsos, por la no llegada de equipos de protección individual, la falta de toma en consideración de las recomendaciones de la OMS en febrero que llegaron a permitir partidos de fútbol y la manifestación del 8M. Cada día que se ha perdido ha costado vidas. Pérdida de vidas que, en esta comunicación política, para escribir en los manuales de LO QUE NO HAY QUE HACER no se recuerdan ni se honran. No se habla de ellos ni se pone una sola imagen de los verdaderos damnificados de esta crisis. Una comunicación que se queda en el envoltorio pero que no tiene mensaje, es imposible que llegue a nadie.

Y frente a ese desbarajuste, la comunicación de verdad, la que sale del corazón y llega al alma, la que los ciudadanos reciben, entienden y empatizan. La del ejemplo. La del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, acarreando cajas en el hospital de IFEMA, acudiendo a los homenajes a los sanitarios o insuflando cada día ánimo a todos, desde la humildad y la solidaridad

No hace falta tener a todos los medios de comunicación de tu lado. Eso puede ser importante para tratar de manipular, pero para comunicar, solo hace falta tener un buen mensaje y ser creíble. Y ambas cosas las tiene José Luis Martínez Almeida en esta crisis y no las está teniendo Pedro Sánchez

Porque en política hay que comunicar también con el corazón. Si quieres llegar al de la gente que te está escuchando, al de aquellos que hacen voluntariamente mascarillas o batas para los sanitarios llegando donde el Gobierno no llega, o llevan la compra a sus vecinos. Desgraciadamente de eso, de humanidad y de corazón, Pedro Sánchez e Iván Redondo van bien escasos.

Víctor V. Píriz Maya

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Cuando esto acabe | Víctor Píriz

Cuando esto acabe | Víctor Píriz

Cuando esto acabe | Víctor Píriz

Cuando esto acabe

 

VÍCTOR PÍRIZ

 

Esto acabará. No sé cuando. Nadie lo sabe. Pero acabará. Habrá un día en el que podré ir a ver a mi padre y darle un beso eterno. Habrá un día en que pueda ver a mi chica y levantarla por los aires. Habrá un día en que mis sobrinos puedan volver a jugar con mis hijos al Cementerio de Minecraft.

Habrá un día, sin duda, en que despertemos todos de esta pesadilla colectiva, en el que podamos salir a la calle, hablar con los vecinos, abrazarnos a los amigos, correr por el campo, pasear por la playa o montar varias horas en bici. Ese día llegará, estoy seguro.

Pero para que eso llegue, muchos héroes tendrán que seguir dando la cara como la están dando: médicos, enfermeros, celadores, auxiliares o técnicos. Se juegan la vida cada día al mismo tiempo que son el dique de contención de nuestra sociedad frente a un virus que, no solo se está llevando miles de vidas por delante, sino que está finiquitando todo un modelo de sociedad. 

Pero no se va a llevar nuestra memoria. No vamos a olvidar cómo durante todas estas semanas y hasta el mismo día en que acabe todo, ha habido miles de personas en las que, tras su juramento hipocrático, apareció también un heroísmo admirable.

No vamos a olvidar que durante estas semanas ha habido miles de personas en las que apareció también un heroísmo admirable"

Actúan en muchos casos sin equipos de protección apropiados por el desastre en la gestión de un Gobierno de España superado por los acontecimientos. Un gobierno que cuando se vió incapaz, desistió de centralizar los suministros necesarios y los abandonó a su suerte

Víctor Píriz, Diputado al Congreso por Badajoz y portavoz de presupuestos del Grupo Parlamentario Popular
Víctor Valentín Píriz Maya es Diputado en el Congreso por Badajoz y Portavoz de Presupuestos del Grupo Parlamentario Popular.
Es Licenciado en Administración y Dirección de Empresas, MBA por la Escuela de Organización Industrial y Master en Economía de Empresa y Trabajo por la Universidad de Extremadura.
Ha dirigido departamentos financieros de empresas regionales, nacionales y multinacionales. Ha sido Director y Subdirector de FUNDECYT.
Ha sido Concejal del Ayuntamiento de Talavera la Real, en Badajoz. 

Nuestros héroes, los que harán que podamos salir de esto, se juegan la vida por nosotros. Aunque tengan que aguantar que la consejera valenciana le diga que “enferman al ir a ver a sus familiares”

Hay más héroes. No llevan capa. Cuidan de nosotros, nos protegen de nosotros mismos, de nuestro individualismo, de ese virus silencioso que también mata porque nos hace tomar decisiones equivocada para todos, para nuestra sociedad.

Siempre tenemos al Ejército, a esos militares a los que gran parte de españoles no los considera como “un gasto superfluo”, a los que incluso el presidente del Gobierno, muy a su pesar,  se ve obligado a reconocer su valor. Su valor para la sociedad a la pertenecen. Un ejército que limpia las calles de España de un virus que no solo nos ataca físicamente, si no que ataca también un modelo de vida y de sociedad, de entretenimiento, de relación, de cultura y economía. Un ejército que pasea nuestra bandera por el mundo con el mismo orgullo que limpia las contaminadas aceras en cualquier pueblo de España o de Extremadura.

Hay más héroes, sí. Estos van de verde y azul. Son nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que, al igual que los sanitarios, deben hacer su trabajo sin apenas medidas de protección. Ellos también empiezan a dar sus vidas en esta batalla.

Me siento orgulloso de todos y cada uno de ellos. De todos y cada uno de estos patriotas que defienden aquello que juraron defender por encima de su propias vidas. Esos héroes, a los que este gobierno traicionó ya antes, no cumpliendo con la equiparación aprobada por el gobierno de Rajoy en 2018. Pero esto no va de dinero. Lo sabe Sánchez. 

Sabe que trata con gente de palabra, con auténticos profesionales que viven con pasión su profesión, como lo son también los funcionarios de prisiones, a los que no se les reconoce como autoridad y se les deja abandonados en una sociedad que ahora les mira con orgullo. Porque también están dando su vida en situaciones cada vez más complicadas. Si fuera de las prisiones es difícil este confinamiento, no quiero ni imaginar cómo será ahí dentro. Son el escudo de la sociedad. Son ellos, nuestros funcionarios.

Heroes que defienden la salud de los españoles
Cuando esto acabe; de Victor Píriz;

Cuando esto acabe, cuando podamos abrazarnos, habrá quien levante las persianas de su negocio, de su trabajo, de su actividad profesional, con ilusión, pero con dificultad. Serán esos casi dos millones de autónomos que han sido abandonados por un Gobierno que hace mucho tiempo olvidó la decencia y que dio prioridad a indultar a determinados políticos catalanes condenados o instalar en el CNI a Ivan Redondo o a Pablo Iglesias, antes que tomar medidas sensatas y contundentes para ayudarles.

Estos autónomos habrán perdido meses de trabajo y de ingresos, pero obligados a seguir cotizando, presentar las liquidaciones de impuestos y pagar los alquileres o sus renting. Estos no llevan capa, no. No están tampoco en la primera línea de fuego. Pero estos dos millones de españoles son tan héroes como los anteriores. Son los que nos llevan el pan a casa, los que nos cortan el pelo, los que nos venden un ordenador o la carcasa para el móvil. Nos pintan la casa o nos venden la fruta. Son la parte más importante de un país que no debe olvidarlos, que no puede permitirse dejarlos en la cuneta. 

Ser autónomo es una forma de vida, una forma de entenderla. Es arriesgar todo cada día; no saber cómo acabará el mes; no tener vacaciones ni bajas por enfermedad; es llevarse a casa las facturas y los albaranes y no dejar de pensar en tu proyecto, en tu vida, a todas horas.

Cuando todo esto acabe, estos héroes necesitarán un país que no les falle. Yo no pienso fallarles. Os lo juro. No soy capaz de hacerlo. No lo haré por valores, pero también porque un día juré nuestra Constitución ante millones de personas para defender causas como las vuestras. 

Pediremos las responsabilidades a los ‘responsables políticos’ de todo esto que sucede ahora. Encontraremos soluciones para nuestros valientes. Porque de esta saldremos y tendréis detrás a un grupo de hombres y mujeres que se van a dejar la vida para que nadie se quede atrás, para que salgamos todos juntos, para que España vuelva pronto a ser ese país que nos emociona: el país de Nadal, el país de Indurain, el país con ese himno sin letra que eriza la piel. 

Cuando todo esto acabe algunos tendremos una misión: devolveros parte de lo que habéis dado por este país en cada segundo de nuestras vidas. Y lo haremos. Palabra de un extremeño. Mi palabra. 

Víctor V. Píriz Maya

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