Entrevista a Javier Blasco, Director de Adecco Group Institute
Entrevista a Javier Blasco, Director de Adecco Group Institute
Javier Blasco, Director de Adecco Group Institute
ENTREVISTA DE ALBERTO ASTORGA
Hace ya un año, Adecco Group, líder mundial en la gestión de recursos humanos, lanzó su nuevo centro de estudios denominado Adecco Group Institute. Su objetivo es la investigación y el análisis de los datos del mercado laboral español para detallar y cuantificar las tendencias de los trabajadores y empresas. Javier Blasco es quien dirige tan ambicioso proyecto.
Javier Blasco es licenciado en Derecho por la Universidad de Salamanca y cuenta con un MBA del Instituto de Empresa así como un Master en Derecho del Trabajo por la Universidad Carlos III de Madrid. Javier lleva años trabajando en el Grupo Adecco donde ha sido Director Jurídico del Grupo y, actualmente, Director de Adecco Group Institute.
Es vocal de la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (Grupos de trabajo de ETTs, riesgos psicosociales y formación preventiva), Vocal de Eurofound (European Foundation for the Improvement of Living and Working Conditions), representación en grupos de trabajo de la OIT, Business Europe, miembro del Consejo Andaluz de Relaciones Laborales y de la Junta Asesora Empresarial Nacional de Fremap MATEP.
A estas alturas parece obligado preguntar por el impacto del Covid-19 en el empleo, más aún cuando está teniendo graves consecuencias en sectores estratégicos de la economía española y en las familias. ¿Cómo nos puede describir la situación actual del empleo en España?
Estamos probablemente en la peor situación de empleo de nuestra historia reciente, ya que no se trata de una crisis financiera como en 2008 sino de una crisis que afecta tanto a la oferta como a la demanda por el confinamiento derivado de la pandemia. Las cifras que conoceremos a comienzos de junio nos llevarán al entorno de los 4 millones de desempleados, sin tener en cuenta las personas con contratos suspendidos por ERTEs o los autónomos en situación de cese de actividad.
¿En qué difiere esta situación del resto de países de la Unión Europea y qué consecuencias puede acarrear para nuestra economía?
Hay varias diferencias. Hay países que han gestionado mejor la prevención y por ello están ya en fase de desescalada que parece sostenible, como Alemania, Portugal, Noruega, entre otros.
Pero también la gestión del déficit y la deuda de los últimos años ahora nos puede pasar factura, porque las grandes potencias de Europa tienen capacidad para introducir en su economía fondos para aliviar la crisis en empresas y desempleados, algo que en España no podemos hacer y dependemos de lo que, vía transferencias o préstamos, nos llegue de la Unión Europea. Esperemos que las medidas que se vayan implementando generen mensajes de confianza y seguridad jurídica a los inversores y a las empresas, que, en definitiva, son los que van a permitir mantener y generar empleo y riqueza.
La estructura laboral en España siempre se ha caracterizado por su rigidez para el empleo y por sus altas tasas de desempleo. ¿A qué se debe? ¿Dónde está el freno?
Nuestras altas tasas de desempleo tienen que ver con un modelo económico y un mercado de trabajo muy vulnerable y donde el marco regulador tampoco ayuda. Desgraciadamente en nuestra estructura productiva el peso de la industria es inferior al de la mayoría de los países de la Unión, incluso los más meridionales. Tenemos menores tasas de inversión en innovación, más dificultades de acceso a la financiación, menores incentivos al emprendimiento y una oferta educativa más alejada del mercado laboral que otros países.
Asimismo, los mecanismos legales que favorecen la competitividad y la capacidad de adaptación son mucho más rígidos que en el resto de la Unión: negociación colectiva, modelo de contratación y extinción, sistemas de flexibilidad interna, contratos formativos, subcontratación, normativa sobre intermediación y políticas activas de empleo...
Nuestras altas tasas de desempleo tienen que ver mucho con el modelo económico y un mercado de trabajo muy vulnerable y donde el marco regulador no ayuda"
¿Qué entiende que habría que cambiar?
Tenemos que poner en valor la figura del emprendimiento y del que crea empleo, así como premiar el esfuerzo y el talento; hay que alinear Universidad, Administraciones y empresas en mecanismos ágiles y de exigencia recíproca, orientados a potenciar el talento y competencias acordes con la evolución del mercado y la transformación digital a la que asistimos. Hay que ofrecer un marco regulador que genere seguridad jurídica (estabilidad, transparencia, previsibilidad) y sea atractivo para generar empresas, innovación y empleo.
¿Dónde debería centrarse los puntos de encuentro entre gobierno, patronal y sindicatos para afrontar esta nueva situación?
En crear escenarios de diálogo, a partir del respeto y la libertad de las partes, para encontrar soluciones en la normativa y la negociación que hagan sostenible el crecimiento de las empresas y la economía con las garantías laborales de las personas trabajadoras. Deberíamos copiar modelos que llevan décadas funcionando en los países de nuestro entorno europeo, darle estabilidad y que puedan ir adaptándose a cada momento de un mercado global y en continuo cambio.
Cada vez más el foco está en las habilidades, tanto las tradicionales como las que ahora demanda la post-pandemia, la casi reinvención de personas y empresas"
¿Qué nuevas expectativas de empleo surgen en escenarios tan críticos como el presente?
Hay sectores que han cobrado especial protagonismo, como la agricultura, la sanidad, la biotecnología, la alimentación, el e-commerce…, además de todas las actividades relacionadas con las tecnologías. Pero sin duda que la desescalada permitirá que sectores como industria y construcción, primero, y comercio, hostelería y turismo, después, puedan ir recobrando la normalidad y con ello las profesiones de estos sectores volverán a estar demandadas.
¿Cuál es la formación que requieren ahora nuestras empresas y nuestros trabajadores?
La formación sigue siendo necesaria en conocimientos y profesiones de siempre, como la hostelería, las profesiones industriales y de la construcción, y en nuevas cualificaciones relacionadas con marketing digital, e-commerce y. nuevas tecnologías (ciberseguridad, inteligencia artificial, big data, cadenas de block-chain, vehículos autónomos, impresión 3D, 5G, drones, etc.). Pero cada vez más el foco está en las habilidades, tanto las tradicionales (trabajo en equipo, vocación de servicio y orientación al cliente, responsabilidad, toma de decisiones, liderazgo, empatía, etc.) como las que ahora demanda la post-pandemia y la casi reinvención de personas y empresas (intra-emprendimiento e innovación, resiliencia, flexibilidad y adaptabilidad, etc.).
Aspiramos a acompañar a candidatos y personas trabajadoras durante todo su ciclo de vida laboral, ayudándolos en ese crecimiento"
¿Cuál será el papel de la formación online en los nuevos procesos formativos y qué debe aportar para sustituir con eficacia a la formación presencial? ¿Estamos preparados para ello?
¿Hacia dónde camina el empleo en España y qué papel desempeña ADECCO en este nuevo escenario?
El empleo tiene que ir hacia escenarios más inclusivos, diversos y focalizados en potenciar el talento y la fidelización de las personas, que deben seguir siendo el foco.
Nuestra aspiración es acompañar a candidatos y personas trabajadoras durante todo su ciclo de vida laboral, ayudándoles en ese crecimiento, adaptación y vinculación con cada propósito y proyecto de vida. Y para ello, trabajaremos codo con codo con administraciones y empresas para facilitar un futuro del trabajo sostenible para todos.