‘Alea jacta est’, la suerte está echada | Damián Beneyto
‘Alea jacta est’, la suerte está echada | Damián Beneyto
'Alea jacta est'
La suerte está echada
DAMIÁN BENEYTO
Esta frase con que titulo mi parrafada, la atribuye Suetonio a Julio César en su libro «Vida de los doce cesares», cuando con su ejército cruza el rio Rubicón con dirección a Roma, en lo que fue un golpe de estado en toda regla que llevó posteriormente a una criente guerra civil.
En nuestro país estamos a pocos días de cruzar el ‘Rubicón’ del principio del curso escolar y parece que también ‘la suerte está echada’. Nadie puede dudar de que va a ser un principio de curso complicado e incluso bastante belicoso, pues a las circunstancias sanitarias que acontecen hay que unir la desidia, negligencia y abulia de nuestros gobernantes.
La cobarde e insensata dejación de funciones de un gobierno que solo actúa para una galeria de ilustres pesebreros y populacho crédulo, puede llevarnos a la anarquía educativa"
Si de algo podemos acusar al gobierno socialcomunista que rige nuestros destinos es de la falta de previsión. Es decir, no saber adelantarse a los acontecimientos a pesar de los avisos que se reciben y, como consecuencia, no tomar medidas para paliar los efectos de las distintas crisis. En el tema de la pandemia que nos sigue azotando, y a pesar de las evidencias, solo se ‘actuó’ cuando los contagiados y los fallecidos ya se contaban por miles. Y en esto del comienzo del curso escolar las primeras decisiones, a quince días vista, aún no se han tomado.
Pedir, como en Extremadura, a las directivas de los centros escolares que realicen durante el mes de julio planes de contingencia por lo que pueda ocurrir, es como el que tiene tos y se rasca, es quitarse de en medio y poner a los equipos directivos a los pies de los caballos.
Damián Beneyto Pita es natural de Carcaixent (Valencia), pero extremeño y residente en Plasencia desde 1977. Profesor de Enseñanza Secundaria. Fue Director del Centro de Artes Escénicas y de la Música, CEMART, entre 2007 y 2011. Director también de la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura entre 2007 y 2010, Diputado en la Asamblea de Extremadura por el Partido Regionalista Extremeño, PREX, entre 2011 y 2015.
Aunque lo pero es que el Gobierno de la nación a finales de agosto les diga a la Comunidades Autónomas que se las apañen como puedan y que ‘sálvese quien pueda’.
No seré yo quien diga que es fácil solucionar todas las variables que se pueden dar en un centro escolar para evitar los contagios, pero al menos, y para eso hay miles de asesores cobrando pingües sueldos, desde el mes de marzo pasado el Gobierno de España debería haberse puesto manos a la obra para, si era necesario, tener respuesta a algo que podía ocurrir: un comienzo de curso con pandemia.
Otro aspecto que, sobre este asunto, dará sin duda mucho que hablar y que escribir es el despiporre legislativo que va ocurrir cuando cada comunidad se dedique a tomar sus propias medidas que va a volver tarumba a alumnos, padres y docentes. La cobarde e insensata dejación de funciones de un gobierno que solo actúa para una galería formada por ilustres pesebreros y populacho crédulo, puede llevar a este país a una anarquía educativa donde los ‘paganinis’ van a ser nuestros niños y jóvenes.
La pandemia, y como consecuencia el problema escolar, vuelve a poner de relieve que no fue muy buena idea transferir la sanidad y la educación a las comunidades autónomas. Hay competencias que para ser eficaces y no crear desigualdades deben estar centralizadas. No se puede negar la evidencia, visto lo visto y lo que se nos viene encima.
Ni tenemos una gran sanidad pública, por buenos profesionales que haya, ni nuestro sistema educativo es capaz de adoptar medidas excepcionales en momentos excepcionales. Naturalmente, el problema se agudiza cuando los gobernantes que ha elegido el pueblo soberano no son capaces de dar soluciones a los problemas de los españoles que, por si se le olvida a alguien, es para lo que se les eligió.
Damián Beneyto