Alberto Astorga, galardonado con el «Napolitans»
Alberto Astorga, recibe el 'Napolitans'
al mejor Blog Político de 2017
NOTA DE PRENSA
Los también llamados 'Óscar' de la consultoría política son los premios concedidos a los mejores profesionales del año en el sector, entre los que ya se sitúa 'Visioncoach'.
Hace muy pocas horas he llegado de Washington. Al igual que el año pasado, me había comunicado que Visioncoach había sido nominado como Mejor Blog Político de 2017, por The Washington Academy of Political Arts and Sciences, WAPAS, academia integrada por profesionales de la consultoría política, tanto de Europa como de América.
A diferencia de entonces, en el que el ganador se determinaba por una votación popular en Facebook, este año serían los propios miembros de la Academia quienes elegirían al ganador de entre los nominados. La sola nominación ya es, de por sí, un aval profesional importante porque supone estar entre los mejores blogs de contenido político de más de veinte países. Con ella me sentía suficientemente gratificado, pero quise asistir para poder conocer y estar con quienes comparten un ideal profesional similar, con quienes aspiran a ofrecer, desde distintas especialidades, la mejor cara de la política y de los políticos. También para estar con aquellos con los que, a través del mail mantenemos fluida relación de apoyo. Resultó ser una aventura excepcional.
Durante la Gala de entrega de premios y tras la incertidumbre del momento, tuve la fortuna de recibir la estatuilla dorada del ‘Napolitan’ Victory Award al Mejor Blog Político de 2017 que concede la Academia con sede en Washington. Todo un orgullo.
Los ‘Napolitans’ son reconocidos como los ‘Óscar’ de la consultoría política, pues son los premios concedidos a los mejores trabajos del año en este sector. Su convocatoria se extiende a más de 20 países e incluye gran variedad de categorías.
Toman su nombre de Joseph ‘Joe’ Napolitan, consultor reconocido como ‘padre’ de la consultoría política y recordado por su participación en exitosas campañas electorales de la segunda mitad del siglo XX.
Además de la familia que me acompañó tuve también la oportunidad de compartir momentos inolvidables con profesionales que hasta ese momento no conocía personalmente, pero con los que mantenía una fluida, amigable y profesional relación por correo electrónico y redes sociales. El mundo se hace pequeño.
De las manos de mi admirado Daniel Eskibel, excelente psicólogo político y experto profesional, recibí la estatuilla. Compartimos amenas y nocturnas tertulias y reflexiones con Ignacio de Moya, Diana Rubio, César Toledo, Rubén Turienzo, Víctor López, Sheila Flores, Daniela Valencia y otros profesionales.
En mis palabras de agradecimiento del galardón, manifesté algo en lo que creo profundamente; que en la política lo que verdaderamente importar es que los políticos ‘tengan sentido’. Esto significa que los políticos deben saber cuál es su lugar en el mundo, conocerse y sacar la mejor versión de sí mismos para liderar y ofrecer a los ciudadanos una visión ilusionaste, positiva y posible, en la que la mayoría de los ciudadanos quieran participar.
Los políticos deben saber cuál es su lugar en el mundo, conocerse y sacar la mejor versión de sí mismos"
Traducir esta visión en un proyecto político concreto y ganador corresponde a los equipos de los candidatos y a los profesionales que componen el ‘war room’ de toda campaña electoral.
Muchas veces, quizás demasiadas, nos encontramos con políticos que están porque ‘necesitan’ estar; porque no tienen otra cosa o porque consideran que la política es una ‘salida laboral’ más a la que se accede sin excesivos requerimientos y que cuenta con una retribución generosa y un estatus privilegiado. De ahí -a mi entender- la mayoría de las críticas a la ‘calidad’ de nuestra política y el el origen del ‘linchamiento permanente’ que desde hace años vienen padeciendo los políticos en general y la política en su conjunto. Una veces con razón; otras, las más, injustamente.
La política seguirá ahí mientras el hombre exista, pues es la mejor forma que ha encontrado para resolver sus diferencias que aparecen en la vida en sociedad. Si desaparecieran estos políticos, vendrán otros que también serían ‘políticos’. Por eso, más que destruir, mejorar su desempeño es algo absolutamente necesario y que se pude lograr si se desprenden de su arrogancia y reconocen, con humildad, que deben empezar a mejorar la relación consigo mismos para conocerse mejor y conocer mucho más intesamente la sociedad a la que sirven a las personas que están en ella.
Quiero agradecer a The Washington Academy of Political Arts and Sciences, a su presidente Mauricio Jaitt y al resto de un equipo realmente profesional y acogedor, el galardón recibido. Dar mi enhorabuena a la organización del evento, a todos los participantes y a los galardonados en las muchas especialidades allí presentes. En política, los premios son efímeros y los méritos nunca se tienen en cuenta, sino al contrario, tienden a olvidarse con rapidez, pero siempre queda para cada uno de nosotros la satisfacción por el trabajo que siempre hemos intentado hacer.
Alberto Astorga