¿Quedan políticos como los de antes? | Carmen Heras

¿Quedan políticos como los de antes? | Carmen Heras

¿Quedan políticos como los de antes? | Carmen Heras

¿Quedan políticos como los de antes?

CARMEN HERAS

A menudo se oye en el mundo de la opinión pública la frase manida de que ‘ya no hay políticos como los de antes’. Si se pregunta a una persona de edad, lo afirmará con contundencia, razonándolo desde la mirada épica sobre unos tiempos pasados en los que tanto hubo que construir en favor de la democracia, y la generosidad hizo muchas veces acto de presencia.

Pero cuando se habla con un político joven de los de ahora, hará puro énfasis en la semejanza de sus actos con los apartados más nobles de los de sus predecesores, justificando los cambios entre la forma antigua de trabajar y relacionarse y la actual, por la prisa de nuestra mediática época y la rapidez de los cambios tecnológicos del presente.

El sustrato teórico de las ideas que conforman una ideología siempre ha de emerger por encima del pragmatismo propio de su ejecutoria"

Y algo curioso: frente a la hecatombe que para los antiguos significaba el fracaso de una fuerza política, los actuales parecen observarlo con naturalidad, o al menos eso dicen, del mismo modo que hacen con las relaciones humanas, hoy tan volátiles.

Cualquiera que pretenda realizar una disertación comparativa entre dos épocas deberá hacerlo de manera puntillosa, abarcando todos los puntos de comparación. Lo mismo sucede en la política. Cada tiempo tiende a explicarse de acuerdo a sus condiciones sociales y económicas, las cuales afectan lógicamente a las decisiones concretas tomadas por los gobernantes.

Carmen Heras Pablo
Carmen Heras Pablo es Licenciada en Ciencias Físicas por la Universidad de Valladolid. Profesora Titular de Didáctica de las Matemáticas en la Universidad de Extremadura donde anteriormente dirigió la Escuela Universitaria de Formación del Profesorado.
Diputada en el Congreso por Cáceres en representación del PSOE en 1996-2000, fue concejala en el Ayuntamiento de Cáceres en 2003-2007 y Alcaldesa entre 2007 y 2011

Ahora bien, en toda práctica política democrática hay unos fundamentos generales, un tronco común que tiene que ver con unos conceptos básicos de la misma antes que con una ideología determinada, sea ésta de derechas o de izquierdas. E incluso, dentro de una opción X, el sustrato teórico de ideas que la conforma siempre ha de emerger por encima del pragmatismo propio de su ejecutoria. Algo que hoy no siempre ocurre.

Puede que el problema de la política, aquí y ahora, sea el confundir las formas y el fondo y hacer que las primeras sustituyan al segundo en un número importante de casos. Creer que la buena confección e interpretación de un relato sustituirá, en la mente del votante, a la necesidad cierta de unas realizaciones concretas. En el pasado algo así no se daba, al no existir generalizadas las redes sociales. Tampoco la sociedad hubiera visto bien el que sus representantes imitasen, a veces, los ‘reality show’, líderes de audiencia en televisión.

Escribe Luís Landero que “cuando el fondo va por un lado y la forma por otra, nos sale la risa agria e infantil propia de nuestra época”. Traducir el fondo como forma y viceversa constituye un gran dislate, solo apto para los previamente convencidos.

Fondo y forma son dos piezas claves en un trabajo político. Caso de haberlo. Y ambas deben coexistir. El fondo, sin formas adecuadas de presentación, puede resultar difícil de entender, gélido y rígido en su contenido. La forma, sin fondo, es solo un cascarón que no tiene nada debajo, pura inanidad.

Amigos entre políticos diversos

Los políticos han conseguido establecer una verdadera clase social con intereses y objetivos propios, donde un parlamentario -por el mero hecho de serlo- tiene mayores afinidades con otro parlamentario -aún siendo éste de una fuerza política distinta- que con las personas que dice representar.

Los partidos de izquierda tienden a criticar a sus oponentes, enfundados en un manto de superioridad moral que solo ellos, a sí mismos, se reconocen, pues al cabo su manera de comportarse en la práctica es bastante análoga a la de sus adversarios.

Por otra parte, estar convencidos -como hacen algunos partidos conservadores- de que solo ellos están preparados para detentar el poder y con esa convicción, dedicarse -cuando no gobiernan- a torpedear sistemáticamente las acciones de gobierno, no deja de ser trabajar dentro de un espejismo con consecuencias destructivas para la convivencia democrática.

Carmen Heras

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Ayuso | Víctor Píriz

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Ayuso

VÍCTOR PÍRIZ

 
Víctor Píriz, Diputado al Congreso por Badajoz y portavoz de presupuestos del Grupo Parlamentario Popular
Víctor Valentín Píriz Maya es Diputado en el Congreso por Badajoz y Portavoz de Presupuestos del Grupo Parlamentario Popular.
Es Licenciado en Administración y Dirección de Empresas, MBA por la Escuela de Organización Industrial y Master en Economía de Empresa y Trabajo por la Universidad de Extremadura.
Ha dirigido departamentos financieros de empresas regionales, nacionales y multinacionales. Ha sido Director y Subdirector de FUNDECYT.
Ha sido Concejal del Ayuntamiento de Talavera la Real, en Badajoz. 

Isabel Díaz Ayuso tiene las ideas claras. Nunca te va a engañar. Contra ella vale todo, contra ella ha servido lo indecible durante estos diecinueve meses como Presidenta; contra ella se han escrito cientos de columnas, se la ha insultado y vilipendiado. Se la ha acusado de los grandes males de la Humanidad.

Se la ha vejado ante el silencio cómplice de las feministas, porque las feministas de pancarta nunca defenderían a una Presidenta como Isabel. Tampoco lo necesita, ella engrandece a las mujeres, las da valor, las pone en su lugar en la sociedad con su valentía y su arrojo. Y no necesita que la defiendan.

Mientras se escribían hasta tres mociones de censura, Isabel Díaz Ayuso se adelantó a todos y convocó elecciones, poniendo su cargo a disposición de todos los madrileños"

Han sido semanas complicadas. Redondo fracasó, porque es un proyecto fracasado de spin doctor. Buscó aniquilar al Partido Popular y reforzó aún más el liderazgo de Pablo Casado y de los Presidentes Autonómicos.

A su fracasada estrategia se le sumó en Madrid la valiente Ayuso, que leyó la jugada mejor que nadie. Mientras se escribían hasta tres mociones de censura, ella se adelantó a todos y convocó elecciones, poniendo así su cargo a disposición de todos los madrileños. Frente a mociones con intereses oscuros, elecciones. Frente a la opacidad, transparencia.

Y así será. Habrá elecciones. Isabel rápidamente marcó el terreno de juego, grabó a fuego su fortaleza: la libertad.

Porque Ayuso ha ido siempre delante de todos, ahora y antes. Porque cuando la primera ola de la pandemia arreciaba, ella traía aviones de mascarillas y EPIs que nadie era capaz de comprar, ella montó un hospital de campaña en IFEMA, lideró la respuesta sanitaria, se anticipó cerrando colegios, haciendo llegar FFP2 a los madrileños, generalizando los tests rápidos. Siempre por delante, un paso por delante. O dos.

Y eso la izquierda rancia y casposa no se lo perdona. No la perdona ser implacable con una gran sonrisa. No perdona que los madrileños vean en ella alguien que defiende sus convicciones con pasión y sin miedo. Y desde la superioridad moral de la izquierda es complicado entender esto; es complicado ver a una chica que ellos consideraban vulnerable y a la que criticaron y critican hasta la saciedad, levantar un hospital de pandemias en cien días. Por eso, mientras  Valencia presidida por Puig o la Extremadura de Vara usaban carpas para alojar a enfermos o colchones y somieres usados en IFEBA, ella ponía en pie un hospital ejemplo para el mundo entero.

Miles de madrileños se han curado allí, en ese hospital símbolo de la lucha contra el virus, pese a los sabotajes recibidos desde entonces por quienes no tienen límite en su ataque a Isabel. Porque si hay que sabotear un hospital, se sabotea. Con enfermos dentro y sin ningún miramiento..

Frente a mociones con intereses oscuros, elecciones; frente a la opacidad, transparencia"

Frente a eso, libertad. Frente a la izquierda ella ha apostado por la libertad sin complejos, por ayudar a sus empresarios, a los hosteleros, por hacer compatible la salida de la crisis sanitaria con la salida con vida de los empresarios madrileños, por demostrar que con impuestos bajos se puede ser la Comunidad más próspera de España. Mientras todos cerraban a cal y canto sus perímetros, ella peleaba contra el Gobierno de Sánchez que mandó a su Ministro a hacer precampaña como candidato a la Generalitat machacando a Madrid. Pero ni ahí pudieron con ella, porque se ha demostrado insumergible cual Margaret Brown en el Titanic.

Ahora Iglesias se erige en su rival. El comunista que odia la libertad se enfrentará a una Isabel Díaz Ayuso a la que directamente quiere enviar a la cárcel en lugar de enfrentarse a ella. El comunista del 15M que usa su despacho en el Ministerio para hacer campaña, da lecciones de ética y amenaza impunemente. Pero a ella le da igual, ella tiene clara su hoja de ruta. Ella ha vencido a Iván Redondo, ha vencido a Illa, a Sánchez y ahora hará lo propio con Iglesias.

Isabel Díaz Ayuso, Presidenta de la Comunidad de Madrid

Y lo hará por sus principios, firmes y sólidos. Lo hará por su voluntad de acero. Por su capacidad de trabajo infinita. Por sus valores, esos que tienen la libertad individual en el eje político. Lo hará porque es una mujer valiente y comprometida que no necesita que la defiendan porque ella lo hace sola perfectamente.

Isabel Díaz Ayuso se enfrenta el día 4 de mayo a unas elecciones extremas, en medio de la mayor campaña de desprestigio que nunca se haya visto, frente a un socialismo y un comunismo que no la acepta porque les gana la batalla del relato, porque la batalla cultural y social la tienen perdida y eso no lo pueden aceptar.

Madrid tiene la mejor Presidenta que puede tener. Libre. Mujer. Valiente. Comprometida. Los españoles estamos orgullosos de ella, los madrileños infinitamente más.

Víctor PírizDiputado del Partido Popular por Badajoz

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Responsabilidades, ¿públicas o privadas?

CARMEN HERAS

Las distintas interpretaciones a lo largo de la historia de lo qué es un partido político impiden una única versión de su completo significado. Por eso, y en lugar de una definición concreta para el mismo, se dictan sus cuatro características fundamentales dentro de un sistema democrático.

La primera, la necesidad de ser una organización estable y permanente. La segunda, la obligación de apoyarse en una ideología y un programa de gobierno. La tercera, la obligatoriedad de cumplir unos objetivos mediante el ejercicio del poder político. La cuarta, la ejecución de ese poder por unos cargos públicos electivos.

Los partidos actúan como estructuras intermedias entre el Estado y la sociedad civil, y es necesario pertenecer a un partido para presentarse a unas elecciones"

Los partidos actúan como estructuras intermedias entre el Estado y la sociedad civil, y es necesario pertenecer a un partido político para presentarse a unas elecciones. Cualquier proceso electoral puede desembocar en el nombramiento de unos cargos públicos que, de alguna manera y en mayor o menor medida, son controlados por sus partidos, al haber sido colocados por éstos en la parrilla de salida. Y viceversa.

Carmen Heras Pablo
Carmen Heras Pablo es Licenciada en Ciencias Físicas por la Universidad de Valladolid. Profesora Titular de Didáctica de las Matemáticas en la Universidad de Extremadura donde anteriormente dirigió la Escuela Universitaria de Formación del Profesorado.
Diputada en el Congreso por Cáceres en representación del PSOE en 1996-2000, fue concejala en el Ayuntamiento de Cáceres en 2003-2007 y Alcaldesa entre 2007 y 2011

Adoptan los partidos, al menos en teoría, dos reglas de oro fundamentales en su funcionamiento interno: la primera, que un cargo público gobernando ha de consultar lo qué hace en cualquier situación importante, y debe dar explicaciones de su trabajo ante el partido que lo propuso, al objeto de mantener la ortodoxia de las siglas. Y la segunda, que todos los militantes pueden desempeñar un cargo político, si los órganos dirigentes del partido lo deciden, lo que equivale a presuponer que el recambio de unos por otros puede hacerse de manera habitual, salvo en el caso de los líderes máximos.

Bajo estas hipótesis de partida nada tiene de extraño que muchas veces y de forma egoísta los miembros de un partido defiendan la renovación como un mero recambio de las caras. Además, y dado que sus elementos pueden ser intercambiables entre sí, la organización no haya considerado necesario mantener estrategias generales y conjuntas de defensa reglada de ellos, en sus diferentes lugares de implantación. O de gobierno. Porque siempre habrá un individuo para sustituir al que caiga.

Últimamente estamos asistiendo, cada vez con mayor intensidad, a diferentes iniciativas de unos partidos contra otros que van más lejos del propio juego político y se introducen, utilizándolas, en otras vías, al objeto de defenestrar al adversario.

Gente y responsabilidad en la política

La pregunta que, como una mera hipótesis, muchos nos hacemos es si ante una situación claramente de acoso a una persona con responsabilidades políticas, debe una organización (puesto que es quien coloca a unos cargos y los supervisa) ayudar, de manera colegiada, a protegerse a éstos cuando realmente lo necesiten, o por el contrario mirar para otro lado y dejar que sean los interesados quienes de manera personal se defiendan.

Y otro tanto cabría preguntarse con respecto a las instituciones. Si un cargo público actúa conforme los asesoramientos de unos técnicos, funcionarios de la institución, ¿su responsabilidad es personal en cualquier tipo de recurso sobrevenido sobre sus actuaciones, o es la propia institución quien debe defender la idoneidad de sus planteamientos aún cuando el cargo público ya no ejerza como tal? ¿No sería pertinente estudiar toda la casuística? ¿Sería adecuado disponer de un código regulador, común y medido para determinadas circunstancias?

Carmen Heras

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I. Por un puñado de euros | Carmen Heras

I. Por un puñado de euros | Carmen Heras

I. Por un puñado de euros | Carmen Heras

(I) Por un puñado de euros

CARMEN HERAS

Con dos interrogantes se inicia este artículo. Los hago para analizar el comportamiento humano dentro de una organización política, puesto que la forma de relación entre individuos del mismo grupo impregna la metodología de trabajo con los adversarios políticos y, por ello, las reglas de la vida pública.

El primero es si, en situaciones internas de asalto al poder, los partidos defienden a sus ‘miembros honorables’; la segunda, si esos mismos partidos apuestan por la ‘inteligencia política’ o por lo contrario. Comencemos.

Las historias partidarias enseñan que un modo de subir en cualquier organización es pelear por el poder orgánico interno y, desde ahí, dar el salto a la escena pública. Para cualquier persona puramente ambiciosa resulta menos arriesgado hacerlo así que demostrando ‘madera de líder social’ y confrontarse públicamente con la causa del adversario político, frente al que hay que tener solvencia y argumentos.

Un modo de 'subir' en cualquier organización es pelear por el poder orgánico interno y, desde ahí, dar el salto a la escena pública"

La lucha interna posee mayor impunidad, pues la ‘cultura política’ es la misma y, por tanto, las fortalezas y debilidades de unos y otros son conocidas y abarcables. Se puede litigar por muchos asuntos: por un sueldo, por el de la pareja de otro; por parecer más interesante ante los ojos del jefe; por aburrimiento; por orfandad. Por un puñado de votos o por mantener una vicepresidencia. Y más; de todo hay. Y para conseguirlo siempre se comienza socavando la fama y trayectoria de lo existente. En todas las direcciones. No hay censura ni freno.

Carmen Heras Pablo
Carmen Heras Pablo es Licenciada en Ciencias Físicas por la Universidad de Valladolid. Profesora Titular de Didáctica de las Matemáticas en la Universidad de Extremadura donde anteriormente dirigió la Escuela Universitaria de Formación del Profesorado.
Diputada en el Congreso por Cáceres en representación del PSOE en 1996-2000, fue concejala en el Ayuntamiento de Cáceres en 2003-2007 y Alcaldesa entre 2007 y 2011

Fajarse con ‘los de dentro’ solo precisa tener una ‘parroquia’. De esas que colocan a sus fieles en distintos lugares de la sala en las reuniones generales. Para el que no lo sepa, aclaro que es una táctica demoledora contra la base de estabilidad del adversario. De repente, este nota que lo atacan desde ‘diferentes sitios, personas diversas y por cuestiones inverosímiles’. Los sujetos han sido aleccionados convenientemente, obedecen a un plan, están preparados para ‘arañar’; ora unos, luego otros, como si fueran elementos independientes, lo que multiplica el efecto del ataque.

Se trata de ‘apretar’. Hacerlo en la ‘yugular moral’ del destinatario; dejarlo sin aire. Y que lo vean todos. La verdadera humillación debe ser pública. La ‘cabeza decapitada’ ha de presentarse en una bandeja.

Asamblea en la que se prepara el enfrentamiento para cuestionar al líder - Carmen Heras

Muchos ingenuos presentes en la asamblea caen en la trampa de creer que lo que está sucediendo es espontáneo y sincero; que obedece a un deseo de mejora y de crítica útil"

Se utiliza el barullo; todos fingen hablar a la vez; todos piden la dimisión del ‘reo’; todos ponen voces de enfado. Tan bien lo hacen, que muchos ingenuos presentes en la asamblea caen en la trampa de creer que lo que está sucediendo es espontáneo y sincero; que obedece a un deseo de mejora, de crítica útil. Y se contagian porque piensan que tantos no pueden estar equivocados.

No vislumbran las tretas, la media sonrisa cínica, las miradas pícaras y los guiños de júbilo de la ‘soldadesca asalariada’. Así que no hay quien detenga la fuerte borrasca que cae directamente sobre ‘el objetivo a abatir’ hasta que este opta por ‘poner el cargo a disposición’ y desaparecer, incapaz de resistir el vendaval, casi exánime. Y solo.

Cuando la agrupación se rompe, se reclama la actuación de ‘algún árbitro’. Y este recibe a unos y a otros y dictamina que ‘todos y ninguno tienen razón’. Así que no se decanta por nadie y actúa salomónicamente. Y comienza ‘la jerga’ de las gestoras con miembros de uno y otro bando. Y los estados confabuladores preparatorios de una nueva votación para dirimir quién será el nuevo dirigente. Ya no importa quién fue el asaltante y quién el asaltado; quién ha sido ‘traidor’ y quién ‘responsable’. Y se vota. Y el más inocente, pierde. Y se inicia un tiempo distinto, totalmente blanqueado con la aquiescencia del mando en plaza.

 

Carmen Heras

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Rupturas, más o menos, traumáticas | Carmen Heras

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Rupturas, más o menos, traumáticas

CARMEN HERAS

Moramos en un tiempo en el que todo el mundo entiende de todo. Intentas iniciar un plan para configurar un grupo con unos objetivos determinados y los más ambiciosos lo primero que ‘se piden’ es un puesto de ‘Coordinador’, o de ‘Secretario’, o incluso de ‘Jefe Máximo’, arguyendo razones de ‘menor edad’ para ocupar tu sitio. El mundo al revés. En él se supone que la ‘gente madura’ no puede seguir un proceso de gestación de un proyecto, aunque la idea haya partido de ella.

Casi por los mismos años en los que la sociedad del bienestar reclamaba al Estado puestos de profesionales del ocio -porque éste forma parte de la vida-, se puso en marcha el ‘discurso de la renovación’ en los partidos. El mismo dictamina, sin lugar a apelación, que «cualquiera, con una experiencia contrastada, debe renunciar dejando su espacio a un inexperto ‘sin mochila’ al ser éste último mucho más dúctil y permeable y, por tanto, bastante más producivo en el espacio político, tan necesitado de ‘imágenes inocentes'».

Muchos dieron en tipificar la prudencia de juicio de la persona experimentada como algo negativo y elevaron la insolencia del bisoño a algo 'políticamente extraordinario'

Y sucedió que, al aplicarse de manera genérica, muchos dieron en tipificar la prudencia de juicio de la persona experimentada como algo negativo y elevaron la insolencia del bisoño a algo ‘políticamente extraordinario’. Fue una manera chapucera de abrir hueco a las generaciones más jóvenes que venían reclamando un sitio con insistencia. Y lo curioso es que los votantes ‘picaron’. Pero fue un desperdicio en tiempos de opulencia y exceso, cuando el ocio se permitió llenar el espacio del trabajo. Cuando la crisis actual ni se preveía.

Carmen Heras Pablo
Carmen Heras Pablo es Licenciada en Ciencias Físicas por la Universidad de Valladolid. Profesora Titular de Didáctica de las Matemáticas en la Universidad de Extremadura donde anteriormente dirigió la Escuela Universitaria de Formación del Profesorado.
Diputada en el Congreso por Cáceres en representación del PSOE en 1996-2000, fue concejala en el Ayuntamiento de Cáceres en 2003-2007 y Alcaldesa entre 2007 y 2011

No fue la siguiente generación la que tomó el relevo, al estar ‘contaminada’ por haber colaborado con sus antecesores, sino la siguiente a la siguiente; así que llegaron por todos los caminos personas sin cordon umbilical con las que ligase directamente con quienes fueron ‘decapitados’. Y, en el medio, se perdió para la cosa pública toda una generación que era el puente natural entre los que se fueron y los que habían de llegar, en un proceso inteligente de renovación lógica.

No hubo conductores a través de los cuales viajase la corriente eléctrica que significa un ideario aplicado al terreno, unos lazos de compañerismo, un mismo lenguaje político. Gente recien llegada fue ascendida, sin formación política suficiente, comenzando su vida, sin preparación y que, en una eslacada meteórica, ocupan puestos de relevancia, no por especificidad, sino por ser jóvenes y estar en el sitio justo en el momento preciso.

Politicos jóvenes e insensatos; Carmen Heras;

No hubo contención en el gesto de aceptar altas responsabilidades. Todos lo hicieron. Los pocos ‘mayores’ que quedaron, para que no les fuera reclamado incluso su propio estatus, se rodearon, emboscados, de muchos jóvenes en edad de aprender, todos ellos encaramados en puestos altos de la pirámide de mando. Y, así, los clanes de allegados se aprestaron a ofrecer una imagen juvenil y moderna muy al gusto de la época, donde las modelos empiezan a llevar ropa adulta con catorce o quince años.

Y ocurrió que el espacio político de representación de España fue llenándose de ‘muchachos y muchachas’ a los que denominaron ‘líderes’, sin serlo. Y todo se cubrió de directores de sucursal. A veces, ni eso.

Carmen Heras

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Humanítica, la verdadera nueva política | Emilio Borrega

Humanítica, la verdadera nueva política | Emilio Borrega

Humanítica, la verdadera nueva política | Emilio Borrega

'Humanítica', la verdadera nueva política

EMILIO BORREGA

 

Dijo el pensador francés Voltaire que ‘el sentido común era el menos común de los sentidos’. Una afirmación de hace siglos y que, como tantas, cobra sentido en este tiempo y sigue vigente al día de hoy.

Hace unos meses descubrí la Fundación ‘Liderar con Sentido Común’, presidida por el reconocido a nivel internacional estratega político Antonio Sola. En ocasiones, las decisiones políticas carecen, en su mayoría, de sentido común, unas veces por cuestiones de difícil explicación, otras porque quien las toma carece de dicho sentido común.

Lo cierto y verdad es que una Fundación de pensamiento político cuyo nombre cohesiona liderazgo y sentido común, despierta expectación por conocer su pensamiento y nuestra necesidad de conocimiento, sus profundas reflexiones y análisis de la realidad actual así lo certifican.

Que vengan los de derechas, los de izquierdas y los de centro y, juntos, aprendamos a dejar de ser de derechas, de izquierdas o de centro para, entre todos, aprender lo que nunca deberíamos haber olvidado, a ser humanos"

Es un ideario cuya base radica en un movimiento denominado ‘Humanítica’, cuya definición dice: ‘La ‘Humanítica’ es hija de la buena voluntad y del sentido común’; un movimiento que cambia la clase política por política con clase y donde todo aquel que se mueva en política con buenas intenciones y vocación de servicio público tiene cabida, porque ese ideario continúa diciendo; ‘que vengan los de derechas, los de izquierdas y los de centro, y juntos aprendamos a dejar de ser de derechas, de izquierdas o de centro para, entre todos, aprender lo que nunca deberíamos haber olvidado, a ser humanos’.

Emilio Borrega columnistas de VisionCoach
Emilio José Borrega Romero es Técnico Superior en Seguridad Laboral y apasionado por la buena política.
Ha compaginado su trabajo con la política, donde ha sido concejal de Alcántara (Cáceres), Diputado provincial en Cáceres, Vicepresidente y Delegado de Recursos Humanos, SEPEI y Formación de la Diputación Provincial de Cáceres.
En la actualidad cursa Grado de Ciencias Políticas y Gestión de la Administración Pública en la Universidad Internacional de La Rioja, UNIR

Estas reflexiones que debatimos abiertamente gente de países como España, Ecuador, Colombia, Argentina, Uruguay, Chile, México, Francia, Estados Unidos y otros muchos a través de videoconferencias, sirve para ver la política actual desde otro punto de vista. Ese punto de vista que aqui, en España, hemos denominado ‘nueva política’.

La nueva política no es el ‘me cambio de partido y ya soy nuevo’. La nueva política es actuar en política desde el sentido común. Es la actuación la que define los nuevos tiempos de la política, no el atril desde el que me subo para decir lo mismo, porque en ese caso, habrá cambiado el atril, no la política.

Al ciudadano de hoy le importa lo cercano, lo que ocurre en su casa, en su entorno, en su día a día. Es lo que denominamos como ‘su metro cuadrado’; y en ese ‘metro cuadrado’ el ciudadano tiene que ser el protagonista y el político tiene que conseguir que así sea. El político no se puede alejar de eso y su única y principal función ha de ser ayudar a la gente a vivir mejor, a ser feliz.

Humanítica, de Emilio Borrega

El político permanentemente ha de preguntarse por qué está ahí, qué le impulsó a dar el salto a la política, cuál fue el verdadero motivo por el que dedicó parte de su vida a los demás. Y, en esa reflexión, rememorar el origen de todo, sus inicios, sus impulsos, los pensamientos de entonces. Situarse años después en el origen de todo, convierte al político en alguien cercano al ciudadano al que representa y del que nunca debe alejarse.

Para eso, siempre defenderá el sentido común como el verdadero motor del cambio, la regeneración y la verdadera política útil. Un espacio donde quepan el mayor número de personas será un espacio abierto, constructivo y práctico, donde todos estén acomodados, que no cómodos, y la convivencia en paz contradiga -siglos después- a Voltaire y, entre todos, consigamos que el sentido común deje de ser el menos común de los sentidos.

 

Emilio Borrega

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